Los hijos de Silvio Berlusconi planean vender su impresionante patrimonio inmobiliario

Algunas de las mansiones del político y empresario podrían cambiar de manos en el futuro, aunque parece que la villa de Arcore donde vivía se quedará en la familia

Por M. J. S

El pasado mes de junio Silvio Berlusconi murió a los 86 años dejando una fortuna millonaria a sus hijos, que desde entonces la han repartido y gestionado. Berlusconi ocupaba la tercera posición entre los hombres más ricos de Italia con unos activos que ascendían a 6,5 millones de euros. En esta cantidad no se incluye su magnífico patrimonio inmobiliario que alcanza los más de 700 millones de euros y que incluye propiedades como la villa de Arcore, situada a las afueras de Milán, donde residía el empresario y político. Es precisamente este catálogo de propiedades las que ahora sus hijos quieren poner a la venta, al menos una parte de ellas, tal y como apuntan medios como Il Corriere della Sera. Incluso no se descartaría que alguno de sus hijos adquiera alguna de estas propiedades.

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Villa San Martino, en Arcore

Se apunta que las residencias que están valorando poner en el mercado son Villa Gernetto, en Lesmo (Brianza) y un terreno en la costa turca donde el político parece que planeaba construir villas turísticas y campos de golf. Estas dos forman parte del catálogo de Fininvest. El citado medio había avanzado hace unas semanas que una de las primeras acciones del grupo Fininvest consistiría en abordar el futuro de la residencia de Brianza. El grupo la había adquirido hace 17 años a Morgan Stanley, que la compró a UniCredit. En este edificio Berlusconi planeaba crear una universidad llamada de la Libertad, destinada a la educación política.

Se plantea además la venta de su exclusiva mansión en la isla caribeña de Antigua y la llamada Villa Blue Horizon, situada en las Bermudas. Estas son quizá dos de las menos visitadas por la familia y que ya se especulaba desde hace meses que se podrían poner a la venta. Aunque se desconoce el número total de propiedades que poseía Berlusconi, sí se sabe que una de ellas se salvará de acabar en los portales inmobiliarios. Se trata de Villa San Martino, en Arcore, la casa más conocida del político donde residía a las afueras de Milán.

Se trata de una elegante mansión construida por los marqueses Casati Stampa en el siglo XVIII y que en 1973 fue vendida por Anna Maria Casati Stampa di Soncino al entonces constructor Silvio Berlusconi. Toda la propiedad, valorada en 285 millones de euros en la década de 1980, incluye una galería de arte, una biblioteca con 10.000 volúmenes y un parque con establos anexos. En los jardines el político hizo erigir un mausoleo personal con sepulturas para sus padres Luigi y Rosa Bassi y para él mismo, obra del escultor Pietro Cascella. Sin embargo ninguno reposa en dichas tumbas puesto que la ley actual no lo permite.

Palacio Grazioli, en Roma

La herencia millonaria de Silvio Berlusconi se repartió entre sus cinco hijos: Marina, Pier Silvio (fruto de su primer matrimonio con Carla Dall'Oglio), Barbara, Eleonora y Luigi (fruto de su relación con la actriz Veronica Lario). Los hermanos aceptaron el reparto de la fortuna que, además de propiedades inmobiliarias, incluía empresas, acciones, obras de arte y otros bienes. En el testamento, Berlusconi hizo además un reparto de dinero en efectivo para algunas de las personas más cercanas a él como su última novia, la diputada Marta Fascina, de 33 años y 53 más joven el empresario. Ella recibió cien millones de euros, la misma cantidad que quedó para Paolo Berlusconi, hermano de Silvio. Marcello Dell’Utri, que fue durante años la mano derecha del político y empresario, recibió 30 millones de euros.