Era una de las bodas más esperadas del año. Él, bisnieto de Alfonso XIII e hijo de Alfonso de Borbón, el fallecido duque de Cádiz, y de Carmen Martínez-Bordíu ; ella, heredera de una de las mayores fortunas de Sudamérica, hija de un importante empresario venezolano.
Luis Alfonso de Borbón, hijo de Alfonso de Borbón, el fallecido duque de Cádiz, y de Carmen Martínez-Bordíu, ha mantenido siempre mucha discreción en lo referente a su vida privada, por eso no es de extrañar la expectativa creada. Algo a lo que también contribuye el que la novia, María Margarita Vargas Sataella, sea hija de Víctor José de Vargas y Uruaquin, abogado y financiero, actual presidente del Banco Occidental de Descuento de Venezuela, y de Carmen Leonor Santaella Tellerías.
A las siete de la tarde hora local (de madrugada en España) contrajeron matrimonio en la pequeña capilla de San Estanislao de Cracovia, una de las más antiguas de la capital dominicana. Fue una bella ceremonia donde no sé dejó nada a la improvisación. Excepto los testigos que iban de riguroso frac, el resto de hombres llevaban esmoquin negro; las damas, de largo, lucieron modelos de gala muy elegantes. Como en todas las bodas, uno de los momentos más esperados era la llegada de la novia, momento en que se descubrió uno de los secretos mejor guardados: el vestido nupcial, un diseño de Victorio & Lucchinoen raso duquesa, con un sobrevestido de chantillí y cuatro metros de cola.
Los 1.570 invitados se desplazaron después de la ceremonia religiosa hasta unas carpas situadas para la ocasión en la propiedad de los Vargas en La Romana, dentro del complejo de la Casa de Campo. Allí se celebró el banquete, servido por un chef neoyorkino, y la posterior fiesta, amenizada por las actuaciones de Juan Luis Guerra, David Bisbal, Los del Río y Manuel de Angustias, que se prolongó hasta altas horas de la madrugada.
Entre los invitados destacaron la hermana de Alfonso, Cynthia Rossi, hija de Carmen y Jean Marie Rossi y la hermana de la novia, María Victoria de Vargas, casada con Francisco Javier D’ Agostino. Precisamente fue durante su boda donde se conocieron Luis Alfonso y María Margarita. Los novios quisieron tener un detalle con los asistentes y dejaron en sus habitaciones puros para ellos y una cajita con cosméticos para ellas.
En los días previos al enlace, se celebraron diferentes reuniones con los invitados, una de ellas en casa del diseñador Oscar de la Renta, y comidas en la playa, aprovechando el clima cálido de la República Dominicana.
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