Josefina Vargas Llosa está a un paso del altar… y ha querido celebrarlo por todo lo alto. Si el pasado mes de marzo daba a conocer su compromiso , ahora, la joven, nieta de Mario Vargas Llosa -es hija de Gonzalo Vargas Llosa y su exmujer, la chilena Josefina Said-, ha decidido cumplir con una tradición ineludible para cualquier novia: su despedida de soltera.
Por eso, antes de dar el ‘sí, quiero’, la semana pasada se escapó, junto a su inseparable bride team –‘equipo de la novia’-, a uno de los destinos más populares del verano, Ibiza.
La isla pitiusa, por tanto, se antojó el marco perfecto para festejar con sus amigas su próxima boda. Una celebración que, como ella misma mostró a través de sus redes sociales, duró nada menos que cuatro días.
El itinerario comenzó el pasado jueves, 11 de agosto, con una cena para dar la mejor de las bienvenidas a sus queridas amigas, que, como indicaba el dress code, vistieron de blanco, en un claro guiño a la moda de la isla.
Al día siguiente, salieron a navegar, y el bride team tuvo que cambiar entonces sus modelos en blanco ibicenco por bañadores y bikinis en azul claro, dejando, así, que Josefina fuese la gran protagonista.
La novia, espléndida con su traje de baño blanco y unos brillantes con los que se adornó su frente, sumó a su outfit una banda de su ‘equipo’ y un divertido velo que llevaba bordado, en letras negras, ‘Future Mrs. Camarena’ –‘futura señora de Camarena’-, en referencia al título que tendrá tras su enlace con su prometido, Emiliano Camarena, un ingeniero mexicano con el que vive en Nueva York.
El sábado 13, después de surcar, de nuevo, las aguas del Mediterráneo, pusieron el broche de oro a su día con una cena en Roto, el restaurante de Jorge Brazález, ganador de la quinta edición del programa MasterChef, en Ibiza.
A esta cita, además, había que acudir siguiendo un dresscode diferente, ‘70’s disco’, que todas las asistentes cumplieron vistiendo de una forma muy similar. La squad de Josefina llevó un sombrero estilo cowboy en rosa, mientras que la novia volvió a vestir de blanco, con un bonito vestido acabado en flecos -que son tendencia esta temporada- y un sombrero cowboy a juego.
El último día, el domingo 14, se despidieron con una divertida fiesta de pijamas en la que no faltaron los cócteles para brindar por la futura novia que, sin duda, ya cuenta los días para casarse con su prometido, Emiliano.
