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Es una de las artistas del momento y sus pegadizos ritmos urbanos no dejan de sonar. Como si no importara, Cuatro veinte, En la intimidad o Rápido y lento son solo algunas de esas canciones que conforman la banda sonora de las generaciones Z y Alfa. Hablamos de Emilia Mernes, que se prepara para una gira por nuestra geografía que arranca este fin de semana en Madrid, donde dará tres conciertos, dos de ellos consecutivos. Antes de subirse al escenario del Movistar Arena, la cantante argentina ha visitado el plató de El Hormiguero, en el que ha contado los detalles más curiosos y desconocidos de su carrera.
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Nacida en la localidad de Nogoyá en octubre de 1996, en la adolescencia hizo sus pinitos como modelo y aquello provocó que algunas compañeras le hicieran bullying. Terminado su paso por el instituto, matriculó en Literatura en la Universidad Nacional de Rosario, pero poco después decidió dejarlo todo para dedicarse a lo que realmente le apasionaba: la música. Se formó profesionalmente y empezó a compartir su talento en redes sociales, igual que han hecho otros artistas como Justin Bieber. Pero en el caso de Emilia, fue un casting lo que marcó su destino. Fue elegida para incorporarse al grupo Rombai, donde aprendió mucho entre 2016 y 2018, año en el que decidió emprender su camino en solitario. Desde el principio tuvo el apoyo de estrellas de la industria y rápidamente se convirtió en un icono.
Ahora que prepara su extensa gira por España, ha recordado con humor las anécdotas que ha vivido en sus conciertos, en los que asegura ser muy exigente: "Yo estoy pendiente de casi todo, me gusta estar en los detalles, soy una pesada". Emilia ha recordado con humor cómo reaccionó ante el fallo técnico que tuvo un día al acabar el show. "Se cierra la estrella, se apagan las luces y yo desaparecía. Tenía que caminar por un lado con las luces apagadas y de repente se encienden. La gente todavía estaba allí, entonces 'cuerpo a tierra'. No se puede perder la magia", ha relatado.
También ha contado con humor que el año pasado, antes de actuar, estuvo bebiendo mucha agua para mantenerse hidratada por todo el esfuerzo que requiere su cuidada coreografía. Lo que no imaginaba es que segundos antes del escenario, a punto de salir, sintiera la urgencia de ir al baño: "Me dieron ganas de mear, pero estaba lejos del baño, así que hice pis en un vaso". Esa misma naturalidad la mostró el día en el que se le rompieron los pantalones en plena actuación.
Antes de estos exigentes shows, en los que está dos horas sin parar, calienta las cuerdas vocales. Lo hace siguiendo una curiosa técnica que le enseñó un profesor de canto y que consiste en coger una botella con la mitad de agua y una pajita tamaño XL. Mientras sopla, hace diferentes notas musicales, de graves a agudos, y viceversa. "Siento que funciona", le ha dicho a Pablo Motos la artista, que es amiga de Nicki Nicole y de Tini, con las que acaba de lanzar un tema que se llama Blackout. La gran sorpresa es que Emilia no solo tiene talento para cantar, sino también para imitar diferentes acentos.
En cuanto a su vida privada, en 2021 comenzó a salir con Duki, puesto que ambos habían colaborado juntos y son dos de los artistas más influyentes de su país natal. Y aunque evita hacer declaraciones del punto en el que se encuentra ahora mismo su historia de amor, Emilia sí tiene claro cómo sería la boda de sus sueños- "Si me casara algún día, si alguien me llega a pedir casamiento, me gustaría que sea algo íntimo y tranquilo, con la familia", ha dicho la artista.