“Me llamo Vishwash Kumar Ramesh. Iba en el asiento 11A.”Con estas palabras, pronunciadas desde una cama de hospital, un hombre marcó la diferencia entre la vida y la muerte. En medio del caos y la devastación provocados por el accidente aéreo más mortífero en la India en casi tres décadas, emergió una historia que ha conmovido al mundo entero: la suya. Ramesh, ciudadano británico de origen indio, fue el único superviviente del vuelo AI171 de Air India, que se estrelló en Ahmedabad con 242 personas a bordo. El resto falleció.
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'Vi cadáveres a mi alrededor, pensé que iba a morir'
Entre columnas de humo, restos del fuselaje y gritos de pánico, un cuerpo ensangrentado se abrió paso entre los escombros. Era Vishwash Kumar Ramesh, y acababa de sobrevivir a un infierno. Horas después, en la UCI del Hospital Civil de Ahmedabad, con quemaduras visibles y la tarjeta de embarque aún en el bolsillo, dijo su nombre a un grupo de periodistas:
“Me llamo Vishwash Kumar Ramesh. Tengo 40 años. Viajaba en el asiento 11A”.
Y es que treinta segundos después del despegue, todo se torció.
“Se escuchó un fuerte ruido, el avión comenzó a temblar y se estrelló. Todo ocurrió rapidísimo. Vi cómo dos tripulantes murieron ante mis ojos. Por un momento, pensé que era el final. Pero abrí los ojos y seguía vivo. Me abroché el cinturón de seguridad y escapé por la puerta de emergencia. No sé cómo lo logré”, contó desde su cama.
Su testimonio ha permitido reconstruir parte del suceso. Según explicó a la emisora india Doordarshan, el avión pareció “atascarse” tras el despegue. "Los pilotos intentaron levantarlo, pero el aparato avanzó a toda velocidad y se estrelló contra un edificio". Ramesh, que viajaba junto a una de las salidas de emergencia, fue expulsado antes de que la aeronave explotara en una gigantesca bola de fuego.
“Me levanté, había cadáveres a mi alrededor. Corrí. Alguien me agarró y me metió en una ambulancia”, recuerda.
Un vuelo maldito
El avión, un Boeing 787-8 Dreamliner con destino a Londres Gatwick, despegó a las 13:38 horas del jueves desde Ahmedabad con 242 personas a bordo —169 ciudadanos indios, 53 británicos, siete portugueses, un canadiense y 12 miembros de la tripulación—. Minutos después, se precipitó sobre una residencia de estudiantes de Medicina, matando también a varias personas en tierra. El número total de fallecidos supera ya los 260.
Las causas del accidente aún se investigan, pero los expertos barajan desde un posible fallo en ambos motores hasta un impacto con aves o un error en la configuración del avión. La grabadora de datos ya ha sido recuperada, y se espera que arroje luz sobre los momentos finales del vuelo.
Un padre, un esposo… y ahora un milagro
Vishwash Kumar vive en Londres con su esposa y su hijo de cuatro años. Había regresado a la India para visitar a su familia junto a su hermano Ajay Kumar Ramesh, de 45 años, quien también viajaba en el vuelo, en una fila delantera. “Por favor, ayúdenme a encontrarlo”, imploró Ramesh tras despertar en el hospital. Su hermano sigue desaparecido y se teme que esté entre los fallecidos.
La familia de Vishwash en Reino Unido está aún en shock. “No sabemos cómo sobrevivió. Cuando llamó, solo pedía que buscáramos a Ajay”, declaró su hermano menor, Nayan, a la BBC. Desde Leicester, otro primo añadía: “Es un milagro. Está herido, pero fuera de peligro”.
El primer ministro indio, Narendra Modi, visitó a Ramesh en el hospital. “La escena de devastación es desgarradora”, escribió en sus redes sociales tras acudir también al lugar del siniestro.
La mujer que se salvó por un atasco
Entre tantas historias de tragedia, hay otra que se ha convertido en símbolo de la delgada línea entre la vida y la muerte. Bhoomi Chauhan, una ciudadana india que debía embarcar en el mismo vuelo con destino a Londres, perdió el avión por apenas diez minutos tras quedar atrapada en un atasco camino del aeropuerto.
"Mi cuerpo todavía tiembla. Estoy en shock. No puedo creer lo que ha pasado", declaró a la cadena Republic TV. “Salí del aeropuerto sobre la 1:30 p.m. después de perder el embarque. A las 13:38, el avión despegó… y se estrelló”.
Bhoomi, que vive en Londres con su esposo, había viajado a la India de vacaciones. Ahora, no puede dejar de pensar en su suerte. “Mi mente está en blanco. No sé cómo explicar lo que siento. Solo puedo decir que Ganpati Bappa (Dios) me salvó”.