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Si de algo estaba plenamente orgullosa Concha Velasco era de su familia. "Lo que más quiero es a mis hijos", decía la actriz vallisoletana con emoción, demostrando que vivía por y para ellos. De hecho, el día que se retiró de los escenarios lo hizo aconsejada por sus hijos, Manuel Velasco y Paco Marsó, quienes han sido su mayor apoyo y han estado pendientes de ella desde el primero hasta el último día. "La quiero mucho. Y Paco también. La queremos proteger", contaba Manuel en el programa Lazos de Sangre después de que su madre hubiera dicho adiós a los escenarios.
Tras su emocionada despedida del teatro en septiembre de 2021, se marchó a vivir con sus hijos, que viven en el mismo rellano, y su nieto Samuel. En un primer momento también se planteó la idea de irse a vivir a Riaza (Segovia) con su hermano, Manolo, padre de su sobrina Manuela Velasco, pero luego la desestimó al tener todos sus médicos en Madrid. Poco tiempo después, debido a su escasa movilidad y a diversos problemas de salud, tuvo que ingresar en una residencia de ancianos para estar atendida las 24 horas del día.
Manuel, el mayor de sus hijos y el más conocido por el gran público, no nació durante su matrimonio con Paco Marsó, sino que lo tuvo como madre soltera. Durante décadas estuvo guardando el secreto de quien era el padre biológico de su hijo, pero dos años antes de morir decidió romper ese silencio y confesó que era Fernando Arribas, un operador de cine del que estaba locamente enamorada y que por aquel entonces estaba casado. De ahí que decidiera guardar el secreto y no revelarlo hasta que Arribas falleció en enero de 2021.
Concha Velasco llegó a reconocer que cuando se enteró de que estaba embarazada no se lo dijo a nadie, ni siquiera al padre de su hijo, y decidió ser madre soltera, algo que no le importaba y nunca supuso un problema. "Todo lo contrario, muchos hombres querían ser el padre de mi hijo”, decía con gran sentido del humor. Pero poco después apareció Paco Marsó, el gran amor de su vida y quien decidió asumir la paternidad de Manuel, al que dieron después un hermano llamado Francisco. "Paco decidió que el niño era suyo y ha sido suyo hasta hace unos años" que le dijo quién era su padre biológico.
Manuel descubrió la verdad cuando estaba formándose como director. "Fernando Arribas, que era profesor de la escuela de cine, empieza a pasar lista y al leer mi nombre se queda callado y dije: 'Es mi padre'. Yo sabía los novios que había tenido mi madre, me lo había contado, y yo le decía que todo apuntaba a Fernando Arribas. Él reconoce que ha querido a sus dos padres por igual. "Mis primeros 20 años los disfruté con Paco (Marsó), que fue un padre maravilloso, los siguiente 20 años con Fernando (Arribas)", reconoció Aunque la historia de amor de Concha Velasco y Fernando Arribas no tuviera el final esperado, su amistad perduró en el tiempo. Precisamente, cuando su hijo Manuel ya conocía quien era su padre, compartían momentos juntos y los últimos cuatro años antes de que Arribas muriera celebraron en familia la Nochebuena y las fechas de cumpleaños.
A día de hoy Manuel Velasco es guionista, director de cine, teatro y televisión y ha escrito su primera novela Cosas que no debes hacer por la noche antes de casarte. Él fue el guionista de las dos últimas obras de la actriz antes de su retirada, La habitación de María y El funeral, y a Concha le hubiera gustado que escribiera sus memorias.
Paco es director y productor y cuenta con su propia productora, Chancleta Entertainment, con la que lleva más de 20 años trabajando, y además tiene un hijo, Samuel, de 15 años, nacido de su relación con la cantante de jazz Cecilia Cruz. El pequeño Samuel era sin duda la gran debilidad de la artista.
Haz click para ver el documental sobre Concha Velasco una de las actrices españolas más populares y queridas y con una trayectoria profesional a la altura de pocas: más de 80 películas y decenas de estrenos teatrales, programas de televisión y reconocimientos por su trabajo. Una artista consagrada, madre de dos hijos, casada, y divorciada casi treinta años después. La eterna chica ye yé. ¡No te lo pierdas!
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