¿Crees que conoces muy bien Extremadura? Estos lugares seguro que te faltan
La frontera natural que el río Tajo dibuja entre Cáceres y Portugal es un paraíso escasamente poblado y tan desconocido como el meandro de Melero o el chorro de la Miacera, pero hay muchos más.
MONASTERIO DE TENTUDÍA
El que fuera uno de los monasterios más importantes de la Orden de Santiago en el siglo XIII, afamado por su entorno natural y su singular arquitectura, sorprende en su interior por la explosión de colores de su azulejería, con la que están realizados los tres retablos: el mayor y los que presiden la capilla de los maestres y la de Santiago. También es interesante su claustro mudéjar.
TERMAS ROMANAS DE ALANGE
Alange ha hecho del agua su seña de identidad. Tres ríos abrazan este pueblo de Badajoz, a 18 kilómetros de Mérida: el Matachel, el Palomillas y el Valdemedel, que vierten sus aguas a un gran mar interior, el embalse de Alange. De los beneficios minero-medicinales de estas aguas ya fueron testigos los romanos y quedan sus termas como muestra, construidas antes de que Trajano y Adriano gobernaran el Imperio. Hoy, parte de uno de los balnearios más importantes de la región.
CHORRO DE LA MIACERA
De las entrañas de un supuesto volcán apagado del pueblo de El Gasco, una pequeña alquería de Las Hurdes cacereñas, descienden atronadoras las aguas del chorro de la Miacera, que se precipitan desde más de 100 metros de altura. Una ruta de 4 kilómetros ida y vuelta (2 horas) y de dificultad baja que sigue la garganta del río Malvellido llevan hasta él. Este y el de los Ángeles, próximo al pueblo de Ovejuela, son las cascadas más altas de Extremadura.
MINA LA JAYONA
Andenes, galerías y plataformas de una antigua mina abandonada en plena sierra de La Jayona, a unos 8 kilómetros de la localidad pacense de Fuente del Arco, se observan a lo largo de la visita por su interior. Se mantuvo en activo hasta 1921 y ahora es un monumento natural, pues la naturaleza se apoderó de sus antiguas instalaciones creando un rico ecosistema que convive con los restos mineros de la cavidad. La visita a su interior recorre tres de las once galerías que llegó tener cuando de su interior se extraía el hierro (cuevasturisticas.es).
LOS BARRUECOS Y EL MUSEO VOSTELL MALPARTIDA
Grandes rocas graníticas rodeadas de charcas dan forma a este monumento natural, a 15 kilómetros de Cáceres, donde anida una de las mayores colonias de cigüeñas blancas. Tan sorprendente resulta que ha servido de escenario de rodaje de la séptima temporada de Juego de Tronos. Y muy sorprendente también el museo situado en este entorno: el Vostell-Malpartida, donde el alemán Wolf Vostell, uno de los impulsores del Happening europeo y pionero del videoarte, depositó en los 70 su valiosa colección personal que hoy, cuatro décadas después, sigue dejando impresionados a todos los que llegan hasta aquí. Aunque una buena parte de la colección se sitúa en un antiguo lavadero de lanas del siglo XVII perfectamente integrado en el entorno, que también acoge el Centro de Interpretación de las Vías Pecuarias, es fácil tropezarse con algunas de sus piezas durante un paseo por sus inmediaciones, pues sus originales piezas han sido creadas para integrarse en la naturaleza.
ROBLEDILLO DE GATA
De los pueblos de la sierra de Gata, Robledillo está en el top de los más bonitos. Encajonado al final del más profundo de los valles y en el límite con la comarca de Las Hurdes, es muy pequeño, pero también muy auténtico. Todo él de pizarra, madera y adobe y con rincones llenos de tipismo, como un antiguo molino de aceite que conserva toda su maquinaria.
MEANDRO DE MELERO
El río Alagón forma, en el límite de la comarca de las Hurdes, este espectacular meandro que dibuja la frontera entre Cáceres y Salamanca y ofrece su mejor panorámica desde el mirador conocido como La Antigua, al que se accede por una pista desde el pueblo de Riomalo de Abajo. En el islote que se forma en su interior se pueden realizar actividades de naturaleza: avistamiento de aves, descenso en canoa, rutas en catamarán… Cerca se encuentran también las ruinas de los despoblados de Arrofranco y Martinebrón.
MUSEO HELGA DE ALVEAR
Alrededor de 300 obras, de las más de 3000 que forman la colección personal de la prestigiosa galerista alemana Helga de Alvear, se reparten por las cuatro plantas y 3000 metros cuadrados del museo que lleva su nombre y abre sus puertas en la misma ciudad de Cáceres. En consonancia con su obra contemporánea está el edificio en el que se ubica, diseñado por Emilio Tuñón y candidato a los premios Mies van der Rohe de arquitectura europea. Esculturas, fotografías o pinturas de gran formato muchas nunca vistas hasta ahora se ven en su interior.
RUINAS ROMANAS DE REGINA
A poco más de un kilómetro de la actual localidad de Casas de Reina, en Badajoz, están las ruinas de lo que fue la ciudad romana de Regina Turdulorum, importante porque era lugar de paso de la calzada que unía Emerita con Hispalis. Lo más llamativo del conjunto es su teatro romano, que conserva la caveam, la orchestra, la scaena y buena parte de su graderío, que llegó a acoger hasta a mil personas.
LA CAPILLA SIXTINA EXTREMEÑA
Muy cerca de la mina La Jayona, casi en el límite de Badajoz con Sevilla, sorprende encontrarse en mitad de la dehesa con la ermita mudéjar de Nuestra Señora de Ara, con una bonita galería porticada, a la que muchos conocen como Capilla Sixtina de Extremadura. Se debe a las pinturas anónimas que recubren las bóvedas y los muros interiores, basadas en los episodios del Génesis y todas compartimentadas en pequeños rectángulos y con una viveza semejante a las del Vaticano.
LA RAYA
La zona conocida como La Raya, en la que el río Tajo dibuja la frontera natural entre Extremadura y Portugal, abarca más de 13.000 hectáreas entre Cedillo y Alcántara. Es un paraíso natural escasamente poblado, que reúne parajes de encinas, alcornoques y vegetación de ribera de gran belleza en torno al Tajo y al río Sever. Un entorno privilegiado para las aves, la fauna acuática y las especies cinegéticas, donde también hay restos de pinturas rupestres y rutas megalíticas.
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BASÍLICA VISIGODA DE SANTA LUCÍA DEL TRAMPAL
El único templo visigodo que se conserva en pie en el sur de la península ibérica se encuentra a escasos kilómetros de la localidad cacereña de Alcuéscar, cerca de Montánchez y en la falda de la sierra del Centinela. Construida con materiales de época romana como parte de un convento de monjes templarios, según se cree, lo realmente singular es su triple ábside.
CASTILLO DE PUEBLA DE ALCOCER
De la comarca pacense de La Serna, Puebla de Alcocer es una de las más emblemáticas, coronada por un cerro a cuyos pies se dispersa su caserío y en lo alto una de las fortalezas mejor conservadas de Extremadura. Subir a su torre del homenaje para contemplar las aguas azules y quietas del embalse de La Serena resulta un momento especial en esta comarca ocre y esteparia.
TEATRO ROMANO DE MEDELLÍN
En un pronunciado meandro del río Guadiana, entre Don Benito y Mérida, Medellín, en Badajoz, fue una de las primeras poblaciones romanas en la península. Aparte del puente viejo sobre el río, el gran legado romano que ha quedado en la localidad es su teatro, de dimensiones algo menores a las del de Mérida y de la misma época. Y por supuesto, el castillo árabe y la plaza Mayor, donde se levanta la estatua del conquistador Hernán Cortés, que aquí nació.