Barcelona Bridal Week: Elisabeth Barboza y Jesús Peiró

Ambos diseñadores han presentado sus colecciones en la segunda jornada de desfiles

Por hola.com

La incursión de la diseñadora Elisabeth Barboza en el universo de las novias parece funcionar a las mil maravillas de la mano de su madrina, Pronuptia, la casa de novias creada en París en los años 50, y con quien ha trabajado mano a mano colaborando en sus colecciones para Christian Lacroix o Roberto Torretta desde hace casi dos décadas. Esta nueva línea con su nombre es sin duda el homenaje perfecto de la firma a su más fiel colaboradora, un punto de honor que, sobre la pasarela, se ha transformado en luminosos vestidos plagados de detalles hiperfemeninos, como dulces capullos de flores en tonos rosa, bordados o estampados sobre las faldas de seda, grandes botones de nácar, o aplicaciones de plumas prendidas de broches de cristal.

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Imagen: Barcelona Bridal Week (Colección de Elisabeth Barboza)

Repleto de fantasía ha estado, también, el pase de Jesús Peiró: inspirado por el mito de la Atlántida, sus creaciones para 2011 buscan el equilibrio entre lo arquitectónico y lo orgánico, como una auténtica ciudad submarina que emerge misteriosamente de lo más profundo del mar. Vestidos cubiertos enteramente de paillettes, anémonas de strass que parecen cristalizarse sobre el tejido, crustáceos de piedras y brillos, cuerpos trabajados a base de bordados y pedrería, encajes de chantilly con diminutos topos que contrastan con enormes lazos rematados con perlas, boleros, capas, tops-canesú...

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Imagen: Barcelona Bridal Week (Colección de Jesús Peiró)

Los tejidos investigan líneas fluídas, capaces de crear siluetas líquidas mediante el raso, el shamtung de seda o el organdís. Las jaretas deshilachadas y los bajos se rizan con estratégicos cortes al bies emulando la espuma de las olas del mar, mientras que los volúmenes se multiplican a la hora de hablar de las capas, las faldas princesa o las mangas farol. El vestido más espectacular: el único que ha emergido en color champán entre un mar de tonos sal y nácar, con corte imperio estilo años 20 y completamente cubierto de cristal.