Lugares que tienes que ver en Huelva entre la sierra y el mar
La sierra de Aracena, Doñana, las minas de Riotinto y otros imprescindibles que te van a sorprender.
PLAYAS DEL OCCIDENTE ONUBENSE
Las marismas del río Piedras y Flecha del Rompido son el mejor punto de partida para hacer un recorrido por la sucesión de hermosos y soleados arenales occidentales onubenses. En el camino se irán descubriendo las playas de El Rompido (en la imagen), los 24 kilómetros de Lepe (La Antilla, Nueva Umbría e Islantilla), Isla Cristina, con uno de los puertos más importantes de Andalucía, además de sus numerosas playas, y las de Ayamonte, antes de asomarse, ya en la frontera, a las aguas del Guadiana.
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NIEBLA
Parece un milagro, pero Niebla es una ciudad amurallada ¡desde tiempos de los árabes! Su muralla tiene cerca de 2 kilómetros, lienzos que sobrepasan los 15 metros de altura, más de 40 torreones, 5 puertas… Y ahí sigue, todo en muy buen estado. Intramuros se alza el castillo de los Guzmanes y armoniosos templos, como el de Santa María de la Granada o San Martín, levantado allí donde estaba la sinagoga judía. Descubierto todo ello habrá que asomarse al puente romano que salva las aguas del río Tinto, dejarse caer por el antiguo hospital de Nuestra Señora de los Ángeles, hoy un populoso centro cultural y social o empezar la ruta del vino del Condado de Huelva.
LUGARES COLOMBINOS
El 3 de agosto de 1492 una expedición capitaneada por Colón salió del Puerto de Palos de la Frontera en busca de una tierra desconocida. Todos los preparativos se fraguaron antes en Huelva. Una ruta declarada conjunto histórico enlaza los enclaves más significativos de la gesta, entre los que se encuentran el monasterio de La Rábida (en la imagen), el muelle de las Carabelas, el puerto y el monasterio de Santa Clara en Moguer o los monumentos a Colón y a la Fe Descubridora en la capital onubense.
GRUTA DE LAS MARAVILLAS
En las entrañas de Aracena se esconde una maravilla natural: uno de los complejos kársticos más interesantes de España. Sorprende por la extensión de sus lagos, pero, sobre todo, por la variedad de sus formaciones, entre las que se ven estalactitas, estalagmitas, columnas, gours, pisolitos… Este mundo subterráneo no se ha creado por arte de magia, han sido el agua y el paso del tiempo los que han ido moldeándolo a su antojo a lo largo de los siglos. La visita circular que recorre su interior, de 1 kilómetro, permite recorrer sus galerías a tres niveles y su gran lago (en la imagen).
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DOÑANA
Pinares y marismas, lagunas y riberas, playas, dunas y cotos, alcornocales y algaidas. Todo ello lo encontramos en uno de los espacios naturales más fascinantes de Europa, méritos por los que se ha ganado ser Reserva de la Biosfera y Patrimonio de la Humanidad. Este ecosistema de incalculable valor creado por el agua es un auténtico santuario para las aves acuáticas y los flamencos. Entre sus visitas imprescindibles, el Centro de Visitantes de El Acebuche, la playa de Matalascañas, el Parque Dunar (en la carretera de Matalascañas a Mazagón) o la aldea de El Rocío.
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PLAYA DE MATALASCAÑAS
Para un paseo sin fin, esta playa rodeada de la naturaleza del Parque Nacional de Doñana es perfecta, porque son más de 5 kilómetros los que van desde la torre de la Higuera hasta el Coto. Además de andar, en este espacio protegido se puede disfrutar del Parque Dunar o de rutas a caballo por la arena. Y quien vaya en busca de atardeceres, encontrará aquí uno de los más hermosos de Andalucía.
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SIERRA DE ARACENA
Aracena es la puerta de entrada a la Sierra Morena onubense. Una villa típicamente andaluza cuya blancura contrasta con el verde paisaje de encinas, alcornoques, robles y castaños que la rodea. En estos campos pasta a sus anchas el cerdo ibérico. Por eso, después de descubrir el casco histórico de Aracena, hay que seguir recorriendo esta sierra en busca de sus pueblos rebosantes de encanto (Alájar –en la imagen–, Linares de la Sierra, Jabugo…), sus centenarias dehesas y entregarse sin remedio a su mayor protagonista: el jamón ibérico.
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PARQUE MINERO DE RIOTINTO
Parece casi extraterrestre, pero esta excavación de las que se extrae principalmente cobre y cuyos minerales han hecho que el propio río adopte el peculiar color que le da nombre es real. El parque (parquemineroderiotinto.es) se descubre a bordo de un ferrocarril minero que recorre 12 kilómetros de la antigua línea comercial de Riotinto. En este mismo lugar se puede conocer los 5000 años de historia de la minería en el Museo Minero y visitar una auténtica casa victoriana, una de aquellas en las que vivían los miembros de la compañía británica que regentó las minas desde 1873 a 1954.
MEZQUITA DE ALMONASTER LA REAL
Entre los restos amurallados del castillo de Almonaster, que ocupa la parte más alta de localidad onubense, se esconde una sorpresa mayúscula: una mezquita medieval, la única que ha llegado a nuestros días en una zona rural. Levantada sobre los restos de una basílica visigoda pasó después a ser la ermita cristiana de la Concepción y su sala de oración cuenta con cinco naves alineadas con arcos de ladrillo apoyados en pilares y columnas que recuerdan a la mezquita de Córdoba o a la del Cristo de la Luz de Toledo.
MARISMAS DEL ODIEL
Después de Doñana, el segundo humedal más importante del litoral andaluz son estas marismas que quedan al ladito de la ciudad de Huelva. Un laberinto de islas, canales y aguazales en el que las aves han encontrado su paraíso. En el puerto arranca un paseo que lleva hasta la punta del Sebo, donde el río Odiel confluye con el Tinto, entre recuerdos del pasado minero inglés y de la gesta colombina.
TIROLINA TRANSFRONTERIZA
De España a Portugal se puede cruzar en coche, en barco… ¡y en tirolina! Desde Sanlúcar de Guadiana, un cable de poco más de 700 metros sobrevuela las aguas del Bajo Guadiana y lleva hasta la localidad de Alcoutim, un encantador pueblecito portugués de casitas blancas y ventanas pintadas de vivos colores. Lo que es un viaje por carretera de unas 2 horas pasa a ser una excitante experiencia de apenas un minuto (limitezero.com).