Raquel Sánchez Silva va recuperando poco a poco la tranquilidad y la serenidad que necesitaba tras vivir la repentina y dura pérdida de su marido, el cámara Mario Biondo. Cuando ya han pasado cuatro meses desde su desaparición, la presentadora extremeña ha retomado las riendas de su vida y está a la espera de nuevo proyecto para volver de nuevo a la televisión, un lugar que jamás se pensó abandonar.
La conductora del programa de Supervivientes se encuentra tan recuperada anímicamente que ha comenzado a tomar contacto con su medio profesional, acudiendo como invitada al concurso Pasapalabra, en el que Raquel volvió a lucir esa sonrisa que tanto hemos echado de menos durante este verano, en el que la presentadora se ha refugiado en la isla de Formentera junto a sus seres queridos y sus amigos tras la muerte de su marido.
Ahora y con la llegada del otoño, Raquel se prepara para hacer lo que mejor se le da, presentar programas. Se ha rumoreado con la posibilidad de que la presentadora regresara a la pequeña pantalla en Cuatro con un espacio llamado La incubadora, un formayo basado en una idea original de la productora de Risto Mejide, 60dB, sin embargo aún no hay nada cerrado ya que este proyecto aún se encuentra en las primeras fases de aprobación, tal y como han confirmado a hola.com el departamento de comunicación de Cuatro.
Pero mientras llega el momento de regresa al trabajo, la presentadora de Mediaset aprovechó para disfrutar de una tarde compras, junto a una amiga. Raquel, quien horas antes a la peluquería para dar un nuevo aire a su melena, lucía un look años sesenta compuesto por unos vaqueros pitillo, un chubasquero negro, unos modernos botines de agua unas originales gafas de ver y una pañuelo de lunares en la cabeza, que le daba un toque diferente.
Además de la ilusión con la que Raquel Sánchez Silva afronta su vuelta a la televisión, la presentadora tiene otro gran proyecto entre manos, el de ser madre, tal y como se mostraba en la revista ¡HOLA! de la semana pasada en la que podíamos ver a la presentadora visitando una clínica de fertilidad, pues antes de la desaparición de Mario, Raquel soñaba con ser madre y ese deseo no se ha esfumado, por lo que la conductora de Expedición Imposible no ha renunciado a tener un bebé.
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