En 1867 el archiduque Luis Salvador de Austria se enamoró de Mallorca. Su pasión por la isla le llevó a comprar numerosas posesiones a lo largo y ancho de la Sierra de Tramuntana, dejando un legado natural que abarca desde Valldemossa hasta Deiá y dando nombre a la llamada ‘Ruta del Archiduque’.
En los alrededores de Valldemossa, en dirección al mar, una desviación permite llegar a S’ Estaca, un pueblo de pescadores situado en una cala de aguas de infinita transparencia. Ése mismo nombre es el que eligieron Michael Douglas y la que fuera su mujer durante 18 años, Diandra, para la propiedad que adquirieron en la isla, la misma que años atrás había construido el Archiduque y a la que la Emperatriz Sissi acudió a verle en algunas ocasiones, y que ha sido restaurada piedra a piedra.
Enamorada de Mallorca desde que era una niña -era un bebé cuando su familia decidió trasladarse a la isla porque a su padre le encantaban los barcos de vela- Diandra fue quien llevó a Michael por primera vez y la que se encargó de convertir a ‘S’Estaca’ en la magnífica mansión que es ahora. Tras su divorcio, Michael Douglas y Diandra llegaron al acuerdo de compartir la casa en meses diferentes, manteniendo entre ellos una comunicación que les permite acomodarse según las circunstancias.
Además del pabellón principal -aquel al que solía acudir Luis Salvador de Austria-, la propiedad consta de varios pabellones adicionales, como la ‘casa árabe’ de la piscina, destinada al servicio de bar y aseos, o la ‘casa italiana’. En ‘S’Estaca’, con maravillosos jardines y terrazas que se asoman al Mediterráneo, también hay un viñedo donde se cosecha y se embotella Cameron, el vino que lleva el nombre de su hijo, y una huerta en la que se cultivan biológicamente hortalizas y verduras.
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