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PASARELAS DEL PAIVA

A una hora de Oporto y en el municipio de Arouca, estos passadiços son todo un referente del senderismo en Portugal y más allá, tanto es así, que en los World Travel Awards de 2020 (los Oscar del Turismo) fueron elegidos la mejor atracción turística de aventura. Inmersos en el Geoparque de Arouca, caminar y descender por sus 8 kilómetros de pasarelas con escalones de madera suspendidos sobre el río Paiva es todo un reto. También lo es cruzar el puente colgante peatonal más largo del mundo, con algo más de 1 kilómetro de longitud, que se eleva sobre estas mismas aguas.

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PASARELAS DE FRAGAS DE SÃO SIMÃO

Paisajes de granito, vestigios del bosque de laurisilva, molinos de agua y un valle encantador se van sucediendo ante la vista al cruzar estas pasarelas en pleno centro de Portugal que conectan la aldea de pizarra de Casal de São Simão con el imponente mirador de São Simão, pasando por la playa fluvial del mismo nombre, una de las más bonitas del país. A 40 kilómetros de Coimbra, la ruta lineal de 1730 metros atraviesa el desfiladero de la Ribeira de Alge.

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PASARELAS DE ALAMAL

La playa fluvial de Alamal, donde se pueden practicar deportes acuáticos, o el puente de Belver, en el municipio de Gavião, son el punto de partida de estas pasarelas que discurren a orillas del río Tajo y son un excelente punto de observación de este rincón del Alentejo. Durante el tranquilo paseo, que discurre entre laderas de granito donde crecen alcornoques y alisios, veremos, en la cima de una colina, el castillo medieval de Belver.

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PASARELAS DE CARVOEIRO

Nos situamos en el Algarve y en el antiguo y bonito pueblo de pescadores de Carvoeiro, a orillas de una cala, porque es en su entorno donde podemos tomar las pasarelas que llevan al monumento natural de las cuevas de Algar Seco, esculpido por el viento y las aguas. Un camino de madera de 600 metros que se inicia en el fuerte de Nossa Senhora da Encarnação y va bordeando los acantilados hasta llegar a esta maravilla de la naturaleza con impresionantes vistas del Atlántico.

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PASARELAS DE PENEDO FURADO

Dos maravillas naturales esconde el municipio de Vila de Rei, en el centro de Portugal: la playa fluvial de Penedo Furado y la cascada del mismo nombre. Estas pasarelas de madera unen ambos, un trayecto de unos 700 metros que acercan a un entorno natural perfecto para pasar un día en plena naturaleza junto a sus aguas cristalinas.

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PASARELAS DE BARRINHA DE ESMORIZ

Junto a la playa de Barrinha se encuentra la laguna de Paramos, a 25 kilómetros de Oporto, también conocida como Barrincha de Esmoriz. Una laguna costera de agua salobre que se ha convertido en un importante refugio de aves migratorias, especialmente en otoño. Sobre ella se elevan unas pasarelas de madera que permiten observar a la rica fauna del lugar.

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PASARELAS DE SISTELO

Entre las sorpresas que esconde el Parque Nacional Peneda-Gêres, una imprescindible es la visita al pueblo de Sistelo. Elegido una de las 7 Maravillas de Portugal, este pequeño Tíbet portugués posee castillo, casas típicas de granito, hórreos, lavaderos, molinos, pero Sistelo es, sobre todo, conocido por sus terrazas –la base de su economía agropastoral– y por ser la meca del senderismo. Una de sus rutas más conocidas es el recorrido circular de 2 kilómetros que parte del mismo pueblo y discurre por estas pasarelas de madera que acompañan el curso del río Vez y que a medio camino sorprende con una pequeña cascada.

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PASARELAS DEL ALVOR

A la hora de la puesta de sol y con las playas del Algarve como telón de fondo, caminar por estas pasarelas que conectan la playa de Três Irmãos con la ría de Alvor resulta una experiencia mágica. En esta área, de gran valor ambiental, el pase de madera acompaña la línea de mar y el cordón dunar, por lo que es un mirador excepcional para observar a las numerosas especies de aves que se concentran en este lugar, desde flamencos o cigüeñuelas a garzas reales.

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