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Vanguardista y sostenible, cultural y gastronómica, la icónica ciudad neerlandesa avanza a pasos agigantados convirtiéndose en un vergel de proyectos innovadores y extraordinarios. Sus rascacielos demuestran que esta urbe atrevida y con carácter es todo un referente arquitectónico de Europa. Pero, ¿lo mejor? Que más allá de sus icónicos edificios y de su alegre vida social, Róterdam se ha convertido también en hogar de múltiples proyectos culturales, de hotelería y restauración, que te van a dejar sin palabras. Sigue leyendo y verás.  

 

DE RESTAURANTES CLANDESTINOS, TARTAS DE MANZANA Y COLORIDOS MERCADOS 

 

Cada vez son más los que, antes de montarse en un avión, escudriñan hasta la última reseña de restaurantes del destino en busca de esos imperdibles que marcarán la diferencia. Bien, pues en Róterdam, la cosa se pone fácil…, o difícil, según se mire. La oferta de originales negocios culinarios es tan apasionante, que no sabrás por dónde comenzar. 

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Una buena idea, eso sí, es arrancar la experiencia por uno de los referentes gastro de la ciudad, Héroine (restaurantheroine.nl), que a manos de Eva Eekman y Michael Schoock lleva desde 2017 revolucionando la escena culinaria con unos menús degustación con los que viajar, a través de los olores y sabores, por todo el planeta. Su hermana pequeña, por cierto, llegó hace año y medio pisando fuerte: ubicado en el original Floating Office Rotterdam, el complejo de oficinas flotantes más grande del mundo, Putaine (restaurantputaine.nl) propone recetas de aprovechamiento adaptadas a la nueva cocina y una carta de cócteles tan sorprendente como exquisita. 

 

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El chef Alexander Wong –y su interesante carrera entre fogones– es el responsable de OX (ox-rotterdam.nl), un singular restaurante clandestino cuya ubicación solo será desvelada una vez tengas hecha la reserva. Cuando llegues al lugar, tranquilo: que el aspecto decadente y medio abandonado del edificio, de paredes desconchadas y escaleras poco cuidadas, no te cree prejuicios: cuando pruebes sus exquisitos platos y cócteles, inspirados en los sabores chinos, pero con influencias malayas, lo entenderás.  

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Tampoco está de más que te animes a catar Renilde, el restaurante que el chef Jim de Jong capitanea en las alturas del novedosísimo Depot Boijmans (boijmans.nl), el primer almacén de obras de arte de un museo que es abierto al público. Para algo más informal, eso sí, Kaapse Maria (kaapsebrouwers.nl) te propone una deliciosa selección de cervezas artesanales, aunque si eres más de dulce, aquí van dos cafeterías que no podrás dejar de visitar: Heilige Boontjes (heiligeboontjes.com), un local que tuesta y muele su propio café y en el que los trabajadores son jóvenes con un pasado delictivo a los que se le brinda una oportunidad laboral, y Dudok (dudok.nl), cuyo pastel de manzana es, muy posiblemente, el mejor del mundo.  

 

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¿NOS VAMOS DE COMPRAS?

¡Faltaría más! Porque Róterdam no escatima tampoco en originales tiendas de moda cuyos impulsores se han hecho un nombre, gracias al trabajo y la calidad de sus productos, incluso más allá de sus fronteras. Una de ella es la de Susan Bijl (susanbijl.nl) y sus coloridos bolsos parcheados: la idea surgió en 2010 a partir del objetivo de crear una bolsa que sirviera para la compra y minimizara así el consumo de plástico. No sospechaba la diseñadora que aquello se convertiría en todo un icono, y que los bolsos acabarían utilizándose para todo tipo de fines, incluso para salir de fiesta.  

 

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Otro imperdible es la tienda de Margreeth Olsthoorn, donde solo hay espacio para prendas cuidadosamente seleccionadas por la experta en moda de sellos y diseñadores de todo el mundo con un estilo muy marcado. Joline Jolink (jolinjolink.com), por su parte, propone prendas más informales, pero todas elaboradas siguiendo unos parámetros de sostenibilidad y cuidado del medio ambiente muy estrictos (en la imagen). The Boyscouts (theboyscouts.com), otra firma neerlandesa con base en Róterdam, apuesta por joyas elegantes y sencillas que lucir a diario utilizando materiales reciclados y perdurables en el tiempo.  

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¿Una última parada? Si lo que te apetece es regresar a casa con algún producto gastronómico local que seguir disfrutando en la distancia, Markthal es tu lugar: este fascinante mercado de tamaño descomunal y con forma de U invertida alberga más de 100 puestos entre los que se incluyen quesos holandeses, chocolates... Su diseño interior, a manos de Arno Coenen e Iris Roskman, se titula El cuerno de la abundancia y decora las paredes con dibujos de lo más originales. El edifico, por cierto, aloja también apartamentos de lujo.   

 

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HORA DE DESCANSAR

¿Y qué mejor que hacerlo en alguno de los múltiples hoteles que están marcando tendencia en la ciudad? Tiramos de patria y nos vamos hasta el Room Mate Bruno (room-matehotels.com/en/bruno), ubicado en uno de los barrios más vanguardistas de Róterdam, Kop Van Zuid, ocupando un antiguo almacén de tés del siglo XIX que fue esmeradamente rediseñado por la arquitecta Teresa Sapey. En su interior, color, vida y mucho ambiente gracias a su espectacular diseño y a la propuesta aliada: Foodhallen (foodhallen.nl), un animado mercado gastronómico compuesto por una docena de puestos. 

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Una propuesta muy diferente es la que ofrece el Hotel âme (hotelame.com), compuesto de solo 14 habitaciones repartidas por las cinco plantas de un edificio de 1867 que ha conservado muchos de los detalles de la construcción originaria. Un proyecto íntimo, colmado de delicadeza y buen gusto a manos de la artista y propietaria Angel Kwok, que vende su cerámica, además, en una pequeña tienda instalada en la planta baja del edificio, donde regenta, también, una coqueta cafetería de especialidad abierta a todo el público.  

 

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Una última opción es Supernova Hotel (supernovahotel.nl), donde el arte cobra un protagonismo absoluto. Tanto es así que, incluso en las habitaciones, modernas y minimalistas, pero a las que no les falta ni un solo detalle (en la imagen), hay un catálogo con las obras expuestas. En pleno barrio de Kruiskade, uno de los más alternativos de la ciudad, sus 38 habitaciones son absolutamente diferentes unas de otras, y posee un café-bar ideal lo mismo para tomar un cóctel que para disfrutar de un excelente desayuno.  

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