Nunca se sabe de quién se va a enamorar uno... y si no, que se lo digan al hijo de Rosario Flores. Pedro Antonio Lazaga, fruto de la relación de la cantante con el productor Pedro Lazaga, mantiene desde hace unos meses una historia de amor con Lucía Cepeda Molina, hija de Alba Molina y nieta del legendario dúo Lole y Manuel. Una relación que une, ni más ni menos, que a dos de las sagas más emblemáticas del arte flamenco en nuestro país.
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El romance se hizo público este pasado mes de marzo y, desde entonces, ha despertado la gran curiosidad por el vínculo artístico y familiar que comparten ambos jóvenes. Pedro Antonio, que cumplió 19 años el 21 de enero, forma parte del equipo artístico de su madre como percusionista, tocando el cajón y la guitarra flamenca en su gira Universo de ley. Lucía, de 23, está completamente integrada en la familia Flores y ha acompañado a Rosario y a su entorno en algunos de sus compromisos profesionales más recientes.
En su aparición en los Premios de la Academia de la Música, celebrados en Madrid el pasado 4 de junio, Rosario se mostró cercana, espontánea y feliz. En declaraciones a Europa Press, no dudó en referirse con cariño al noviazgo de su hijo menor: “Imagínate dos dinastías… pero son muy jóvenes, no sabemos todavía qué va a pasar. Hacen una pareja preciosa, eso sí”, comentó con una sonrisa.
Aunque la artista ha procurado mantener la intimidad de sus hijos, no esconde el orgullo que siente por ellos. Sobre Pedro Antonio y su hermana mayor, Lola, Rosario expresó: “Para mí es lo más grande de la vida, los hijos. Yo mientras que puedan sentir la música y el arte, me parece que es el mejor regalo que les puedo dar”.
Y si bien reconoce que les da algunos consejos, también deja claro que respeta sus decisiones: “Mientras le vea contento y feliz, no le doy consejos. Ya cuando les vea mal, entonces ya veremos”, bromeó con complicidad. También quiso subrayar que, pese al apellido que llevan, sus hijos no sienten la presión mediática: “Ahora la vida ha cambiado mucho. Si tú no quieres tener presión, no la tienes. Mis hijos son libres porque yo me he preocupado de que lo sean. Gracias a Dios, cosa que yo no he sido”.
Por su parte, Alba Molina también ha mostrado su buena sintonía con Rosario, a quien conoce desde siempre. “Es una familia muy linda, con la que veo mucha similitud. Así que cualquiera sabe…”, comentó con naturalidad en una entrevista reciente.
Pedro Antonio y Lucía viven su historia de amor con ilusión, complicidad y el respeto de dos familias unidas por el arte, la historia y el flamenco. Un amor joven que, como dice Rosario, nadie sabe adónde llevará, pero que por ahora se vive con libertad, alegría… y mucho duende.