Después de tres años sin subirse a un escenario, baila en la XIV Gala de la Fundación Isabel Gemio
Joaquín Cortés reaparece tras la pandemia como padre de dos niños: Romeo y Leone
En 2023 estrenará montaje por todo lo alto en Nueva York
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Hacía tres años que no se subía a un escenario. Lo iba a hacer esa noche. Por una buena causa. Había nervios. De esos, “buenos”, decía. Sobre todo, porque, a partir esa actuación se echaba otra vez a los tablaos. Y con dos “churumbeles”, que esa “incidencia” no estaba cuando recibió el último aplauso del público. Joaquín Cortés regresa por todo lo alto. Prepara montaje, pero en Nueva York. Como él mismo nos cuenta, lo suyo es internacional, no está para recintos chiquitos. “Julio Iglesias y yo hemos abierto el mercado español al mundo. Luego han venido muchos, sí, pero Julio y yo hemos llegado más lejos...”. Pero lo más importante, se vuelve a poner delante de las cámaras y los focos como padre. De Romeo y de Leone, que tienen tres y un año y medio, respectivamente. A ellos se ha dedicado durante estos años de “dique seco” por la pandemia. Pero ahora que todo vuelve a la ajetreada normalidad, no le importan ni los kilómetros ni los hoteles ni los aviones... “Los enanos se vienen. Como buenos gitanos. Somos nómadas. Me los llevo conmigo. A cuestas”. Hablamos con el bailarín en la XVI Gala de La Fundación Isabel Gemio donde fue el protagonista del espectáculo.
- Cuánto tiempo hacía que no te veía, Joaquín...
- Porque me prodigo poco, pero cuando la causa es tan bonita... Y cuando te lo pide Isabel (Gemio) que es una mujer con tanta fuerza, no puedes decir que no. Porque quería solidarizarme con ella y porque es amiga mía desde hace muchos años. Llevaba tiempo detrás de mí, pero como nunca estoy en España, nunca podía venir. Mi agenda, desde hacer muchos años, es a nivel internacional y yo, por ‘h’ o por ‘b’, siempre estoy en el extranjero... Pero este tiempo, que he tenido que parar, que he estado criando a mis hijos, me lo volvió a decir y aquí estoy. Ella misma se sorprendió (risas) Pero es que se lo debía... Este tipo de celebraciones tenían que ser más a menudo. Sobre todo, para enfermedades raras. Los fondos no tendrían ni que pedirse. Debiéramos estar todos a tope con que se investigue y con que se logren avances.
- Imagino que cuando uno tiene hijos, a uno le debe tocar especialmente la fibra sensible...
- ¡Hombre! Es que una enfermedad así te puede tocar mañana. Está a la orden del día. En cualquier lugar. En cualquier familia. Creo que tanto los medios de comunicación como nosotros, los personajes conocidos, deberíamos dar más visiblidad a este tipo de problemas para que todos, todos nosotros nos concienciemos y pongamos nuestro granito de arena. Da igual la cantidad, pero algo. Ayudar es importante.
- Cuentas que Isabel Gemio te pilló de repente en España... Pero, aunque entre el antes y el después de la pandemia parezca que ha pasado una eternidad, tú estabas casi desparecido de los escenarios españoles. No sé si es que uno no es profeta en su tierra...
- No lo sé. Yo llevo cuarenta años ya. He dado la vuelta al mundo no sé las veces. Yo... Ya estoy de vuelta de todo (risas) Y mi mercado es mundial. Te diría que yo estoy en España, un 3% de mi tiempo al año... Lo que pasa es que se ha dado la circunstancia de la pandemia y ahora tengo dos hijos. Ahora estoy siempre con mis hijos. Con mi Romeo y mi Leone. Romeo está aquí (saluda) con su mami, con Mónica, mi mujer, y Leone, que es muy chiquitito, con un año y medio, se ha quedado en casa. Me encanta estar con ellos. Estoy tan a gusto que... te diría algo que no sé si se puede decir pero... Estos tres años de pandemia los he disfrutado mucho...
- Tenías motivo y excusa, Joaquín.
- Sí, sí. Lo sé. Yo, encantado. A ver, son un regalo de Dios. Un regalo de la vida. Y no he tenido que zapatear para conseguirlos. (risas)
- ¿Y esos dos nombres?
- Porque nos gustan. Romeo me pareció un nombre italiano precioso desde siempre y Leone... Leone, también (risas) Es que siempre he tenido una relación muy estrecha con Italia. Muy especial. Con Armani, con Raffaella Carra... Italia siempre ha sido mi segunda casa. Y cuando Mónica y yo nos pusimos a buscar nombres, teníamos muy fácil ponernos de acuerdo: Romeo Cortés y Leone Cortés. ¡No me digas tú a mí cómo quedan! (risas).
- Y ahora, cuando todo empiece a reactivarse, ¿qué?
- Ahora estoy preparando proyectos para el años que viene y en 2023 arranco fuerte desde Nueva York.
- Wow
- (risas) Bueno es que... me parecía un buen sitio donde volver a arrancar.
- Aquí... Esto ya son provincias...
- (risas) No, no. En absoluto. Pero, desde hace cuarenta años, el nombre de Joaquín Cortes ya es internacional. Es una marca consolidada. Es como el de Julio Iglesias. Julio Iglesias y yo hemos abierto el mercado español al mundo. Luego han venido muchos, sí, pero Julio y yo hemos llegado más lejos... Yo, en el flamenco. Julio, en la música latina. Yo te diría que el flamenco lo he llevado más lejos que nadie en la Historia. Que hay un antes y un después. Así que, cuando dices: “¿Por qué empiezas tu gira en Nueva York? Porque en Nueva York bailo delante de más de 20.000 personas y las dejo locas.
- Y los viajes, los ensayos... ¿no te da rabia dejarte a los pequeños en casa?
- No, hombre no. Los enanos se vienen. Como buenos gitanos. Somos nómadas. Me los lleva conmigo. A cuestas.
- Tú quieres que te salgan bailaores...
- No lo sé. Lo que ellos decidan. Lo que ellos quieran hacer, yo les apoyaré siempre.
- Imagínate que te salen para opositar a notarias...
-(risas) Lo que quiera, pero... Espero que no... Tampoco creo porque por el tipo de vida que van a tener, lo veo dificil. Artistas... Artistas, sí.
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