Kevin Costner y su mujer, Christine Baumgartner, que contrajeron matrimonio el pasado 25 de septiembre en su magnífico rancho de Aspen (Colorado), pasan su luna de miel en Escocia. La pareja, que impregnó su boda de un aire campestre ha preferido huir de los circuitos más turísticos y exóticos para relajarse y disfrutar de los bellos y verdes paisajes.
Estos días se les ha podido ver, más sonrientes y cariñosos que nunca, en el campo de golf "Royal and Ancient Course" de Saint Andrews, considerado la cuna de este deporte, que es por otra parte, uno de los preferidos por el protagonista de Bailando con lobos. Y es que, nada mejor hay para los recién casados que volver atrás y recordar los inicios de la relación, cuando sus miradas se cruzaron precisamente en un green hace cinco años.
Además, el actor aprovecha estos días para participar en el prestigioso torneo de Dunhill que se celebra anualmente en la pintoresca localidad costera (en sus hermosas playas se rodó en 1981 la más famosa escena de la película Carros de fuego). Kevin y su esposa no son los primeros rostros conocidos que se han dejado ver en el torneo de Dunhill. En él ha competido entre otros, Sean Connery, Samuel L. Jackson, Hugh Grant, Michael Douglas, Catherine Zeta Jones e incluso el residente más popular de la localidad, el príncipe Guillermo, estudiante de la Universidad de Saint Andrews, ha sido espectador en algunas ocasiones.
Junto a la joven Christine Baumgartner, de 29 años, Kevin Costner ha encontrado la estabilidad y la felicidad que buscaba tras su divorcio de Cindy Silva, con quien tuvo tres hijos. La separación se produjo en 1994 justo cuando se encontraba rodando en Hawai su proyecto más ambicioso, Waterwold. Desde entonces, parecía que había empezado un mala racha, pero la actualidad es bien distinta. El actor vive hoy uno de los mejores momentos de su vida y afronta el futuro con entusiasmo y optimismo renovados
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