El frío, pieza clave en el envejecimiento de la piel

Soluciones naturales y caseras para cuidar la piel durante el invierno

Por Gtresonline

Existe una creencia popular que afirma que el frío ayuda a mantener tersa la piel y cuida su apariencia juvenil. Una idea que no puede alejarse más de la realidad ya que, en verdad, las bajas temperaturas inciden de una manera muy negativa en nuestra dermis. Como resaltaba el Doctor Eduardo Junco a HOLA.com: “El frío, el viento y la intemperie son elementos que afectan de forma nociva a la piel expuesta. Durante el invierno esta sufre más que en otras estaciones. Se enfría con facilidad, se reseca y pierde vitalidad dando lugar a la aparición de hormigueos, grietas y durezas”. Unas manifestaciones que, en conjunto, se hacen presentes en el envejecimiento de la piel y otros problemas de mayor gravedad, más allá de la apariencia estética.

De este modo, no solo la acción de los rayos ultravioletas del sol en verano, sino también la exposición de la piel a condiciones externas adversas como el frío, el viento o las variaciones bruscas de temperatura, unidos a otros factores externos como la polución, pueden generar efectos irreversibles en nuestra piel. Es conveniente, por tanto, extremar los cuidados también cuando damos la bienvenida al otoño y, mucho más aún, en invierno. Junto con los tratamientos que nos indique nuestro dermatólogo y la rutina de cuidados diarios que aplicamos a nuestra piel para mantenerla sana y radiante, existen algunas soluciones naturales para cuidarnos durante los meses de frío que además podemos conseguir de una manera sencilla en casa.

Hidratación abundante

Para empezar, es conveniente evitar poner en contacto la piel con agua muy caliente ya que puede ayudar a deshidratarla. Además de aplicar una crema hidratante de día y de noche, se recomienda aplicar un extra de nutrición a nuestra dermis, más necesaria cuando aprietan las bajas temperaturas. Para estos casos, es perfecta la mascarilla base de yogurt, aceite de almendras y miel. Estos tres componentes, además de poseer un efecto regenerador devuelve al rostro el nivel de hidratación necesario.

Exfoliación perfecta con azúcar

Para conseguir un efecto detox sin dañar nuestra piel, es conveniente realizar una exfoliación al menos una vez al mes.  Uno de los productos más efectivos para lograr un exfoliante casero es el azúcar, ya que, no solo elimina células muertas, sino que corrige discromías y confiere un extra de luminosidad a los rostros opacos. Podemos conseguirla mezclando varias cucharadas soperas de azúcar con aceite de coco, hasta lograr la consistencia casi pastosa de cualquier mascarilla. A la hora de aplicarla es importante humedecer la piel con el fin de facilitar su aplicación. Para pieles muy grasas se puede aplicar una o dos veces por semana, y para dermis más secas se puede utilizar una vez al mes. Una vez colocada sobre la piel se deja actuar unos 5 minutos y se aclara con agua fría

Adiós a las manchas

Para ayudar a la desaparición de las manchas que persisten desde el verano y se acentúan en invierno, el agua de arroz es un magnífico aliado que ya en su día utilizaron nuestras abuelas. El arroz, es un astringente natural rico en vitamina B3, cuya propiedad principal es la blanqueadora. Se trata de un tónico natural que además reduce la flacidez y los primeros signos de edad.