Ana, la novia valenciana del chaleco de encaje que se hizo viral

Ana nos explica que ella tenía claro parte del diseño de su gran día: el chaleco. "Lo vi en una revista hace muchos años y me gustó la idea, luego se volvieron a poner de moda y terminó por ayudarme a decidir que fuera así", nos explica. Eso unido a que Alicia Soler, diseñadora de Aleste, entendió perfectamente su idea, hizo que el resultado fuera una auténtica maravilla.

"El vestido que llevé eran 2 piezas. Me casé en noviembre, entonces aproveché para llevar un chaleco con tela como de guipur hecha a mano que hacía una larga cola –me encantan las colas largas en los vestidos de novia, hay que aprovechar la ocasión–", nos cuenta.

Ana nos cuenta que lució esta maravillosa pieza "encima de un traje recto, de manga larga, con detalles en los puños, escote pico y espalda rectangular. Sencillo pero elegante (bajo mi punto de vista, claro). El chaleco lo llevé para la iglesia y aperitivo, y para la comida y fiesta, el vestido recto no llevaba nada de cola, que lo hacía mas cómodo".

Para ella, como para otras novias, lo fundamental era llevar aquel día accesorios con un significado especial, sin importar su tono o si son nuevos o prestados. "Le daba más valor a llevar algo de mi madre. Llevé su alianza de boda, a parte de varios anillos mas con significado para mí", nos cuenta.

"El vestido que llevé eran 2 piezas. Me casé en noviembre, entonces aproveché para llevar un chaleco con tela como de guipur hecha a mano que hacía una larga cola –me encantan las colas largas en los vestidos de novia, hay que aprovechar la ocasión–", nos cuenta.

Ana y Pablo se conocieron haciendo el Camino de Santiago y después de 8 años de noviazgo decidieron dar el gran paso. "Surgió... creo que cuando tienes una pareja estable de tantos años y los dos quieren casarse, al final sale solo", nos cuenta ella.

Se casaron en la Iglesia Dominicos (porque era el colegio de Ana) y la celebración fue en Masía del Carmen, Valencia. "Es una masía muy bonita, con mucha naturaleza, rodeada de pinada y muy bien distribuidos los espacios. A Pablo nada mas verla, le encantó y a mi también, así que no teníamos mucho mas que pensar", nos cuenta.

Para organizar todos los detalles de su gran día no contaron con la ayuda de ninguna wedding planner. Entre ellos, ayuda de sus familiares, amigos y Pepo y Mel, los encargados de Masía del Carmen, consiguieron que todo fuera como habían imaginado. ¿Algunos de los detalles más especiales? "La temática del seating plan eran refranes. Cada mesa era un refrán, porque me gustan mucho, lo vi en algún sitio y me hizo mucha gracia".

"Pusimos un grupo de música que tocó canciones pop español míticas, que eso animó a la gente entre terminar de comer e iniciar la zona de discoteca. Fue un momento muy divertido".

Pero sin duda lo más especial para ellos fue lo arropados que se sintieron durante todo el día. "Pablo y yo tenemos familias muy grandes, y por suerte muchos amigos que se emocionaron con nosotros, lo dieron todo e hizo que Pablo y yo disfrutáramos al verlos a ellos. Sin duda, ver a todos los que quieres juntos, por nosotros y disfrutando así, hizo que todo valiera la pena".