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Los duques de Sussex celebrarán próximamente su primer San Valentín tras su enlace el pasado 19 de mayo. Sin embargo, la agenda oficial del príncipe Harry no entiende de corazones y romanticismo e impide que la pareja cene a la luz de las velas en una fecha tan señalada. Según ha confirmado el Palacio de Kensington, el nieto de Isabel II, como capitán general de la Marina Real, estará en Noruega visitando unas maniobras militares que realizan cada año en aguas extremadamente frías. Un plan muy alejado de la calidez propia del día de los enamorados y, sobre todo, de su esposa.
Estas maniobras, llamadas tradicionalmente Ejercicios de Clockwork, se realizan todos los años a 200 millas del círculo polar ártico y sirven de entrenamiento para más de 16.000 efectivos desde 1969. Este tipo de entorno, en unas condiciones meteorológicas especialmente extremas, pone a prueba a los militares que durante seis meses al año viven y entrenan en la base de Bardufoss, en Noruega. Además, en esta ocasión, los comandos de las fuerzas aéreas allí destinadas cumplen 50 años.
Durante la visita Real, el duque conocerá la historia de los Ejercicios de Clockwork y podrá ver con sus propios ojos el duro entrenamiento y el equipamiento necesario para realizar estas maniobras, que incluye tiendas de campaña, vehículos especiales y un refugio Quincey, como se conoce a una construcción realizada con la propia nieve para guarecerse. Además, visitará el hangar donde se encuentra el material aéreo necesario para estos ejercicios.
Mientras tanto Meghan Markle tendrá que celebrar San Valentín por su cuenta, algo que para la duquesa nunca resultó un problema. Según recoge la edición británica de ¡HOLA!, la que fuera protagonista de la serie Suits publicó un post en su blog sobre la importancia de amarse a uno mismo y celebrar este día aún sin pareja. “Creo que necesitas ser tu propio Valentín. Creo que tienes que cocinar esa bonita cena, incluso si es solo para ti, ponerte tu vestido favorito, comprarte flores, y celebrar el amor a uno mismo del que a veces nos olvidamos cuando solo nos fijamos en lo que no tenemos”, escribió Meghan por aquel entonces. No obstante, este año, además del amor a sí misma también puede sumar a su velada del 14 de febrero el amor por el bebé que está en camino.
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