Ya reveló Miguel Cabanela, cirujano del Rey, que don Juan Carlos y él se habían hecho amigos. Ahora, en una entrevista con el periódico El País, firmada por la periodista Natalia Junquera, antes de su regreso a Rochester (Minnesota, Estados Unidos), conocemos más profundamente al médico de Su Majestad, las buenas expectativas de recuperación de su ilustre paciente, así como también algunas anécdotas compartidas sobre el soberano.
En los últimos dos meses, el Rey y Cabanela han mantenido contacto telefónico constante: han hablado dos veces a la semana. Tiempo en el que médico y paciente han mantenido conversaciones de carácter clínico como es natural, pero también otras entrañables y divertidas. Refiriéndose a uno de esos momentos en los que el monarca le hizo reír, el cirujano ha revelado una conversación con don Juan Carlos el día antes de ser operado por segunda vez de la cadera: “Me dijo, muerto de risa: ‘¡Mira lo que les he hecho a estos!’, y me contó que se había cubierto la frente con unas manchas de betadine, se había puesto un esparadrapo en la nariz, se había vendado la muñeca y había ido a ver a los médicos de La Zarzuela para decirles que se había caído. Y los médicos consternados hasta que el Rey, claro, rompió a reír”.
La anécdota ilustra que don Juan Carlos se encontraba mucho más relajado ante su segunda intervención de cadera, que ante la del pasado mes septiembre cuando sufría fuertes dolores. Y apostilla el doctor Cabanela que el Rey era como se lo había imaginado, "quizá con un sentido del humor más espontáneo de lo que pensaba".
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