,type=downsize)
Richard Gere ha conquistado España del mismo modo que encandiló a la Meca del Cine. La superestrella de Hollywood y su esposa, Alejandra Gere, han sido recibidos con todo el cariño y admiración que se merecen y es habitual verles pasear por las calles de Madrid con la serenidad de alguien que siente nuestro país como su verdadera casa. El matrimonio ha fijado su residencia con sus hijos en Madrid, una ciudad que describió como “una de las más bonitas del mundo”, pero siempre con la idea de pasar algunas temporadas en la tierra natal de Alejandra, Galicia. El protagonista de Pretty Woman contempla la idea de adquirir una nueva casa en Oleiros, una localidad muy cerquita de Arteixo, en La Coruña, donde nació la empresaria y filántropa de la que se enamoró hace más de una década.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Por ella ha venido a vivir a España y por ella vive una etapa de plenitud en nuestro país. "Se lo debía a mi mujer después de estar aguantándome y viviendo seis años en Estados Unidos". "Ella es feliz, porque está en casa y yo porque, si ella es feliz, yo soy feliz", asegura el galán de Oficial y Caballero. Al actor de American Gigoló le sorprendió el apagón en España, una situación que lejos de asombrarle le agradó por la amabilidad de la gente. "Volé, llegue al aeropuerto de Barcelona y me dijeron: 'Tienes que quedarte en el aeropuerto porque hay un apagón. Ahora no hay semáforos y la gente se va a volver loca'. Yo no quería quedarme en el aeropuerto. Lo pensé y nos fuimos. Todo fue muy tranquilo, la gente fue muy amable, todo el mundo estaba feliz y fueron muy generosos", aseguró Gere en una entrevista con Ana Pastor para El objetivo.
Su verdadero hándicap
Richard Gere solo tiene buenas palabras para nuestro país y confesó que pronto descubriríamos por qué. "Mi mujer viene de un lugar muy especial de España, Galicia. Cuando ella habla de Galicia para mi mujer es el paraíso de los paraísos. Su familia también está allí. Es muy bonito, es muy parecido al lugar donde crecí porque hay muchos árboles y es muy verde. A mí me encanta", dijo el intérprete, que nació en Filadelfia, pero creció en Syracuse, una ciudad situada en la región de los Finger Lakes en el centro del estado de Nueva York.
Gere, que ha recibido varios reconocimientos en España en el poco tiempo que lleva en el país, como el Goya Internacional y el premio Saint Jordi, admitió entre risas, con ese encanto que le caracteriza, que el secreto de tanta buena acogida en España no es otro que su esposa Alejandra. “Eso es porque tengo una esposa española, es la única razón por la que todo esto está sucediendo”, reveló dando muestras de esa humildad que siempre le ha caracterizado, dejando al margen su talento y sus logros en el cine.
"Mis amigos españoles, mis hermanos aquí, son muy generosos y muy amables. Siempre me siento muy bienvenido", dijo el estadounidense, al mismo tiempo que hablaba del único obstáculo que ha encontrado en nuestro país: el idioma. "Mi español me hace sentir avergonzado. Mi esposa, que me ama mucho, se enfada conmigo porque no hablo español", reconoció con su habitual sentido del humor, pero es un detalle que no le frena para trabajar en España. "Me encantaría trabajar aquí, tengo que hablarlo mejor", señaló, manifestado su deseo de participar en proyectos españoles y colaborar con cineastas del país en un futuro no muy lejano.
'Esto es de lo que España debería estar muy orgullosa'
La entrevista mostró a un Richard Gere profundamente comprometido, agradecido y orgulloso de poder contribuir a la labor humanitaria de Open Arms. "Quiero insistir en que esto es una de las cosas de las que España debería estar muy orgullosa. Open Arms ha hecho algo muy especial, que es salvar gente del agua en el Mediterráneo", dijo Gere que se subió a bordo de este barco y relató cómo comenzó su colaboración hace ocho años, cuando, movido por su deseo de ayudar, viajó con su esposa Alejandra Silva a Italia para conocer de cerca la labor de Open Arms y su fundador, Óscar Camps.
Allí, se enfrentó a las dificultades legales que impedían rescatar migrantes en el Mediterráneo, lo que le llevó a implicarse aún más personalmente: “Nos enteramos de esa ley que convertía en ilegal ayudar a la gente en el Mediterráneo. Así que llamé a Laura, que dirigía la oficina de Open Arms, y me dijo que si venía podía ayudar. Volamos a Lampedusa y comenzamos a comprar comida y conseguimos una lancha que nos llevara al barco principal donde tenían a cientos de migrantes y que estaban en un barco que se hundía. Ellos salvaron sus vidas", recordó con la emoción de un hombre comprometido, solidario y dispuesto a salvar vidas allí donde esté. Junto a su esposa lindera un gran proyecto como es la lucha contra el sinhogarismo en España. “Nos hemos propuesto acabar con esta situación en seis años”, señaló el matrimonio. Un tema del que tratan en su documental que han producido juntos, Lo que nadie quiere ver.