FOTOGALERÍA: La vida de Meghan y Harry al cumplirse un año del 'Megxit'
Repasamos los momentos clave de estos doce meses
Este 8 de enero se cumple el primer aniversario del bautizado como Megxit. Hace justo 365 días los duques de Sussex anunciaban mediante sus redes sociales su deseo de dar un paso atrás en sus obligaciones reales. Una noticia completamente inesperada ya que en las horas previas habían retomado sus compromisos en Londres tras pasar las navidades en Canadá. "Después de muchos meses de reflexión y discusiones internas, hemos decidido hacer una transición este año y empezar a dar un paso atrás hacia un nuevo puesto en esta institución. Nuestra intención es dejar de ser miembros senior de la Familia Real y trabajar para ser independientes a nivel financiero mientras seguimos apoyando al completo a su Majestad la Reina. Con vuestro ánimo, particularmente en los últimos meses, nos sentimos preparados para hacer este ajuste. Ahora planeamos equilibrar nuestro tiempo entre Reino Unido y Norteamérica, continuando nuestro deber hacia la Reina, la Commonwealth y nuestros patrocinios", se podía leer en una parte de este comunicado que marcó un antes y un después tanto en la vida del matrimonio como en la historia de la Corona británica. Repasamos a continuación cómo ha cambiado la vida de Meghan Markle y el príncipe Harry desde entonces.
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El 9 de marzo los duques de Sussex ponían punto y final a su agenda oficial acudiendo a uno de los actos más importantes para los Windsor: la celebración del Día de la Commonwealth. En esta jornada, todos los ojos se pusieron en Meghan Markle y el príncipe Harry, que deleitaron a todos los asistentes con enormes sonrisas a pesar de que la tensión con los duques de Cambridge era evidente en la Abadía de Westminster, epicentro de los festejos. A las puertas de este templo aguardaban a la salida un grupo de niñas que quiso entregar a Meghan un ramo de flores con el que se dirigió al coche para emprender su último viaje como royal.
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Tras su salida de la Familia Real británica, Meghan Markle y el hijo pequeño del príncipe Carlos se instalaban en Canadá, país en el que ya habían decidido pasar anteriormente tanto las fiestas navideñas como las seis semanas en las que se tomaron un descanso mediático. Sin embargo, a finales de marzo, justo antes del cierre de fronteras por la crisis del coronavirus, los Sussex ponían rumbo a Los Ángeles, ciudad natal de ella, para comenzar a escribir allí un nuevo capítulo.
En esa primera etapa en Estados Unidos, el matrimonio y su pequeño Archie vivieron en la mansión del magnate Tyler Perry en la que gozaban de esa privacidad que tanto ansiaban. De hecho, a pesar de ser un lugar blindado y con seguridad, para preservar por completo su intimidad instalaron unas vallas opacas que impidan a los curiosos divisar cualquier parte del terreno.
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Desde el nacimiento de Archie Harrison, son escasas las ocasiones en las que hemos visto al pequeño. Pero aunque el paso atrás que han dado sus padres en las obligaciones reales tiene precisamente entre sus objetivos garantizar la privacidad de su hijo, con motivo del primer cumpleaños del niño-fue el 6 de mayo- compartieron un bonito vídeo mediante la ONG Save the Children. En las imágenes, grabadas por el príncipe Harry, aparecía la duquesa de Sussex en un sillón con Archie mientras leían el libro solidario ¡Pato! ¡Conejo!
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El pasado verano fue importante para el matrimonio formado por los duques de Sussex ya que es cuando dieron un nuevo paso en su vida americana. Fue en julio cuando se instalaron en su nuevo hogar, ubicado en el condado de Santa Bárbara, concretamente en una urbanización privada en la que tienen como vecinos a personalidades de la talla de Ellen DeGeneres y Oprah Winfrey. Esta casa en la que se desarrolla ahora su día a día tiene 9 habitaciones, 16 cuartos de baño, una casa de invitados, piscina, gimnasio, cancha de tenis, sala de cine, bodega y un gran jardín lleno de plantas.
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A pesar de que ya no cumplen con una agenda oficial, lo cierto es que Meghan y Harry siguen haciendo salidas relacionadas con aspectos en los que siempre han estado implicados como la injusticia racial, la igualdad de género, la salud mental, las preocupaciones ambientales o ayudar a los más necesitados. A finales de agosto, por ejemplo, visitaban la escuela primaria Dr Owen Lloyd Knox tal y como se puede ver en la imagen. Allí entregaron a las familias más necesitadas material escolar para la vuelta al cole de los niños. También los hemos visto, por ejemplo, en videoconferencias para promover el uso responsable de las redes sociales y a Meghan colaborando en el movimiento antirracista Black Lives Matter que puso en marcha su antiguo colegio, la escuela Inmaculada Corazón de Los Ángeles, o promoviendo el voto antes de las elecciones de Estados Unidos.
A finales de noviembre Meghan Markle hizo una inesperada y dolorosa revelación. Abriendo su corazón, la que fuera protagonista de Suits narró en New York Times uno de los episodios más complicados de su vida: un aborto espontáneo. La mujer del príncipe Harry contó que se había quedado embarazada pero que en verano, mientras estaba en casa con Archie, sufrió un fuerte calambre que fue el primer aviso de que estaba perdiendo a su bebé. "Perder un hijo significa cargar con un dolor casi insoportable, experimentado por muchos, pero del que pocos hablan. Mi esposo y yo descurbimos que en una planta de hospital con cien mujeres, entre diez y veinte habian sufrido un aborto espontáneo. Sin embargo, este tema sigue siendo tabú", reconocía.
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La relación entre los duques de Sussex y la prensa no ha sido fácil, pero el punto de inflexión se produjo en 2019, cuando Mail on Sunday y Daily Mail difundieron una carta privada que envió a su padre previamente. Meghan Markle decidió recurrir a la justicia, comenzando así una batalla legal que aún no ha llegado a su fin después de que se haya pospuesto la fecha del juicio, que estaba prevista para el 11 de enero de este 2021.
En abril ya se celebró una primera vista en el Alto Tribunal de Londres en la que la Duquesa participó de manera virtual. Poco después, en agosto, logró que la justicia le diera la razón al prohibir la revelación de la identidad de cinco de sus amigas, quienes concedieron voluntariamente una entrevista anónima en Estados Unidos. Una de cal y una de arena. Un mes después de esa victoria el juez permitió a los tabloides basarse en la reciente biografía de la pareja (Finding Freedom) como prueba para su defensa.
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La nueva situación laboral de los duques de Sussex se puede resumir en tres palabras, Archewell, Netflix y podcast, que detallamos.
Archewell
En octubre Meghan y Harry lanzaban la página web de su nueva organización benéfica: Archewell, cuyo nombre hace un claro guiño a su único hijo Archie Harrison. La organización contempla un imperio educativo multimedia e incluso la página web de bienestar con películas, podcasts y libros.
Netflix
En septiembre, coincidiendo con el inicio del curso, el hijo menor de Diana de Gales y su mujer comenzaban un nuevo proyecto al firmar un contrato con Netflix. ¿La finalidad? Según el comunicado que los Duques enviaron: "Crear contenido que informe, pero que también dé esperanza. Como padres recientes, hacer una programación familiar que inspire es importante para nosotros".
Podcast
Antes de despedir el 2020, los Sussex estrenaban Archwell Audio en Spotify. Se trata de una serie de podcasts en los que han contado con invitados tan relevantes como James Corden, Elton John e incluso su pequeño Archie.