El príncipe Joaquín y la condesa Alejandra, reencuentro por sus hijos

La 'familia' al completo disfrutó de una mágica tarde de circo en Møgeltønder

Por hola.com

No hay duda de que el príncipe Joaquín de Dinamarca y su ex esposa, la condesa Alejandra, son un ex matrimonio ejemplar. Lo ratifican en cada una de sus apariciones públicas conjuntas, así como en sus frecuentes encuentros privados con los que demuestran dar prioridad absoluta a sus valores familiares. Ayer volvieron a reunirse con sus dos hijos, los príncipes Nicolás y Félix, para disfrutar de una formidable tarde de circo en familia.

Los cuatro se lo pasaron en grande. Dieron un paseo desde el palacio de Schackenborg, residencia del Príncipe y situada al sur de Jutlandia, hasta el vecino pueblo de Møgeltønder, donde el Circus Arena celebraba una función. En la entrada principal, fueron recibidos por la nieta más joven del propietario del circo, de 10 años, quien le entregó a la Condesa un ramo de flores. Poco después, un Pierrot le dio a cada pequeño Príncipe un algodón de azúcar, no sin antes advertirles de que sólo se lo daría si tenían permiso del dentista.

Carcajadas y algodón dulce
Era tan sólo el aperitivo de una tarde de magia y diversión; el plato fuerte venía después. Un espectáculo circense que, como muestran las imágenes, cautivó a los espectadores reales. Los niños, franqueados por sus padres, no pararon de reírse a mandíbula batiente durante la función y el príncipe Joaquín y la condesa Alejandra, aparte de sacar al niño que llevan dentro y disfrutar enormemente con sus hijos, dieron muestras una vez más de su amistad. Una buena relación que es extensible también a las nuevas parejas de ambos, Marie Cavallier y Martín Jørgensen.

El plan familiar fue un éxito, como esperaba la Condesa. De hecho, fue la propia condesa Alejandra quien propuso en 2001 que el Circus Arena hiciera una función extra en Møgeltønder. Desde entonces, el superávit de estos espectáculos ha ido destinado a la Fundación contra el Cáncer Infantil.