Cómo nos afecta la contaminación acústica

Además de la pérdida de audición, los altos niveles de ruido provocan problemas psicológicos, como insomnio, estrés o ansiedad, pero también fisiológicos, como aumento de la frecuencia cardíaca o colitis

Por Gtresonline

Tráfico, comercios y oficinas ruidosas, actividad industrial, obras en la calle, bares y locales nocturnos, televisores a todo volumen… Estamos sometidos a altos niveles de ruido, especialmente en las grandes ciudades, donde es prácticamente imposible disfrutar de un momento de silencio. La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que el 76% de la población que vive en centros urbanos sufre un impacto acústico superior al recomendable, lo que causa un empeoramiento de la calidad de vida y un riesgo para la audición. Tanto es así que la contaminación acústica se ha consagrado como la principal causa de la mayoría de los trastornos auditivos. Sin embargo, a pesar de que la inmensa mayoría de las personas son conscientes de la gravedad de este problema, la mayor parte de la población no presta la debida atención a los altos niveles de ruido y sus consecuencias.

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10.000 muertes prematuras

La contaminación acústica provoca, al menos, 10.000 caos de muertes prematuras anuales en Europa, según el informe Ruido y Salud de DKV Seguros, publicado con motivo del Día Internacional de Concienciación sobre el Ruido. Este análisis destaca que, en España, uno de cada cuatro personas está expuesta a niveles de ruido superiores al umbral establecido por la Unión Europea, es decir, 55 dB durante el día y 50 dB por la noche, algo que sí parece suponer un hándicap para la inmensa mayoría de personas. Casi un tercio de los españoles ha confesado sentir molestias por ruidos generados en el exterior de su vivienda. Un 76% ha asegurado que la contaminación acústica afecta de forma significativa a su vida, de los que el 30% ha considerado ser algo especialmente molesto.

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A pesar de que estamos rodeados de niveles altos de decibelios, el ruido del tráfico continúa siendo la principal fuente de contaminación acústica. Es el responsable de un 85% de las emisiones acústicas y puede alcanzar entre 80-85 dB.

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Efectos del ruido

Estar sometidos de forma habitual a un exceso de ruido en el ambiente provoca múltiples problemas. A pesar de que la pérdida de audición es el efecto más generalizado, la contaminación acústica tiene una larga lista de repercusiones a nivel fisiológico, pudiendo provocar un aumento de la frecuencia cardíaca y respiratoria e incluso puede repercutir en el funcionamiento del sistema digestivo en forma de colitis o gastritis.

Esta problemática ambiental tampoco está exenta de efectos psicológicos. Dificultad en el descanso, bajo rendimiento, irritabilidad, falta de concentración, malestar, ansiedad o estrés son solo algunos de los síntomas que generan los altos niveles de decibelios. En este sentido, los otorrinolaringólogos reclaman medidas más rotundas contra la contaminación acústica y advierten de que los niños son los más vulnerables ante el exceso de ruido, puesto que tienen un oído muy sensible.

Según la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC), un 40% de los centros educativos de Madrid están expuestos a un ruido excesivo. "Esto puede interferir en el proceso enseñanza y aprendizaje y en el desarrollo cognitivo de nuestros escolares, así como en la disminución de su rendimiento académico por falta de concentración, dificultad de la atención y fatiga", insisten desde la asociación, que continúan tratando de concienciar a la sociedad de los nefastos efectos de la contaminación "invisible".

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