Mayor picor, más granitos o enrojecimiento de la piel… La dermatitis atópica, que padecen entre un 10% y un 20% de los bebés y niños españoles, según la Academia Española de Dermatología y Venereología, parece empeorar en primavera. El motivo se encuentra en el aumento de alérgenos estacionales propios de esta época del año que, como el polen, “provoca un estímulo en el sistema inmunológico del paciente que puede empeorar la dermatitis atópica”, detalla la Dra. Patricia Abajo Blanco, especialista en Dermatología médico-quirúrgica y Venereología y Dermatología Estética, del Hospital Universitario Vithas Madrid Arturo Soria.

¿Qué es la dermatitis atópica?

“La dermatitis atópica (DA) es una enfermedad inflamatoria de la piel, crónica, que cursa en brotes y es más frecuente en la lactancia y en la infancia”, nos explica la Dra. Abajo Blanco. De hecho, es habitual que aparezca en los primeros meses de vida del bebé, especialmente entre los 2 y los 6 meses. Aparece como producto “de interacciones entre la susceptibilidad genética que da lugar a una barrera cutánea defectuosa, alteraciones innatas en el sistema inmunitario y una respuesta aumentada a alérgenos y a antígenos microbianos”.

Si por algo se caracteriza la dermatitis atópica es por el prurito, es decir, por el picor. “Es el síntoma más importante y que debe controlarse porque, de no ser así, el rascado va a aumentar el proceso inflamatorio, perpetuando la dermatitis”, advierte la dermatóloga. A esta, hay que añadir otras dos características importantes, como son la sequedad de la piel y la dermatitis eccematosa.

©GettyImages

¿Qué cuidados se deben seguir con bebés y niños con dermatitis atópica en primavera?

La doctora recalca que “el cuidado de los niños con dermatitis atópica debe realizarse todo el año”. Partiendo de esta premisa y del hecho de que la primavera, como sabemos, trae consigo mayor cantidad de alérgenos en el aire y, en consecuencia, una posible acentuación de los síntomas, lo que hay que hacer en esta estación es intensificar las medidas que se hayan tomado el resto del año con el objetivo de “intentar prevenir los brotes de eccema, disminuir su duración y que si aparecen sean más leves”. Estas son, según la dermatóloga de Vithas Madrid Arturo Soria, las medidas más importantes que las familias de niños con dermatitis atópica deben seguir:

• Aumentar la hidratación de la piel con emolientes específicos
• Higiene suave con lavantes libres de detergente, con actividad desengrasante mínima y pH neutro
• Evitar cualquier tipo de irritantes y alérgenos tanto ambientales como en los cosméticos
• Ropa de algodón
• Lavar la ropa nueva antes de usarla para reducir los niveles de formaldehido y otras sustancias químicas. Preferentemente usar detergente líquido y un segundo ciclo de aclarado
• Evitar la exposición a temperaturas y humedad extremas
• Evitar situaciones estresantes, ya que los factores emocionales pueden exacerbar la enfermedad

¿Es posible evitar que un niño con dermatitis atópica se rasque?

Como señalaba la Dra. Patricia Abajo, es importante procurar evitar que el niño se rasque la zona afectada porque, de lo contrario, puede empeorar los síntomas, pero ¿cómo evitarlo? Especialmente si se trata de niños de corta edad, detener sus irrefrenables ganas de rascarse puede ser misión imposible, por mucho que se lo expliquemos. En este sentido, es fundamental procurar que tengan las uñas siempre cortas y bien limadas para que no se hagan más daño y, por supuesto, lo primero que hemos de tener en cuenta es que, si supone un verdadero problema para el niño, le afecta a sus quehaceres diarios o al sueño, hemos de acudir con él al pediatra o al dermatólogo; será el profesional médico el que nos indique si hemos de darle o no antiestamínicos, alguna crema con esteroides tópicos o algún otro medicamento.