Pintando un mural y rodeada de niños y libros, la Princesa de Asturias cierra su agenda oficial hasta después de Navidad

Por hola.com

La Princesa de Asturias ha vuelto a implicarse en una convocatoria para fomentar la lectura entre los niños al visitar hoy el XXXVI Salón del Libro Infantil y Juvenil, donde ha podido compartir, codo con codo, su pasión por los libros con los niños y adolescentes que disfrutaban de esta iniciativa.

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Leer y comer, porque la edición de este año se ha dedicado a la comida en los libros bajo el lema "¿A qué te sabe este libro?", y el cocinero Paco Roncero ha dirigido un pequeño taller gastronómico que ha permitido a los chavales, y también a doña Letizia, saborear los deliciosos experimentos de este investigador.

El Consejo General del Libro organiza cada año el Salón del Libro Infantil y Juvenil, con implicación de diversas instituciones y fundaciones, con el propósito de animar a los niños a adentrarse en el mundo de la lectura y también en el de la creación literaria. Así, la Princesa no ha dudado en sentarse en el suelo con los pequeños de cuatro años que ilustraban en un gran papel una historia que se iba a transformar en cuento, ha escuchado a una cuentacuentos que mantenía absorto a otro grupo y ha hecho buenas migas con un niño que participaba en un taller dedicado al formato digital.

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El Salón, ubicado en el Centro Cultural Conde Duque, se inauguró el 13 de diciembre y mantendrá sus puertas abiertas hasta el 5 de enero, con numerosas actividades gratuitas pensadas para que los niños descubran el valor de la lectura y el mundo que se despliega ante ellos desde el mismo momento en que abren la tapa de un libro. Este año ha incluido una exposición dedicada al ilustrador Ulises Wensell, uno de los más destacados de España, fallecido hace un año, y con cuyo hijo doña Letizia ha recorrido los paneles que exhiben algunas de sus más celebradas ilustraciones de cuentos. Especial interés ha despertado en la Princesa el espacio dedicado al formato digital, donde los menores pueden manejar una aplicación para tabletas que les hace más amena y estimulante su primera experiencia lectora a partir de las aventuras de Don Quijote.

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Mientras doña Letizia recorría los diferentes espacios del salón, el cocinero Paco Roncero despertaba la admiración de un grupo de chavales a los que demostraba, con su ayuda, cómo es posible solidificar chocolate con nitrógeno líquido y crear la cocina en miniatura que tanta fama le ha dado. Cuando la Princesa se ha incorporado a este taller, Roncero se afanaba en elaborar unas "barbas de dragón", una especie de madejas de caramelo parecidas al algodón dulce que los muchachos asistentes a la clase práctica han compartido con ella. Luego, el cocinero le ha regalado dos libros suyos, uno dedicado a las tapas, lo que ha llevado a doña Letizia a preguntar a los chavales si alguna vez habían salido de tapas; la respuesta, afirmativa, ha sido unánime.

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Su visita ha concluido tras pasar por el auditorio donde el escritor de literatura infantil y juvenil Jordi Serra i Fabra, a quien la princesa conoce desde hace muchos años, daba una charla sobre su vida y su obra para un grupo de 300 jóvenes lectores. Con doña Letizia sentada en primera fila, los chavales le han dirigido preguntas a las que el autor, responsable de más de 400 novelas, ha respondido con su habitual entusiasmo y haciendo gala de su absoluta devoción por el mundo de las letras: "Si no fuera escritor, sería un cadáver", les ha confesado. La propia Princesa ha tomado la palabra para animarle a que les contara su experiencia sobre la fe que él tuvo desde muy pequeño en el valor de su trabajo, cuando nadie creía en él. Tras escuchar sus palabras y antes de marcharse, doña Letizia ha dirigido un mensaje a los asistentes: "A trabajar y a luchar por lo que uno cree, aunque nadie te crea"