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Oporto no tiene nada que envidiar a Lisboa, ni en monumentos ni en direcciones a la última. Cuando ya se ha paseado por la Ribeira, se ha entrado en la sé (la catedral) y en la estación de São Bento y nos hemos asomado a todos sus miradores llega el momento de descubrir sus comercios, los de ayer y los de hoy. Y es que en los comercios de esta ciudad portuguesa la tradición se reviste de modernidad y los productos típicos se convierten en delicatessen.
Para introducirnos de lleno en la tradición del país, podemos empezar por pasar por dos de sus tiendas de comestibles más antiguas, donde podemos comprar desde bacalao a conservas, pero también vinos de mesa, aceite o todo tipo de dulces: Casa Natal (casanatal.pt), que abrió sus puertas en 1900, y Favorita do Bolhão, desde 1934 en la rua Fernandes Tomás.
Muy cerca de esta última, en la rua Formosa, encontramos otro comercio histórico, Confeitaria do Bolháo (confeitariadobolhao.com), aquella a la que en 1896, cuando se inauguró, acudía a desayunar la gente adinerada antes de acudir al mercado do Bolhão y que conserva su decoración tradicional. Todos sus pasteles y especialidades son de fabricación propia, como su pan que sale del horno, y se pueden degustar allí mismo, pues cuenta con un pequeño bar y un restaurante en la planta baja.
El bacalao, el queso con denominación de origen protegida de la sierra da Estrela y el vino de Oporto, tres de los sabores estrella de la gastronomía portuguesa centran la propuesta de la Casa Portuguesa do Pastel de Bacalhau (pasteldebacalhau.pt), que abrió su primer local en la rua Augusta en 2015 y ya cuenta otros 8 más en Lisboa y otras ciudades lusas. Una de las más bonitas es la que se encuentra en el muelle de Vila Nova de Gaia, una preciosa y enorme tienda donde los buñuelos de bacalao –su especialidad y homenaje a la tierra y al mar– se degustan con la música de fondo de un órgano del siglo XIX.
Bonita también es la tienda de conservas Casa Oriental (comur.com), en Campo dos Mártires da Patria, frente a la torre de los Clérigos, que conserva el estilo colonial de 1910, cuando abrió para comercializar productos de las antiguas colonias portuguesas. Y a su imagen y semejanza también la del mismo grupo, como Mundo Fantástico da Sardinha Portuguesa (mundofantasticodasardinha.pt), en Largo dos Loios, 1, que vende en preciosas latas litografiadas con ilustraciones originales los sabores más auténticos del mar, desde el bacalao a las anchoas, el salmón ahumando o las sardinas.
Tras la fachada art nouveau de la antigua joyería Reis & Feilhos, de 1880, en la esquina de la rua de Santa Cartarina y la 31 de Janeiro encontramos Meia-Dúzia (meiaduzia.pt), una original tienda donde sus chocolates y mermeladas, elaboradas con productos con denominación de origen y mezcladas con vinos y hierbas y especias orgánicas portuguesas, se presentan en tubos, como si se tratara de una tienda de arte y pintura. Para elegir, todos los sabores que uno pueda imaginar para acompañar quesos, carnes, postres… y más.
En la rua das Flores es fácil entretenerse, porque en ella encontramos lugares encantadores como la librería Chaminé da Mota (livrariachaminedam.wixsite.com/chaminedamota), la Mercearia das Flores (merceariadasflores.com), un ultramarinos con productos portugueses y biológicos, Benamôr 1925 (benamor1925.com), dedicada a los cosméticos naturales, y Claus Porto (portocool.com), en la que podemor hacernos con sus perfume y jabones, elaborados desde hace más de 130 años. El éxito de este negocio familiar que está presente en más de 50 países radica en su fabricación artesanal, los jabones se elaboran con técnicas antiguas y se envuelven mano a mano individualmente, y sus envases están inspirados en rótulos y objetos de otros tiempos que nos hacen viajar a través del olfato. En su tienda hay espacio incluso paa un museo que cuenta la historia de la empresa, para un jardín vertical y una silla de barbero para que los sábados se pueda disfrutar de este servicio de otro tiempo. También organiza talleres gratuitos para aprender más sobre aromas.
Muy próxima, en la rua Ferreira Borges abre sus puertas Busílis (busilis.pt), donde Alfredo da Costa y Raquel Gomes reparten su negocio entre una concept store con una selección de productos de diseño y una agencia de comunicación. En ella podemos encontrar desde sombreros y todo tipo de complementos a objetos de decoración, como los de Loja das Tábuas (lojadastabuas.pt), una empresa que reinterpreta la tradición portuguesa para crear nuevos productos y también tiene una tienda propia al doblar la esquina.
Casi obligado es mencionar la librería Lello (livrarialello.pt), de las más bellas de Europa. Todo un templo de la lectura que ocupa un edificio de estilo neogótico de 1906 ante el que será casi obligado hacer cola para entrar, aunque haya que pagar entrada (si compras un libro te sale gratis). Su ambiente de otra época, los estantes de madera labrados llenos de libros, la vidriera del techo y, sobre todo, su espectacular escalera central parece sacada de la imaginación de J.K. Rowling, quien dicen que se inspiró en ella para dar vida al castillo de Hogwarts en la saga de Harry Potter.
Para visitar las tiendas más nuevas de Oporto hay que cruzar el puente Luis I que enlaza con Vilanova de Gaia y entrar en WOW (wow.pt), el barrio de moda al otro lado del Duero, donde las antiguas bodegas y almacenes de la familia Taylor’s se han convertido en un espacio cultural y gastronómico que acoge museos, cafés, restaurantes, salas de exposiciones, una escuela de vino y ¡muchas tiendas! En ellas encontraremos todo tipo de productos, desde el chocolate Vinte Vinte, marca de la casa, a moda portuguesa, vino y arte.
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