Este fin de semana no sólo Toronto y la clausura del Festival de Cine de Venecia han sido los eventos que han acogido a estrellas de Hollywood, y es que en Francia también han tenido su particular alfombra roja. Como una auténtica ‘lady’ que es, y con una sonrisa de oreja a oreja, se presentó Salma Hayek para posar en la clausura de la 38ª edición del Deauville American Film Festival, celebrado en Francia. La actriz estaba impresionante, con un original vestido negro y escote semitransparente nude, altísimos zapatos peep toe y un recogido que acentuaba aún más sus facciones. Con ella se dejaron fotografiar su marido, el empresario francés François-Henri Pinault, con quien Salma lleva casada más de tres años, y su hija, Valentina.
El feliz matrimonio posó bajo la atenta mirada de fotógrafos y fans que allí se congregaron. Durante un instante, François se convirtió en el auténtico protagonista de la alfombra al observar y coger de la cintura a su mujer, mostrando así que siguen tan enamorados como el primer día. También la pequeña Valentina hizo las delicias de los fotógrafos al acompañar a su madre. Cogidas de la mano, madre e hija demostraron lo mucho que se parecen, y es que Valentina ya apunta maneras de estrella, al menos en cuanto al estilismo se refiere, al llevar un vestido blanco, sandalias con discreta cuña de esparto e incluso las uñas pintadas de azul.
Antes de enfrentarse a los cientos de flashes, Salma Hayek recibió un reconocimiento por su trayectoria profesional. Con un vestido blanco y azul, de pronunciado escote, y esta vez con su característico pelo suelto ondulado, la intérprete presentó su último proyecto, la película Savages, donde comparte cartel con actores de la talla de John Travolta o Blake Lively. Hayek tuvo tiempo también de firmar en el libro de la ciudad, atender a los fans que se congregaron para verla, e incluso mandar algún que otro beso a sus seguidores.