© MANUEL MARTOS HOLA 4072 Nuria Fergo

ENTREVISTA Y FOTOGRAFÍAS EXCLUSIVAS. Nuria Fergó y Juan Pablo Lauro, la inesperada pareja del momento, posan para ¡HOLA! y nos hablan por primera vez de su sorprendente historia de amor

La popular cantante y el exmarido de Irene Villa comenzaron su relación hace cuatro meses

“Tengo cuarenta y tres años, soy muy familiar, tenía ganas ya de tener mi pareja y no estar siempre sola”, nos dice Nuria Fergó con una intensa sonrisa. “Es que no la puedo borrar, estoy así, feliz y encantada”. La popular cantante, que se dio a conocer en aquella primera histórica edición de Operación Triunfo , abandona su habitual silencio sobre su vida, es algo excepcional en ella, pero es momento de compartir con los lectores, con la gente que la sigue, con los suyos…, es momento de gritar a los cuatro vientos y ocho huracanes que está enamorada. Y a la buena noticia se suma la sorpresa de conocer quién es la persona que ha llegado para trastocar su vida: se trata de Juan Pablo Lauro, exmarido de Irene Villa y padre de sus tres hijos: Carlos, de diez años; Gael, de siete, y Eric, de seis, de quien se separó hace casi cuatro años.

©Hola

El destino, como en todas las historias de amor, también ha jugado sus cartas. Un cruce de miradas años atrás, una vida sin conocerse, la coincidencia de una amiga en común, una oportuna llamada, una café de ocho horas… y el aquí y el ahora. Solo cuatro meses llevan juntos, pero sus diferentes mochilas vitales han ido encajando como las piezas de un puzzle. Sus familias, sus respectivos hijos (la artista es madre de Martina, de once años, de su matrimonio con José Manuel Maíz, que terminó hace más de una década), sus trabajos, sus amigos, sus ilusiones. Y sí, la inesperada pareja del momento nos confirma: “Estamos enamorados”, y habla por primera vez en exclusiva en ¡HOLA! de su insólita y romántica historia de amor.

“Nos hemos enamorado, sí. Ha sido inesperado, casual, y estamos muy seguros e ilusionados”
©MANUEL MARTOS

—Vuestra historia ha sido una sorpresa, ¿cómo, cuándo y dónde surge todo?

NURIA.—La historia es muy curiosa. Yo estaba pasando el fin de semana en Valladolid, me llamó una amiga y me preguntó si conocía a Juan Pablo Lauro. Me cruzo con un montón de gente cada día y, claro, así tan de repente, pues no tenía ni idea. “Es que estoy aquí comiendo con él, ha visto tu nombre en mi pantalla del móvil cuando me has llamado antes y me ha preguntado: ‘¿Conoces a Nuria Fergó?’. Me ha dicho que te llamara a ver si le recordabas”, me explicó. Yo seguía sin caer. “Dice que hace unos años os cruzasteis en un evento —siguió explicándome mi amiga—, que a ver si así te acuerdas”. Y en ese momento caí: “Ya sé quién es, es el exmarido de Irene Villa”, dije.

JUAN PABLO.—Le dije a mi amiga: “Llámala y pregúntale si se acuerda de mí, porque me encantaría conocerla”. De hecho, mi amiga me hablaba maravillas de Nuria, por el momento en el que está y todo lo que ha pasado y pensé: “Ojalá pudiéramos quedar a tomar algo y conocerla”. Y así fue.

NURIA.—Ha sido muy curioso, de verdad. Mi amiga le decía a Juan Pablo: “Vale, la llamo, aunque no va a saber… Ni se acuerda de lo que hizo ayer”. (Ríe). Pero me acordé de ese cruce de miradas, porque fue como un relámpago, aunque ni hablamos ni nos saludamos, lo típico que te cruzas con mucha gente y sigues, porque no nos conocíamos.

“Me llamó una amiga y me dijo si conocía a Juan Pablo, estaban comiendo juntos. Quiso que me llamara a ver si le recordaba. Se me da mal acordarme de las personas, pero me vino a la mente el cruce de miradas hace unos años en un evento. Fue como un relámpago, aunque ni nos saludamos”
©MANUEL MARTOS
‘Con Juan Pablo siento que vamos en la misma dirección, llevamos poco tiempo, pero la sensación es como si lo conociera de toda la vida. Lo importante es la sensación que tengo de paz, tranquilidad y serenidad’, nos dice Nuria. Se habían cruzado hace años en un evento y, hace poco más de cuatro meses, una amiga común y una llamada casual los puso en contacto. Él la escribió por Instagram, se intercambiaron mensajes, llamadas y quedaron a tomar café… El resto es historia.

—¿Y qué pasó después, hablasteis en ese momento, os intercambiasteis teléfonos?

N.—En ese momento, yo no dije nada. A raíz de ahí, Juan Pablo me escribió por Instagram para saludarme, comentar la coincidencia después de tanto tiempo y ver si nos tomábamos un café. Empezamos a escribirnos.

J. P.—Pero es que, además, en todos esos años que habían pasado, yo no sabía nada de su vida, ni ella de la mía. De hecho, no sabía ni que tenía una hija.

N.—Cómo son las cosas… Aunque se puede creer lo contrario, yo no salgo mucho como para estar conociendo a gente. No tienes pareja y cada vez ves más complicado tenerla. Y justo que pase esto de esta manera, estando, como quién dice, en mi casa, así de inesperado, de casual… La historia me parece increíble, estoy alucinada desde el minuto uno. Y que quedas a tomar café y desde el principio…

—¿Qué pasó el primer día que quedáis y os veis?

J. P.—Quedamos a tomar algo y fue superbonito. Se sentó y, así de primeras, me dijo: “Espero que no tengas novia, porque yo no estoy para tonterías”. Le dije que estaba soltero y tranquilo y ahí comenzó a cambiar un poco la mirada y a relajarse. Y, después, a lo largo de la conversación, nos pusimos al día de nuestras vidas, lo normal en dos personas que se están conociendo. Había feeling, había una química especial. Por cierto, también me dijo: “Yo no quiero tener más hijos, ¿y tú?”.

Juan Pablo: “En todos esos años que habían pasado desde que nos cruzamos, yo no sabía nada de su vida, ni ella de la mía. De hecho, no sabía ni que tenía una hija”
©Manuel Martos

—Sí que fuiste clara y directa, Nuria.

—Es que no estoy para tonterías. (Ríe). Cada vez que conoces a alguien, vas con el currículum… Yo fui directa. Como no sabía nada de su vida, le pregunté: “¿No tendrás pareja? Que yo no soy de esas”, y la segunda vez que nos vimos, cuando me contó que tenía tres hijos, le dije: “No querrás tener más niños ¿no? Porque yo no voy a tener más”.

J. P.—Yo le respondí que tampoco, con tres el cupo está cubierto. (Ríe).

N.—Todo muy claro, de verdad, no estamos para perder el tiempo. Sentí el feeling, con lo cual, ¿para qué voy a estar con rodeos y esperando a qué?

—¿En qué momentos de vuestras vidas os habéis enamorado?

J. P.—Vas madurando y sabes muy bien lo que quieres y lo que no quieres y lo que te apetece sinceramente. Terminamos ese primer café, nos dimos un abrazo, que sentimos un cosquilleo maravilloso, hablamos por teléfono varias veces más hasta que quedamos otra vez, en un centro comercial, porque nosotros no nos hemos escondido de nada, hemos llevado todo con naturalidad y normalidad y tomamos algo que duró ocho horas. (Ríe). Empezamos poco a poco conociéndonos y compartiendo, porque los dos estamos en un momento vital parecido y es mucho más fácil que todo encaje. Hace que seamos compañeros y que nos entendamos, algo importantísimo, porque, si uno va descompensado con la pareja, es muy difícil que las cosas puedan progresar en el inicio de una relación.

“Conozco a su familia y ella ha conocido a la mía, que está en Argentina, por vídeo-llamada. Con la hija de Nuria, me llevo fenomenal, y ella, genial con mis tres hijos. Las piezas han encajado”
©MANUEL MARTOS
‘Es como que no me puedo creer esto, que la vida me haya puesto en la puerta a una persona que tiene todo lo que yo quiero’, asegura la cantante, que posa junto a Juan Pablo en CasaMaïa Apartments, con el espectacular azul del Mediterráneo de fondo.

—¿De cuánto tiempo estamos hablando? ¿Cuánto lleváis juntos?

N.—Cuatro meses. Pero es como si lo conociera de toda la vida. Me da igual el tiempo, es la sensación que tengo, y la paz, la tranquilidad y la serenidad. Siento que vamos en la misma dirección.

J. P.—Nos entendemos con la mirada, ya sabemos lo que necesitamos.

—¿Quién conquistó a quién?

N.—Es muy romántico. Fuimos a cenar con unos amigos, era veintinueve de marzo, de hecho, hemos decidido que es nuestro día oficial por lo bonito que fue. Me recogió en casa, íbamos en el coche y paró un momento. Me dice: “Mi vida, cierra los ojos”. Me puso una canción de Shakira y, al abrirlos, me encuentro una rosa. ¡Y es que eso ya no se lleva! Me dejó muerta. En ese momento, además, llamó a sus padres y me los presentó por videollamada. ¡Una encerrona! Llegamos al restaurante y tuvimos que esperar en el coche porque llovía. De repente, me miró y me preguntó: “¿Quieres ser mi novia?”. ¡Me lo pidió y me pareció precioso! Lo típico que dices: “Te quiero”, pero te da cosa pronunciar esas palabras, porque llevas poco tiempo. El cerebro dice: “Espérate, ¿cómo le vas a soltar esto? Se va a pensar que estás loca”. Pero sabes que el cuerpo y el corazón te piden decírselo, y nos pasó a los dos lo mismo.

“Este amor ha llegado para descuadrarme. ¡Y qué dure mucho! Tengo cuarenta y tres años, soy muy familiar y tenía ganas de tener mi pareja y no estar siempre sola”

—Se os ve muy seguros. Nuria, lo tuyo casi parece una declaración de intenciones.

—Yo soy muy discreta, se sabe. Pero si he querido compartir esto es porque estoy muy segura y muy ilusionada. Soy de vivir el momento, el día a día, y ahora me apetece vivir esto, que la gente que me sigue sepa que, además de profesionalmente, a nivel personal estoy superbién. ¡Que ya me toca también! (Ríe). No hay nada que esconder.

©MANUEL MARTOS

—Nuria, tú tienes una niña de once años, Martina, de tu matrimonio con José Manuel Maíz. Juan Pablo, tú tienes tres hijos: Carlos, de diez; Gael, de siete, y Eric, de seis, de tu unión con Irene Villa. ¿Se conocen vuestros hijos y vuestras familias?

J. P.—Conozco a su familia y mi familia, que está en Argentina, la ha conocido por videollamada y todo sensacional. Su madre es estupenda, me aconseja como si fuera su hijo, no su yerno. Con la hija de Nuria, fenomenal, y ella con mis hijos, genial. Estamos compartiendo tiempo con los niños porque, a veces, es muy complicado por edades y porque cada uno viene de su familia y de sus momentos, y todos están encajando muy bien. Nosotros estamos más que agradecidos a la vida y, sobre todo, dando normalidad y naturalidad a todo.

N.—No se ha forzado nada, todo ha surgido. Todas las piezas han encajado bien.

J. P.—Llevé a los niños a una pastelería para que conocieran a Nuria y, desde el primer minuto, han congeniado muy bien. No sabían que éramos pareja, fue una aproximación para ver cómo iba, sus miradas, los gestos. Con su hija lo hicimos igual. Y estamos felices.


—Juan Pablo, ¿cómo es tu relación con Irene?

—De total respeto, es la madre de mis hijos y, por su felicidad, su educación y su futuro, hay buena relación.

—¿Habéis hecho planes conjuntos con todos los niños ya?

N.—Sí, claro que sí.

J. P.—Martina, por ejemplo, se ha quedado dormir en mi casa porque mis hijos decían: “Papá, que venga Martina a dormir a casa, que hacemos palomitas y jugamos”. Y ella, encantada.

N.—Somos los dos muy familiares, los dos queremos un proyecto de vida muy tranquilo, nos gustan las mismas cosas. El respeto en la pareja para mí es lo primordial, los valores que tengas, la educación, incluso es muy importante que en la educación de los niños los dos vayamos en la misma línea. Hemos hablado de todo eso.

“Nos admiramos mutuamente y, si uno está mal, el otro lo anima. Es una sensación tan bonita que dices: ‘Que esto no pare nunca’. Esto es realmente estar en pareja y avanzar y crear una familia”, dice Nuria
©Manuel Martos
©Manuel Martos

—Eso será lo más importante para vosotros, claro.

J. P.—Por supuesto, son nuestros hijos, lo más importante que tenemos. Si ellos no están cómodos, te puedo asegurar que, por más que lo intentes, las cosas no acaban bien. Nuria se ha quedado con mi hijos cuando yo he tenido que trabajar en cosas puntuales y durante el día y ellos, encantados. Lo que quiere decir que todo encaja y cuadra. Sabiendo que la educación y los valores son iguales, todo es mucho más fácil.

—Nuria, ¿este amor ha llegado para descuadrarte?

—¡Sí, y que me dure mucho, por el amor de Dios! Soy de vivir el momento, pero quiero pararme ya y que sea mi compañero de vida. He pasado mucho por inseguridades, por las personas que tienes al lado, porque te quieren tapar, porque no te dejan avanzar… y tener un compañero que te refuerce, que te vea y te valore es increíble.

—¿Consideras que no has tenido suerte en el amor?

—No he tenido suerte en el sentido de lo que yo quería para mí. He tenido suerte, porque me he sentido querida, pero mi proyecto de vida, de futuro, no he llegado a tenerlo como yo quiero. Me he dedicado a estar bien yo y es cierto que, cuando no esperas nada, te llegan las cosas inesperadamente. Porque me han llegado sin salir a la puerta de la calle, una llamada. (Ríe).

—El amor ha llamado a tu puerta, literalmente.

—Efectivamente, es que así ha sido. De verdad.

‘Me quiero plantar’

—¿Crees que esta es la definitiva?

—Sí, yo quiero. Yo se lo he dicho, me quiero plantar ya. (Ríe).

—¿Qué has encontrado en Juan Pablo?

—Me conquistado por todo, no puede ser más atento, más romántico. Es un padrazo, la dedicación que tiene con sus hijos, cómo los trata, cómo los cuida… Eso a mí me ha impresionado. No sé si es porque, al no haber tenido pareja, no lo he visto ni lo he vivido. Además de la generosidad, lo inteligente que es… Me tiene loca en todos los sentidos (ríe).

©MANUEL MARTOS

©MANUEL MARTOS

—Por tus experiencias anteriores, ¿te has vuelto muy exigente?

N.—Sí, en el sentido de lo que no aguanto ni voy a soportar en una pareja. Para mí, el respeto y los valores son fundamentales. Y pensaba que lo iba a tener muy complicado, porque, tal y como vive y piensa la gente hoy, yo me veo muy diferente. La gente es muy liberal y yo, si estoy en una relación, es para estar tranquila. Pensaba que no encontraría a nadie que lleve mi onda, porque hay pocos, y ver a Juan Pablo tan familiar, tan padrazo… es como que no me puedo creer que me hayan puesto en la puerta a una persona con todo lo que yo quiero.

J. P.—Compartir la vida, con la vida que trae cada uno a su espalda.

—Te divorciaste hace muchos años, Nuria.

—Sí, once años, los que tiene mi niña. He tenido pareja, pero no ha cuajado. La última persona con la que estuve era y sigue siendo maravillosa, pero las cosas fluyen o no por muchos motivos.

—Juan Pablo, desde que te separaste de Irene también habías tenido pareja, ¿es así?

—Sí, tuve pareja, una persona extraordinaria, pero lamentablemente no pudo ser, después de casi tres años de relación. Mi situación era muy complicada por dejar todo por mi profesión, por mis hijos, por mi trabajo…, por un montón de cosas.

©Manuel Martos

—¿Qué ha ocurrido en estos casi cuatro años desde que te separaste? ¿Cambiaste de trabajo?

—Terminé mis estudios de piloto comercial, hice el curso de instructor; soy instructor de vuelo y piloto comercial e imagínate todo esto divorciándome, cambiando de casa, en plenos exámenes. Ha sido durísimo, me ha llevado la salud, literalmente. He tenido el apoyo de mis dos mejores amigos, que la vida me ha puesto en el camino, de Josu y de Jesús, y de su mamá, Conchi, que es como una abuela para mis hijos. Con jornadas de estudio de catorce y dieciséis horas y compaginando eso con otro trabajo que tengo. Ahora empiezo a ver un poco la luz de todo. Hace poco empecé con mi primer trabajo de piloto comercial lanzando paracaidistas (ríe). Bueno, claro, se lanzan ellos, yo los llevo hasta arriba.

“Hemos hablado de irnos a vivir juntos, nos encantaría, pero será cuando se pueda, cuando todo esté normalizado y sea el momento. Más que nada, por los niños”

—Un cambio radical, Juan Pablo.

—Bueno, la aviación siempre me gustó. Mi padre fue piloto de Aerolíneas Argentinas toda la vida hasta que se jubiló. Cuando pude, comencé el curso, poco a poco, y estoy feliz. Arriesgué al ciento diez por ciento de lo que tenía en todos los aspectos, y, como te decía, me llevó la salud, pero, al final, después de mucho tiempo (se emociona) y de mucho vivido y, gracias a un equipo maravilloso, conseguí el objetivo que deseaba y, poco a poco, las cosas empiezan a salir. Ahora falta un último deseo, que es volar aviones comerciales de pasajeros o de carga y estoy seguro de que en breve saldrá. Y ayudando a Nuria en lo que puedo para que brille más y más encima de un escenario y fuera de él también.

—Nuria, entonces, ha llegado a tu vida también para ayudarte en este momento.

—Sí, claro. Es como que ha aparecido en mi vida de golpe y todo empieza a salir. Consigo mi primer trabajo como piloto hace poco, casualmente comenzando la relación. También logré otro trabajo como profesor de TCPS, de tripulante de cabina, que era algo que no me esperaba; me encanta impartir clases de Aeronáutica y me está yendo muy bien. Poco a poco, todo empieza a encajar y todo empieza a salir. Desde que estoy con ella la vida comienza a darme los frutos de lo sembrado y de todas las tempestades que han pasado. Poco a poco va saliendo el sol. ¡Casualmente, aparece la morenaza andaluza con toda su fuerza!

©MANUEL MARTOS
‘Desde que estoy con Nuria, la vida comienza a darme los frutos de lo sembrado. Poco a poco va saliendo el sol. ¡Casualmente aparece la morenaza andaluza con toda su fuerza!’, nos comenta Juan Pablo, que ahora es piloto comercial e instructor de vuelo.

—¿Pensáis en vivir juntos?

N.—Sí, claro, pero vamos a ir poco a poco.

J. P.—Cuando se pueda, cuando esté todo normalizado y sea el momento. Más que nada, por los niños. Pero sí, nos encantaría. Si compartimos los mismos valores, ilusiones y deseos, y nos gustan las mismas cosas, lo que te pide el corazón, lo normal, es convivir. Lo hemos hablado varias veces y por supuesto que lo deseamos.

—¿Cómo os planteáis el futuro? ¿Es pronto para hablar de boda?

—El futuro vendrá como planteemos el día a día de ahora, pero no va a cambiar nada casarse o no casarse. Ya lo hemos hecho cada uno por su lado y, al final, lo más bonito es que todo coincida, compartir, apoyarnos y ayudarnos el uno al otro .


Para ti que te gusta

Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!

Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.

Este contenido es solo para suscriptores.

Suscríbete ahora para seguir leyendo.

TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE CADA MES POR ESTAR REGISTRADO.

Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.

Fotos: MANUEL MARTOS

Estilismo: CRISTINA REYES

Localización: CASAMAÏA APARTMENTS

Más sobre