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POZAS DE LA ANGOSTURA

Por la M-604, pasada la localidad de Rascafría en dirección al puerto de Cotos, a unos 10 kilómetros, encontramos el paraje de la Angostura donde el río Lozoya crea rápidos, cascadas y pozas profundas de gran belleza, entre pinos, robles y abedules. Aquí, quien se baña, lo hace en las aguas más cristalinas (y frescas) de España.

Habrá que dejar el coche en el área de La Isla (junto a los restaurantes de La Isla y Pinosaguas), pues aquí comienza un camino forestal cerrado al tráfico en dirección al puente de la Angostura. La ruta, de una media hora, se hace por una pista sencilla y sin dificultad. Primero se pasa por la presa del Pradillo, donde se forman unas cascadas, para luego continuar hacia el viejo puente de piedra y las pozas, que están un poco más arriba.

 

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CASCADAS DEL HERVIDERO

La ruta senderista que lleva a esta cascada parte de la localidad de San Agustín de Guadalix, una excursión fácil y circular para hacer en familia y en la que el río acompaña durante el recorrido. El recorrido comienza en el área recreativa de la Laguna de los Patos y discurre entre fresnos y alisos hasta llegar, tras bajar por unos escalones excavados en la roca, a los dos impresionantes saltos de agua que alimentan el charco del Hervidero. El final de la primavera y el verano son los momentos ideales para hacer la ruta y rematarla con un baño en la charca.

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LAS PRESILLAS DE RASCAFRÍA

Una de las zonas naturales de baño más conocidas de la Comunidad se encuentra en la localidad de Rascafría, en el área recreativa de Las Presillas, junto al monasterio de Santa María de El Paular. Tres piscinas naturales en el cauce del río Lozoya y con magníficas vistas al macizo de Peñalara. La zona está perfectamente equipada para el baño y, aunque el agua está bastante fría, en este tiempo apetece. Además del baño es posible hacer un pícnic en sus praderas. El acceso es gratuito y hay un parking para coches que sí es de pago (9 € turismos y 3 € motos).

También muy conocidas son las piscinas del área recreativa de Las Berceas, en Cercedilla (cercedilla.es/las-berceas), en pleno valle de la Fuenfría rodeadas de pinos y junto a un parque de aventuras. Como la piscina natural más grande de España, la de Riosequillo, ubicada alrededor del embalse, en Buitrago de Lozoya. Cuenta con restaurante y el acceso tiene un pequeño coste ya que ofrece algunos servicios como zonas verdes o enfermería (este año abren desde mediados de julio).

 

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LA CHARCA VERDE DE LA PEDRIZA

A 50 kilómetros de Madrid encontramos el paisaje de La Pedriza, puro granito y peñas increíbles que se levantan en pleno Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. Entre las numerosas rutas que pueden realizarse en este espacio natural, una de las más conocidas es la de la Charca Verde. El coche se deja en el aparcamiento de Canto Cochino (para eso hay que madrugar) desde donde sale una pista forestal que sigue el cauce del río Manzanares, formando saltos de agua y cascadas en las que refrescarse (el baño está prohibido al ser una zona de especial protección) hasta la Charca Verde, que se alcanza en unos 40 minutos. No es un camino largo, pero podemos alargarlo disfrutando del fantástico paisaje entre enormes macizos graníticos, cabras montesas o los pinares que se atraviesan en el camino.

 

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PANTANO DE SAN JUAN

Ante la repetida frase de que Madrid no tiene playa, cualquier madrileño diría que sí. Y es que el complejo natural de playas que se forman en el pantano de San Juan, a tan solo 40 km de la capital, entre San Martín de Valdeiglesias y Pelayos de la Presa, son más que suficiente para contentar a los habitantes de esta región antes de pisar la costa. De entre todas, la de La Virgen Nueva cuenta este año, y por tercero consecutivo, con Bandera Azul gracias a sus estándares de calidad. En la zona hay numerosas empresas especializadas en deportes acuáticos con las que, además del baño pertinente, hacer actividades en el pantano como wakeboard, flyboard, esquí acuático, kayak… Ocio y Aventura (ociopantanosanjuan.com), Wakea (wakea.es) o Yucalkari (yucalcari.com/es) son algunas de ellas.

 

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CASCADA DEL CANCHO

No tan conocida como Miraflores o Guadalix de la Sierra, la localidad de Navalafuente guarda un secreto. Es la cascada del Cancho, a la que se llega por un camino que no alcanza el kilómetro de distancia desde el pueblo y que discurre entre huertas. El arroyo Gargüera –afluente del Guadalix– se encajona entre rocas graníticas formando pequeños saltos de agua donde refrescarse. Hay que llevar calzado cómodo porque parte del camino se hace de subida y es resbaladizo.

 

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POZAS Y SALTOS DEL AGUILÓN 

Otro bello rincón del valle de Lozoya lo forman los saltos de agua del río Aguilón, dos caídas consecutivas conocidas como las cascadas del Purgatorio que forman uno de los parajes naturales más hermosos de este valle. Un par de horas de camino supone llegar hasta ellas desde el monasterio de El Paular, una ruta que se inicia en el puente del Perdón, dejando a la derecha la zona de Las Presillas. Las cascadas se alcanzan tras 6 kilómetros (solo ida) de camino sin pérdida ni gran dificultad. Con suerte, por el camino podemos observar la silueta del buitre negro sobrevolando nuestras cabezas. En la cascada no está permitido el baño, pero podemos refrescarnos con sus aguas.

 

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EMBALSE DE PICADAS

Entre las localidades de Aldea del Freno y Pelayos de la Presa se localiza el área recreativa del embalse de Picadas, menos conocido que el pantano de San Juan y donde darse un chapuzón en las aguas del río Alberche. El área recreativa cuenta con merenderos, fuentes y zonas de sombra gracias a los pinares. Además del baño se pueden hacer rutas senderistas o alquilar una piragua (yumping.com).

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PLAYAS DEL ALBERCHE

Otra de las zonas de baño más conocidas de Madrid la encontramos en la localidad de Aldea del Fresno, en la que confluyen el río Alberche y el Perales formando una zona de playas fluviales bien acondicionadas. Incluso podemos encontrar chiringuitos junto al río y zonas de merenderos.

 

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