Medio ambiente

El fin de las emisiones de dióxido de carbono está más cerca de lo que pensamos

Una nueva iniciativa presentada por el Gobierno de Nueva Zelanda podría tener la llave definitiva en la lucha contra el cambio climático

Por Gtresonline

Los esfuerzos por parte de expertos y gobierno en la lucha contra el cambio climático crecen con el paso de los años. Una preocupación global que, en la última década, se ha traducido en diversas iniciativas por parte de diferentes países con una importante trascendencia pública. Es el caso del proyecto de ley 'Carbono cero' puesto en marcha por parte del Gobierno de Nueva Zelanda con la que se busca eliminar la emisión de gases de efecto invernadero, excepto el metano, en 2050. Según el comunicado en el que Jacinta Ardern, Primera Ministra del país, anunciaba la iniciativa de enmienda a la Ley de Respuesta al cambio climático: "El dióxido de carbono es el asunto más importante que tenemos que abordar y por eso se ha asumido el importante enfoque hacia el carbono cero neto". En el mismo texto, la dirigente laborista hizo hincapié en que, sin embargo, se fijarán plazos diferentes en la tarea de la reducción de las emisiones de metano en el sector agrícola. Un aplazamiento lógico ya que el sector agrícola, área en la que reina el uso del metano, es clave en el desarrollo económico del país: "La agricultura es muy importante para Nueva Zelanda pero tiene que ser, también, una parte de la solución", ha aseverado Ardern.

VER GALERÍA

El objetivo de este plan sería la reducción del 10 % de las emisiones del metano biológico en 2030, que se ampliaría en un rango del 24 al 47 % en las siguientes dos décadas. El fin, que el proyecto de ley ha calificado como “legalmente vinculante”, sería evitar que el calentamiento global supere los 1’5 grados centígrados y obligaría al gobierno a apoyar a ciudades, negocios, agricultores y ganaderos a adaptarse a los efectos del cambio climático.

Cómo se lleva a cabo el 'Proyecto carbono cero'

Entre las funciones la innovadora plataforma se encuentran permitir la compra de energía producida a través de métodos limpios y renovables (como la solar o eólica) o comprarla a proveedores de electricidad que se hayan comprometido a limpiar su mancha de carbono mediante la adquisición de bonos. Todo esto dentro de un único mercado digital que funcione gracias a la tecnología blockchain (una base de datos compartida que funciona como un libro para el registro de operaciones de compra-venta o cualquier otro intercambio), lo que permitirá realizar transacciones justas, más baratas y seguras, en las monedas que queramos, sean criptomonedas o dinero común.

VER GALERÍA

Voces críticas

Aunque en un primer momento el proyecto ha sido muy bien valorado por los diferentes estamentos gubernamentales, también se han comenzado a oír las primeras voces críticas llegadas por partes de diferentes grupos ecologistas. En concreto, Greenpeace, cuyo director ejecutivo, Russel Norman, ha denunciado que esta iniciativa no está capacitada para conseguir sus objetivos y tampoco dispone de los mecanismos para velar por el cumplimiento de sus preceptos.

VER GALERÍA