Ana nos cuenta que lució esta maravillosa pieza "encima de un traje recto, de manga larga, con detalles en los puños, escote pico y espalda rectangular. Sencillo pero elegante (bajo mi punto de vista, claro). El chaleco lo llevé para la iglesia y aperitivo, y para la comida y fiesta, el vestido recto no llevaba nada de cola, que lo hacía mas cómodo".