Antes de hacer ejercicio, ya sea lanzarte al gimnasio o salir a correr, probablemente pienses en tu café o tu típico licuado pre-workout favorito. Pero… ¿sabías que uno de los mejores aliados para potenciar tu energía podría estar en tu alacena?
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Y sí, se trata de la miel de abeja, ese superfood dorado que, además de endulzar tu desayuno por la mañana, puede ser tu combustible natural para un entrenamiento lleno de energía.
Energía real, sin picos ni bajones
La miel es una fuente natural de carbohidratos simples (glucosa y fructosa), lo que significa que tu cuerpo la absorbe rápido, lo que te dará un boost de energía casi inmediato.
A diferencia del azúcar refinadoa, su liberación es más lenta y estable, por lo que te mantiene con energía constante durante todo el entrenamiento. Despídete del típico bajón después del primer ejercicio o la falta de energía a plena rutina.
Mejora tu rendimiento y resistencia
Los atletas de alto rendimiento mantienen un plan de alimentación estratégico para asegurar un buen performance en su entrenamiento, y muchos necesitan ingerir pequeños snacks a mitad de su rutina para un empujón extra de energía.
Varios atletas han reemplazado los geles energéticos comerciales por miel, y no es casualidad. Su combinación natural de azúcares ayuda a mantener los niveles de glucógeno muscular, lo que retrasa la fatiga y mejora la resistencia. En otras palabras: puedes entrenar más tiempo y sentirte mejor haciéndolo.
A diferencia de los pre-workouts artificiales llenos de cafeína y aditivos, la miel también aporta antioxidantes y minerales que ayudan a mantener la mente alerta y el cuerpo equilibrado. Ese toque natural que te hace sentir bien desde adentro.
Otros beneficios de la miel
El hecho de que la miel sea un superfood no es un secreto, este alimento esta lleno de beneficios que van más allá del deporte. Se utiliza también para curar afecciones de la piel como quemaduras y heridas debido a que tiene propiedades antibacterianas.
Por otro lado, consumirla refuerza el sistema inmune y cardiovascular gracias a que es rica en antioxidantes, enzimas y flavonoides.
Cómo incorporarla a tu rutina
El secreto está en la dosis. Una cucharada (unos 15 gramos) 15 a 30 minutos antes de entrenar es suficiente. Puedes tomarla sola, con un plátano, o disolverla en agua tibia con limón si prefieres algo más ligero.