Madre e hija, con ‘Sonrisas de Bombay’

Ana Duato y María Bernardeau: revelaciones tras un inspirador viaje

‘Mi hermano, Miguel, está en su mejor momento. Superfeliz y con muchos proyectos’, nos cuenta María

HOLA 4132 ANA DUATO Y MARÍA BERNARDEAU

Te quedan x días gratis. Recuerda navegar con tu sesión iniciada.

Te quedan pocas horas gratis. Recuerda navegar con tu sesión iniciada.

Estás en tu periodo de prueba gratuita. Sigue disfrutando de ¡HOLA!+.

HOLA.com, tu revista en internet

Tu período de prueba gratuita en ¡HOLA!+ se ha activado con éxito

Disfruta de todo el contenido totalmente gratis durante 7 días.

Recuerda navegar con tu sesión iniciada.

Ya tienes una suscripción activa.

Recuerda navegar con tu sesión iniciada.

En marzo, Ana Duato y la menor de sus hijos, María Bernardeau, de 19 años, viajaron a la India con la ONG Sonrisas de Bombay para conocer la situación de tantas mujeres y niños que caen en la trata de personas. Es un problema que afecta a 27 millones de personas en todo el mundo y que ambas han conocido de primera mano. Su viaje también ha quedado registrado en una serie documental, Una sonrisa en la mochila, que acaba presentarse en Madrid.

“La India me ha enseñado a valorar más lo que tienes”, dice María, que estudia Bellas Artes, Moda e Interpretación
Acceso a la versión digital
María Bernardeau tras presentar el documental©FERNANDO JUNCO
Sobre estas líneas, María, en el restaurante Benares, de Madrid, tras la presentación de la serie documental ‘Una sonrisa en la mochila’. Lleva un vestido de inspiración india diseñado por ella misma

—¿Cómo habéis vivido este viaje a la India?

ANA.—No solo ha sido un viaje con mi hija e iniciarla en un compromiso que ella quiere firmemente, sino también dar voz a esas personas con una realidad muy diferente. Vivimos en un mundo completamente globalizado y no somos conscientes de que hay realidades muy duras.

—¿Era vuestra primera vez en la India?

A.—Ya habíamos estado en la India hace cinco o seis años. Fuimos al norte del país en un viaje familiar y fue completamente distinto.

MARÍA.—Pero este ha sido el más especial de todos, sin duda. Sonrisas de Bombay nos ha podido enseñar el trabajo que hacen con cada niño, mujer y persona para acabar con la trata.

A.—Sonrisas de Bombay, que lleva veintitantos años trabajando día a día, saca de la trata tanto a mujeres como a hombres que pueden ser directamente proxenetas por herencia cultural.

Ana también nos habla del fin de Cuéntame, tras 22 años, y del “talismán” que guarda

—¿Qué casos os han llamado especialmente?

A.—Hay niñas que viven encadenadas desde su infancia para ser luego esclavizadas en el mundo sexual o laboral. Son unas realidades que parecen lejanas y que existen a kilómetros.

—¿En qué os ha cambiado este viaje?

M.—A valorar mucho más todo lo que tienes.

A.—Es necesario salir un poco y abrir los ojos. Tenemos el deber de darle voz o luz a esas personas que necesitan nuestra ayuda. Es una realidad que no solo pasa en la India. Sucede en Asia y el problema nos llega a todos, porque nos rebota.

—Ana, ya has presentado la última temporada de Cuéntame. ¿Cómo has vivido la despedida?

A.—Presentamos la temporada en el Festival de San Sebastián y fue muy bonito. Son los últimos siete capítulos y cada uno está dedicado a un personaje, con un salto temporal de año a año. Hablamos de cosas muy importantes: la vida, la muerte, la familia y la herencia, pero no solo la material, sino también de los afectos.

Ana Duato con su hija, María©FERNANDO JUNCO
María con su madre, Ana Duato

—¿Cómo fue el último día de rodaje?

A.—Fue muy emotivo. Fueron semanas muy emotivas. Todo el equipo, tanto el que veis como el que no, hemos puesto lo mejor en cada capítulo. Siempre. Pero ahora se ha condensado la emoción y el trabajo de un gran equipo.

—¿Te has llevado algo a modo de recuerdo?

A.—Un colgante de Mercedes —su personaje—, que es herencia de su madre y muy especial. Lo voy a guardar con mucho cariño, como un talismán.

—¿Qué te ha enseñado Mercedes Alcántara?

A.—A valorar muchas cosas de la vida y las prioridades. Mercedes es una mujer llena de muchas mujeres que podemos conocer todos: tu vecina, la que compra en la frutería, tu madre, tu abuela…

—¿Y qué es lo siguiente a nivel profesional?

A.—Hay algo por ahí, pero ya os contaré.

—¿Cómo te sientes en este momento personal?

A.—Con mucha satisfacción de haber hecho un trabajo bien hecho. En la parte profesional y personal me siento muy satisfecha.

Presente y futuro de la familia

—María, tú también quieres ser artista.

M.—Ahora estoy haciendo la carrera de Bellas Artes y Moda. Me gusta mucho pintar. También estudio Interpretación. Estoy abierta a lo que salga.

A.—María pinta muy muy bien. A nivel de artista, tiene muchísima personalidad. Tiene talento y no le tiene miedo.

—¿Ya hay algún proyecto como actriz a la vista?

M.—Aún no. Por ahora, el formarme.

A.—Es polifacética total y en unas artes en las que todo suma. Recuerda que ya hizo de Mercedes —en un flashback en Cuéntame—. Todo ese conocimiento lo mete en la mochila y le hace mirar la vida desde un prisma más profundo, creativo, inteligente.

—María, ¿a quién le pides consejo en casa?

—De primeras, a mi madre y a mi hermano. Y a mi padre, que es un poco el más crítico.

Ana Duato y su hija María en su viaje a La India©@SonrisasdeBombay
María con unos niños en La India©@SonrisasdeBombay
Durante su viaje a la India

—¿Qué admiras de tu madre y de tu hermano?

—De mi madre admiro su manera de disfrutar la vida. Y de mi hermano —Miguel Bernardeau, que saltó a la fama por su papel en Élite—, la constancia y el trabajo. También su forma de ver la vida. En mi familia son todos unos disfrutones.

—¿Y cómo se encuentra Miguel?

M.—Uy, en el mejor momento personal. Superfeliz y con muchos proyectos a la vista. Superbién.

A.—Mi hijo está trabajando. Está muy pleno y muy feliz.

—Se ha hablado de Greta Fernández y él…

M.—Mi hijo tiene 26 años. Lleva su vida con sus amigas, amigos… Estoy orgullosísima del actor y persona en la que se ha convertido. Es un profesional que respeta muchísimo a la profesión y los proyectos que hace. No puedo sentirme más orgullosa.

TEXTO: ANTONIO DIÉGUEZ

FOTOS: FERNANDO JUNCO

Más sobre