El Príncipe Carlos, con un 'superviviente de la lista de Schindler'

Por hola.com

El Príncipe de Gales presentó ayer sus respetos en un antiguo cementerio judío de Polonia, que sobrevivió a la ocupación alemana, y se reunió con algunos de los supervivientes de aquella barbarie, entre ellos, con uno de los hombres que logró escapar de su fatal destino gracias a 'la Lista del Schindler', el señor Lieban, de 78 años.

Con cacique azul
El hijo mayor de la reina [Isabel II de Inglaterra], que permaneció durante largo rato en el cementerio de Cracovia, construido en 1551, pasó algunos momentos en actitud de recogimiento. Durante su encuentro con el señor Lieban, ya en la sinagoga contigua al camposanto, [Carlos de Inglaterra] llevó un casquete azul bordado con las representativas plumas del Príncipe de Gales, que donó, finalmente, tras su visita.

Cuando era joven, en 1944, Lieban fue rescatado de un campo de concentración por Oskar Schindler -el mismo hombre que inspiró una de las películas norteamericanas más aplaudidas por la crítica, La lista de Schindler, dirigida por Steven Spielberg-, quien, de contrabando, puso a salvo a cientos de judíos. El señor Lieban, llevado con otros 50 hombres a Checoslovaquia, declaró: "Si no hubiera sido por Schindler, yo estaría muerto".

En el Café Alef
El Príncipe se reunió con otros supervivientes del holocausto cerca de allí, en el Café Alef, que fue utilizado como decorado del citado filme. El café, que en sus orígenes era una vieja casa de un comerciante, fue abierto en 1993, por Spielberg, después de que los habitantes del lugar lo hubieran restaurado. Desde entonces se ha convertido en el foco de la vida cultural judía en la ciudad polaca.

Carlos de Inglaterra, que tomó zumo de frutas y tarta, escuchó con gran interés las experiencias de los cinco supervivientes, preguntó sus dudas y curiosidades sobre aquel difícil momento de la historia, y habló de su reciente visita al cementerio judío; milagrosamente en pie, gracias a que durante la guerra los residentes lograron ocultar las piedras angulares a los alemanes, enterrando el lugar. El Príncipe dijo: "Gracias a Dios, no lo destruyeron".

Después asistió a un programa de ayuda a jóvenes para encontrar trabajo a través de la enseñanza de habilidades nuevas. Se dirigió a un grupo de 40 individuos, que se encuentran en paro, desde hace más de 12 meses, y que, en busca de una solución, se han matriculado en este proyecto.