Rania e Imán de Jordania se vuelcan con los niños huérfanos

Siempre preocupada por los sectores vulnerables de la sociedad, la reina hachemita enseña a su hija su papel de servicio público

Por hola.com

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Desde el pasado 28 de junio el mundo islámico está viviendo su mes más importante con la celebración del tradicional Ramadán, un tiempo de recogimiento y fe que practican millones de musulmanes en todo el mundo. La reina Rania de Jordania -una más entre ellos- aprovecha esta época para intensificar, más si cabe, sus labores solidarias.

Especialmente sensibilizada con la situación de la infancia, en su última aparición Rania celebró un banquete en la corte real para niños huérfanos de centros de atención pertenecientes al Ministerio de Desarrollo Social y del Fondo Al Aman para el Futuro de los Huérfanos. La cena tenía un carácter muy especial ya que se trataba del Iftar, la comida nocturna con la que se rompe el ayuno diario durante Ramadán y que tradicionalmente se hace en comunidad.

Durante el encuentro la anfitriona se interesó por la situación y condiciones de cada uno de ellos e incluso ayudó a servir la cena a aquellos niños con los que compartía mesa. Rania estuvo acompañada en todo momento por la princesa Imán que desde que se graduó, el pasado 4 de junio, acompaña a su madre en la mayoría de sus labores sociales.

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A través de las redes Rania reiteró su apoyo a estos niños que "han sido privados del amor de padres y madres”. También admiró y calificó de “inspiradora” su determinación para “continuar su educación después de dejar el orfanato y construir un futuro esperanzador para sí mismos”.

Siempre preocupada por los sectores más vulnerables de la sociedad, unos días antes de este encuentro Rania se interesó por la situación de los ancianos del centro de mayores Darat Samir Shamma, donde se preocupó por sus condiciones e intercambió con ellos experiencias y anécdotas de la vida cotidiana. La reina visitó todas las dependencias: desde los cuartos de ajedrez, donde los hombres estaban reunidos jugando una partida; hasta los talleres de jardinería, donde varias mujeres trasplantaban flores.

En esta visita también estuvo presente la princesa Imán, con la melena suelta y un elegante traje negro por debajo de la rodilla, la segunda hija de los Reyes de Jordania observó con discreción los pasos de su madre, en la que tiene el mejor ejemplo a seguir de una vida dedicada al servicio público.

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Mientras que su hermano mayor el príncipe heredero Hussein, que acaba de cumplir los 20 años, sigue la línea trazada por su padre con una impecable carrera militar y política, la princesa Imán, que tiene de 17, se postula como la heredera indiscutible del “estilo Rania”, glamour y solidaridad a partes iguales.

Además de los hijos mayores, los reyes son padres de Salma, de 13 años, y de Hashem, de 9. Los pequeños de la familia todavía no participan en todos los actos oficiales pero hay momentos especiales que no se quieren perder, como la reciente visita del Papa Francisco a Jordania.