Nieves Álvarez nos habla de moda: "No tienes por qué seguir al pie de la letra lo que se lleva"

La modelo nos cuenta sus trucos de estilo y su visión personal del mundo del diseño

Por hola.com

Cautiva a la cámara desde hace años. Digamos que es toda una institución dentro del mundo de la moda. Nieves Álvarez es ejemplo de elegancia -no hay ránking sobre las mujeres que mejor visten en el que no aparezca su nombre-, de esfuerzo, puntualidad y saber estar. Cualidades que hemos podido comprobar en primera persona hace unos días cuando la modelo madrileña -casada con el fotógrafo Marco Severini, con quien tiene tres hijos, Adriano y los mellizos Brando y Bianca- nos recibió para un 'face to face' en el que nos habló de su vida, sus proyectos y moda, mucha moda. Nos presentó en 'petit comité' los nuevos diseños de las lentes dinámicas Transitions, de las que, además, es imagen. Posó para nosotros y nos abrió su corazón y su armario.

-Hoy, miras a nuestro objetivo de forma diferente y con un complemento muy especial... ¿unas gafas de sol?
No, no son gafas de sol. Son lentes normales, con su correspondiente graduación, pero que tienen la faceta de que te protegen de los rayos del sol. Es decir, cuando estás en tu casa, son lentes transparentes, normales... pero al salir al sol se oscurecen hasta que la lente se parece a una gafa de sol. Pero no lo son, son lentes que se adaptan un poco a la luz del día a día. Son... dinámicas.

-Antes de empezar esta entrevista nos comentabas cómo unas gafas son un complemento imprescindible para ti. ¿Qué significado tienen para tu día a día?
Sí, siempre he llevado lentes... pues tenía 6 años cuando me las pusieron en el colegio. Y, desde ese momento, las he llevado, aunque quizá antes no me veíais tanto con ellas Sin embargo, mis íntimos siempre me recuerdan con ellas. Eso sí, voy a graduarme periódicamente, pues creo que es muy importante controlarte un poco la salud visual yendo cada año a una revisión.

-A ti, personalmente, ¿qué estilo de monturas es el que más te gusta?
A mí, ¡grandes! Me encantan. Pero, por ejemplo, cuando estoy en el taller de diseño, utilizo unas monturas de metal más finitas.

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-Y hablando de complementos, ¿cuál es tu favorito?
Los zapatos me encantan. Los bolsos también. Pero podría decir que el 90 por ciento de las mujeres tenemos debilidad por los zapatos.

-¿Zapato plano o tacón?
Por el día, me verás casi siempre con bailarinas o un tacón muy bajo. Pero, por la noche, sí me gusta llevar un tacón muy alto. Aunque que no sean plataformas. Creo que sólo me he subido a unas una vez, exceptuando cuando ha sido en sesiones fotográficas o pasarela.

-¿Por qué no te gustan las plataformas, tan de moda en la actualidad?
En mi vida personal no me gustan porque mido casi 1,80 metros y ya casi nadie se quiere poner a mi lado, pues ¡imagínate cuando me subo a una plataforma! Creo que son un elemento estético que no favorecen ni a las muy altas ni a las que son más bajas. No hace una bonita proporción de pierna.

-Ahora, dejemos de lado los complementos, y hablemos de tendencias en general. Concretamente, centrémonos en las de este verano de 2012. De ellas, ¿cuáles te seduce más?
Me encanta que haya llegado el color y que la gente arriesgue con combinaciones poco tradicionales. Amarillo con azul, rojo con rosa... Ves mucho color por la calle. A mí, por ejemplo, me encantan los azules, rojos, el negro... el fucsia me gusta muchísimo. Especialmente, me gusta la combinación de fucsia con rojo o marrones con azules.

-Y, de todas estas tendencias veraniegas, ¿hay algo que no hayas podido adoptar?
Yo creo que nada. Creo que las tendencias están ahí y tú eres la que debes ver qué puedes seguir o no. No tienes por qué seguir al pie de la letra lo que se lleva. Si se lleva el colorido y no te gusta y eres más de monocolores o de blanco o negro, tienes que saber adaptarlo a tu estilo. A mí, personalmente, me gusta jugar con todo.

-En general, y según tu opinión, ¿qué 'musts' dirías que caracterizarán este verano?
Colorido, estampado animal, los brocados, tonos pasteles... y unas lentes con montura en color rojo.

-Moda, proyectos... y ¡llega el verano! ¿Habrá descanso merecido este año?
Claro, siempre habrá vacaciones con mis niños y mi marido. Siempre hay que saber parar. Tengo que trabajar hasta primeros de agosto, pero luego ya tengo tres semanas en las que estamos tranquilos. No tenemos todavía decidido dónde iremos este año. El año pasado fuimos por Italia, quizá esté nos quedemos en España.

-¿Cuál es el viaje de tus sueños aún por realizar?
Irme a Bali con mis hijos. A Marco y a mí nos encantaría. Es una isla muy importante para nosotros, pero todavía ellos son muy pequeños y nos asustan tantas horas de vuelo. Y, además, luego no se acordarían. Así que esperamos.

-Hablando de viajes, sin duda, siempre pasa por la cabeza ese momento de... ¡hacer la maleta! ¿Te estresa o ya lo tienes más que superado?
Me estresa más la vuelta y tener que colocar todo porque yo soy súper ordenada. Como te digo, no me estresa tanto tener que hacerla. Además, tengo todo muy claro y hago todas, las mías y las de los niños, y no dejo que nadie las haga porque sé perfectamente lo que tengo que llevar después de tantos años. Soy una experta en maletas con tanto viaje. Pero cuando vuelvo, lo primero que hago es abrir las maletas y tengo que colocar todo.

-¿Qué guarda tu maleta?
Las vacaciones son eso vacaciones. No me planteo mucho mi maleta. Llevo mis básico y algún vestido para salir por la noche, un zapato plano y otro de tacón. Un pareo, caftanes... y, entre bañador y biquini, yo soy más de bañador. También sombreros porque no me gusta mucho tomar el sol. Me pongo muy morena, aunque me ponga protección 50.

-¿Por qué no te gusta tomar el sol?
A nivel profesional, cuando estás muy morena el tono de piel no queda muy bonito en foto. Yo, de por sí, cojo un tono muy bonito aún con mucha protección. Además, soy consciente de que hay que protegerse y no creo que sea excesivamente bueno ponerte al sol.

-Para un viaje de fin de semana, ¿qué llevarías?
Un 'jeans', una camisa blanca, una americana negra, un complemento de color divertido como un bolso y unos zapatos altos, y, por si surge algún plan, un vestido estampado si es verano o, en su su defecto, uno negro.

-Olvidándonos por un momento de las vacaciones, volvamos al trabajo. ¿Cómo entienden tus hijos la profesión de modelo?
No se lo he explicado. Saben que su mamá sale en las revistas. En ocasiones, me dicen “mamá mis amigos dicen que eres modelo”, o paso por la calle Velázquez frente a la peluquería Cheska, que tienen mi foto en la fachada, y al verla empiezan a gritar “¡mamá!”... y todo el mundo te mira, tú te mueres de vergüenza... (risas). Pero no son conscientes de por qué. Intento quitarle importancia. Eso sí, están súper orgullosos.
Por ejemplo, otras veces yendo por la calle, hay fotógrafos. Ellos los ven y yo les digo “venga chicos, saludar”. Sí se cuestionan por qué les hacen fotos, pero se lo intentas explicar de la manera más normal, además, todavía son muy pequeños para entenderlo.

-¿No te agobia ese momento de estar con tus hijos y que haya fotógrafos?
Me agobia. Pero comprendo que es parte de su trabajo y a muchos les conozco. Les digo que me hagan la foto y ya está. A veces, te preguntas que noticia hay para que te fotografían. Pero sé que forma parte de mi trabajo. Respeto su trabajo y ellos me respetan a mí. Nunca he tenido problema con ellos. Debes aceptar la parte buena y la menos buena de tu trabajo.

-¿Crees que alguno se plantea ya ser como mamá?
No, para nada. Los dos chicos, Adriano y Brando, quieren ser futbolistas y ni lo piensan. La niña, Bianca, es muy pequeña y, aunque es coqueta y muy femenina, ni se le pasa por la cabeza ser modelo. Tampoco yo se lo digo. Ven que les hagan fotos como algo normal, pues su padre es fotógrafo y les hace fotos, pero siempre como cualquier padre, no con otro objetivo.

-Y ¿tampoco les seduce seguir los pasos de papá?
No, tampoco. Yo creo que no les gusta nada. Muchas veces dicen que ya no quieren más fotos. Son muy pequeños, tienen siete y cuatro años los mellizos. Nunca les he llevado para que me acompañen a un trabajo. No saben en qué consiste. A veces, el mayor, Adriano, me dice que quiere acompañarme, pero le digo que no. No creo que sea el ambiente para un niño. Ellos deben estar en el parque jugando y con sus amigos. A veces, me preguntan si me los llevo de viaje. Para qué, me digo yo. Si yo estoy trabajando, los voy a tener que dejar en un hotel, y, para eso, mejor están en casa, es decir, en su entorno y con sus cosas.

-¿Quieres decir que no es bueno para un niño cambiar su ritmo de vida?
Hay compañeras que sí lo hacen. Pero cada uno hace con su vida lo que quiere y sabemos lo que tenemos que hacer con ella. Nadie debe juzgar a los demás. Yo hago lo que creo que, para los míos, es lo mejor. Quizá, para otros niños, lo mejor sea viajar con sus mamás. Cada uno tiene que decidir eso.

-Continuemos hablando de niños, aunque, en esta ocasión, desde un terreno diferente. ¿Cómo nace la idea de crear una firma de ropa infantil, N+V, en colaboración con la marca Villalobos?
Cuando fui madre, me empezó a atraer la moda infantil. Buscaba y no encontraba lo que buscaba. Entonces, conocí a la familia Esquivias, que poseen la firma Villalobos. Empezamos a colaborar y lo que empezó siendo la idea de hacer una línea, al final, fue tan diferente que hizo que naciera N+V. Es una marca nueva que emerge de la unión de dos fuerzas, la de la tradición de 50 años de Villalobos con el espíritu de una madre joven de hoy en día. Y estoy muy contenta cuando ves que sale el trabajo. De hecho, acabo de terminar la colección de verano 2013 y ha resultado muy bonita. Es satisfactorio cuando ves materializado el resultado de horas en el taller.

-Es decir, tú trabajo en N+V es algo más que 'poner nombre', ¿no?
Me implico totalmente. De hecho, voy todas las mañanas, a no ser que tenga algún compromiso de trabajo ineludible. Sólo me falta fichar como hace el resto del taller.

-¿Cómo definirías la imagen de la firma?
Es una ropa especial para vestir. No hago ropa informal porque creo que todas las madres tienen acceso a ropa muy 'casual' con mucha facilidad y a muy buen precio. Hago ropa diría un poco distinta, de buen patronaje, moderna, con mucho diseño... para las mamás que quieren llevar a sus hijos de forma distinta y actual.

-Teniendo muchos amigos en el mundo de la moda imagino que habrás recibido consejos o incluso críticas constructivas.
Sí y me encanta. Soy la primera que lo quiere. Por ejemplo, cuando hice mis dos primeros trajes de comunión, fui directa a Roberto Torretta y a Juanjo Oliva para preguntarles qué les parecían. Además, siempre les digo que no teman decirme una crítica mala porque lo que quiero es aprender. Para que nos digan lo guapos que somos y lo bien que lo hacemos, tenemos a demasiada gente. A los amigos de verdad les digo que, aunque duela, me lo digan. Los que te quieren siempre están ahí para decirte lo bueno y también lo malo.

-¿Todas estas críticas constructivas, que te han hecho evolucionar dentro del mundo del diseño, se verán alguna vez plasmadas en moda para adultos?
No, no... Juanjo Oliva siempre me dice que sería una estupenda diseñadora. Pero no, por el momento, no. Aunque nunca se sabe. De hecho, si hace tres años me dices que iba a diseñar ropa para niños, no me lo hubiera ni creído. De momento, quiero que este proyecto de moda infantil siga para adelante. Aunque se vende en tiendas multimarca, acabamos de inaugurar nuestro primer punto de venta propio, en El Corte Inglés de Castellana, y estoy muy contenta y poniendo mucho esfuerzo en ello.

-Y, en general, ¿qué otros proyectos futuros tienes ahora?
Gracias a Dios es un año muy bueno a nivel profesional y personal, por lo que estoy muy contenta. Soy imagen de varias firmas, como Pandora o Transitions, y, dentro de poco, lanzaré mi proyecto televisivo, pero, de esto, poco más puedo contar.


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