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Como todas las capitales del norte de Europa, Estocolmo puede resultar cara, pero también existen distintas opciones para disfrutar a fondo de esta ciudad magnífica y poliédrica sin que se resienta el bolsillo.

Lo primero cuando decidimos viajar a estas capitales europeas es definir con qué presupuesto contamos. Si eres de esos viajeros con un bolsillo más ajustado estás de enhorabuena, porque no tienes por qué renunciar a visitar Estocolmo, solo tienes que saber cuál es la mejor época para hacerlo, cuándo comprar los billetes y apuntarte estos trucos que te ayudarán a ajustarte al presupuesto previsto. La ciudad ofrece un buen número de atracciones que son completamente gratuitas y hasta los viajeros más sibaritas pueden encontrar opciones de mucho nivel para todos los bolsillos.

Antes de empezar, un ultimo consejo. No te confundas: grattis, en sueco, significa felicidades. ¡No te líes!

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CÓMO LLEGAR A ESTOCOLMO

Los vuelos de bajo coste, como Ryanair, aterrizan en el aeropuerto de Skavsta, que se encuentra a 100 kilómetros de Estocolmo. Puedes encontrar precios en temporada baja, como noviembre, desde 25€ saliendo de Barcelona. Algo más caras son las conexiones con Madrid o Alicante, conectadas con aerolíneas como Iberia o Vueling que llegan al aeropuerto de Arlanda. En temporada baja puedes encontrar vuelos desde 80 €. Aunque el tren rápido es el modo más cómodo de llegar al centro, es más económico hacerlo en autobús (unos 11 €).

Quizás la mejor época sea el verano, cuando las temperaturas son más agradables, las calles se llenan de gente y monumentos y locales amplían sus horarios. Sin embargo, también es más cara. En los meses de invierno bajan los precios y también las temperaturas, nada que no se salve estando preparados, y con suerte hasta podréis ver una aurora boreal.

 

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CÓMO MOVERTE EN LA CIUDAD

Para desplazarse por la ciudad lo más económico, lógicamente, es el transporte público y aquí tiene un valor añadido, pues Estocolmo atesora algunas de las estaciones de metro más increíbles de Europa. También hay red de autobuses y algunos tranvías.

Una buena forma de ahorrar será comprando la Go City Stockholm All-Inclusive Pass, que permite la entrada en los principales museos y monumentos e incluso cruceros entre las islas, con diferentes precios desde uno a cinco días. Calcula bien cuántos días vas a dedicar a estas visitas y cuántos sitios vas a visitar antes de comprar la tarjeta. En su web: gocity.com/en/stockholm puedes encontrar las atracciones incluidas.

 

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LOS BARRIOS DE ESTOCOLMO

Compuesta por 14 islas de postal, la capital sueca es un museo a cielo abierto. Gamla Stan, su centro histórico, es monumental y pintoresco. Contrasta con la vida bohemia de Södermalm y se complementa con el frenesí urbano de Norrmalm o con la paz idílica de la verde Djurgarden, por citar las más famosas.

Se pueden descubrir a fondo estos barrios mediante paseos guiados gratuitos como los que organiza Stockholm Free Tour (stockholmfreetour.com) a diario y en español o con Civitatis (civitatis.com). Además, los interesados en arquitectura y diseño tienen cita en ArkDes (arkdes.se), en la isla de Skkepsholmen, cuya entrada es gratuita.

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Estocolmo también es verde y líquida. Muestra de ello es la idílica isla de Djurgarden, donde se encuentran algunos de los museos más conocidos de la ciudad: el Skansen que recrea la vida sueca al aire libre y cuenta con zoológico; el Vasa, con el barco del mismo nombre; el Nordiska, dedicado a la cultura sueca y Junibacken, que presenta el mundo mágico de Astrid Lingren, la creadora de Pipi Calzaslargas.

Ninguno de ellos son gratuitos, pero los hay, y muy interesantes. Es imprescindible el Moderna Museet, en un su edificio de Rafael Moneo, así como el Museo Nacional. También tiene entrada libre el cementerio Skogskyrkogarden, que es Patrimonio de la Humanidad.

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Además, se puede acceder sin entrada a dos de las bibliotecas más fascinantes del norte de Europa: la Statdsbibliotek y la Kungliga Biblioteket. Y los amantes de la cultura tienen cita en la Kulturhuset (en la imagen), especialmente si se viaja con niños pequeños que en su Rum for Barn de la cuarta planta pueden jugar y leer libros en múltiples idiomas.

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COMER BARATO

Pero además de por su cultura, Estocolmo es alabada por su escena gastronómica. Puede que sus restaurantes más conocidos alcancen precios estratosféricos, pero volvemos a estar de enhorabuena porque algunos de ellos cuentan con una versión más asequible. El elegantísimo Operakällaren tiene Bakfickan anexo (bakfickanmalmo.se), con platos deliciosos y más asequibles; ambién Oaxen Slip (slipen.se), un bistró nórdico para todos los bolsillos.

Y si lo que le apetece es un plato de albóndigas suecas, descuide no hace falta que busque un Ikea, en Meatballs for the People (meatball.se) las sirven deliciosas y cuentan con la oferta de “comida temprana”, para precios reducidos. Y si te apetece sentirte como en casa el restaurante Spanjorskan (spanjorskan.se/en/) está especializado en comida española a precios asequibles.

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DORMIR A BUEN PRECIO EN ESTOCOLMO

Entre las opciones más económicas, son recomendables por su emplazamiento y estilo los hostales Generator Stockholm (generatorhostels.com) y City Backpakers (citybackpackers.org), con habitaciones tanto individuales como compartidas. En cuanto a hoteles, la cadena Scandic ofrece una excelente relación calidad/precio (scandichotels.com).

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