Extravagante baile de máscaras en París: Carlota Casiraghi, Gisele Bundchen, Eugenia Silva...

Por hola.com

¿Quién se esconde tras la máscara? Un baile al más puro estilo carnavalesco veneciano reunió en el Hotel Pozzo di Borgo, en París a la crême de la crême del mundo de la moda. Lo original en esta ocasión no fueron tanto los vestidos, espectaculares sin duda, sino las máscaras a cada cual más original. Guantes en forma de antifaz, otras con una especie de agujas rodeando la cabeza, redecillas que cubrían el rostro y algunas que tapaban un solo ojo… en este particular "Ascot facial" todo fue válido para intentar que los asistentes no adivinaran los rasgos de sus compañeros de pista.

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Entre las caras conocidas que asistieron a este 90 cumpleaños de Vogue se pudo ver a tops de la pasarela como Gisele Bündchen, Tyra Banks, Kate Moss, Jade Jagger, Natalia Vodianova y Karolina Kurkova. Diseñadores como Jean Paul Gautier, Dean and Dan Caten (Dsquared2) y Zac Posen y en representación del gremio musical Lenny Kravitz completaron la extensa lista de invitados. El toque latino lo puso la modelo española Eugenia Silva, guapísima con su vestido blanco largo y escondida tras una máscara blanca adornada con plumas.

Amantes de los buenos diseños y asidios al frot row de las pasarelas como Eugenia Niarchos, Margarita Missoni y Lappo Elkan posaron con Tatiana Santo Domingo, novia de Andrea Casiraghi, que acudió junto a su “cuñada” Carlota. La hija de la princesa Carolina una vez más dejó a todos boquiabiertos con su elección de los detalles. Una especie de kimono oriental en tonos azulones con toques de rojo, ceñido con un cinturón de cuero, material que rodeaba sus muñecas cerrando las amplias mangas, un moño alto y una rejilla sobre el rostro, demostraron que menos es más.

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Sin pendientes o collares que desviaran la mirada del conjunto, el estudiado, aunque quizá un punto exagerado para casar con el espíritu de la fiesta, maquillaje hizo el trabajo de acompañamiento perfecto al look final. Sin duda Carlota ha tenido una excelente maestra en su madre cuando se trata de sacar nota en elegancia, algo que siempre consigue. Si rebuscamos un poco en la historia comprobamos que la joven es cada vez más una viva imagen de Carolina, y es que el buen gusto, al igual que la belleza, es en este caso hereditario.