La princesa Estefanía lo hace todo con pasión: enamorarse, educar a sus hijos y, por supuesto, defender sus causas humanitarias. Esta vez ha aplicado pasión gitana a su lucha contra el sida en la tradicional gala benéfica Aids Evening, que se celebra puntualmente cada verano desde 2004 a favor de la Asociación de la Lucha contra el Sida de Mónaco, y que, en la presente edición, ha tenido temática cañí. La fiesta gitana ha sido todo un éxito y ha ofrecido a sus invitados una insólita puesta en escena de la Princesa a lo Esmeralda de Notre Dame, un concierto con Chico y los Gipsies y una subasta de numerosos lotes, cuyos beneficios irán a parar a esta organización.
Por los enfermos, por los desfavorecidos, por los necesitados..., Estefanía de Mónaco está dispuesta a vestirse como sea, a subirse a un escenario para recordar su época como cantante... A salir de su refugio y ejercer de Princesa. La Asociación de la Lucha contra el Sida de Mónaco nació hace ocho años bajo la iniciativa de la princesa Estefanía, presidenta activa, y cuenta con el respaldo de su hermano, el príncipe Alberto, que fue nombrado Presidente de Honor. La causa más personal de la Princesa aporta apoyo directo a aquellas personas seropositivas del principado, a través de diversas actividades como son el diálogo con los pacientes, la organización de convivencias, comidas o entretenimientos como el yoga o la informática.
Cada año los objetivos son cada vez más ambiciosos y la necesidad de recursos es también mayor. En anteriores galas se subastaron una camiseta del jugador francés del Real Madrid, Zinedine Zidane, y unos guantes del antiguo campeón de Fórmula 1, el alemán Michael Schumacher, y se alcanzó una recaudación de alrededor de los 200.000 euros. Como Presidenta de la asociación, Estefanía de Mónaco expresó durante su intervención la necesidad de ser solidarios y de movilizarse contra el SIDA para combatir la epidemia y de hacer avanzar nuestra mentalidad para ayudar a quien padece la enfermedad a tener una vida más digna, sin miedo a la estigmación. Palabras a las que repondió un fuerte aplauso. Como un óle.
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