La reina Sofía respira Grecia estos días. Respira un Atenas resplandeciente que espera dar cobijo a unos Juegos Olímpicos inolvidables. Y ha acudido a su tierra, aquella que tuvo que abandonar hace más de cuarenta y dos años, con el deseo no sólo de convertirse, una vez más, en talismán de los deportistas españoles, sino de disfrutar del buen hacer de sus paisanos, con la organización de unos Juegos que vuelven a sus orígenes.
Dos años después La Reina inauguró dos exposiciones en Atenas, allá por 2002, dedicadas a Picasso y Dalí. Ahora, dos años después de haber acudido convertida en embajadora cultural, la reina Sofía se transforma en seguidora del equipo olímpico nacional, junto con su cuñado, Iñaki Urdangarín, y su hija, la [infanta Cristina], quienes viven expectantes y emocionados los preámbulos a la ceremonia de apertura que tendrá lugar esta tarde.
Una Casa de España en el mismo Atenas Los duques de Palma y la reina doña Sofía disfrutan de Atenas, eso sí, una ciudad sometida a fuertes medidas de seguridad. Ayer por la tarde, la Reina acudió a la inauguración de la Casa de España. Los deportistas españoles recibieron esta visita con algarabía, recordando el poder de talismán que ejerce la Familia Real con nuestros deportistas.
Se espera que disfruten de la ceremonia de apertura los duques de Lugo, los duques de Palma y la reina Sofía. Al parecer, más de cuatro mil personas formarán parte de un espectáculo que tratará de recrear los antiguos Juegos Olímpicos, en un montaje donde las luces tendrán un papel prioritario (más de dos mil focos móviles iluminarán todo lo que se desarrolle en el estadio). El rey don Juan Carlos acudirá a los Juegos cuando comience la competición. Por su parte, mandatarios de todo el mundo estarán allí; entre otros, el primer ministro británico, Tony Blair, el canciller alemán, Gerhard Schroeder,Vladimir Putin o George Bush padre.
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