Calas recónditas de aguas cristalinas, joyas naturales como las Islas Medes, pueblitos medievales de callejas empedradas como Pals y, por supuesto, poblaciones marineras de magnética inspiración como Calella de Palafrugell. Son los tesoros más sugerentes de un cofre llamado Costa Brava en el que no falta nada.
11/07/2011 13:30 UTC Por ¡HOLA!