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Cultivar plantas de interior es una forma estupenda de poner un toque verde y fresco en tu casa, ya que alegran el ambiente y aportan naturalidad. Sin embargo, si tienes en casa perros o gatos es importante que sepas qué especies pueden resultar peligrosas para ellos, si las ingieren o mordisquean.

Resulta curioso comprobar la gran cantidad de perros y gatos que suele comerse las plantas. Aunque siempre se ha creído que era por curiosidad, como un juego, o por una carencia de nutrientes, diversos estudios (uno de ellos realizado por la Facultad de Veterinaria de la Universidad de California) concluyen que la mayoría de las mascotas ingieren hierbas y plantas como un hábito instintivo.

Y dado que resulta muy difícil de evitar por parte de sus dueños, lo mejor es saber qué especies son seguras para ellos y cuáles no. Aquí tienes cinco especies de interior muy comunes que son totalmente petfriendly y cinco que es mejor evitar.

 

5 plantas inocuas para tus mascotas

 

1. Cinta (Chlorophytum comosun 'Variegatum')

La cinta o malamadre es, desde siempre, una de las plantas de interior más habituales en las casas españolas. Apostar por ella tiene muchas ventajas: es muy agradecida y sencilla de cuidar, te ayudará a purificar el aire de tu casa y no resulta tóxica en absoluto para tus mascotas. Posee unas especiales hojas con forma de cinta, con el interior amarillo y los bordes de color verde. Búscale un entorno húmedo y luminoso y estará feliz.

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2. Violeta africana (Saintpaulia)

Aunque de pequeño tamaño, la violeta africana es una planta de interior muy decorativa, gracias a sus atractivas flores moradas. Si la colocas en un rincón luminoso y la riegas desde el sustrato, sin mojar sus hojas, se mantendrá espectacular.

Es una alternativa perfecta si tienes mascotas en casa, ya que es totalmente inocua para los animales, aunque ingieran sus flores o sus hojas.

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3. Areca o palmera amarilla (Dypsis Lutescens)

Es una de nuestras plantas favoritas para hogares en los que viven gatos y perros, ya que no les causa ningún daño aunque en un momento dado puedan comérsela. De hecho, sus largas hojas de color verde claro resultan muy atractivas para los gatos, que suelen juguetear con ellas.

Cultivarla no es complicado, siempre que la pongas en un sitio cálido y donde no le lleguen los rayos de sol de forma directa. Procura que tenga la suficiente humedad pulverizándola con frecuencia en verano.

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4. Peperomia (Peperomia sp)

¿Quieres una planta de interior original que, además, no suponga un peligro para tu gato o tu perro? La peperomia es una opción de lo más interesante, ya que posee un gran valor ornamental y no es tóxica para las mascotas.

Hay un sinfín de variedades diferentes, cuyas hojas carnosas hacen gala de distintos matices, pero todas son muy decorativas. Para crecer y desarrollarse, conviene que le proporciones un rincón húmedo y cálido, protegido del frío y las bajas temperaturas, y que la riegues poco.

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5. Guzmania (Guzmania ligulata)

Exótica, bella y, además, totalmente petfriendly, ya que no causará ningún daño a tus mascotas si la muerden o la ingieren. Así es la guzmania, una planta tropical perteneciente a la familia de las bromelias (Bromeliaceae), perfecta para cualquier espacio.

Se adapta de maravilla a todo tipo de entornos, por lo que te resultará fácil de cultivar y no te exigirá demasiados cuidados. Humedad y luz, no necesitará más para estar perfecta. ¡Hazle un hueco en tu casa!

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5 plantas de interior peligrosas para las mascotas

 

1. Espatifilo (Spathiphyllum)

Muy común en los hogares por ser fácil de cultivar, el espatifilo resulta muy decorativo gracias a sus hojas de color verde oscuro y sus flores blancas. Sin embargo, no es buena idea elegirlo si convives en casa con perros o gatos, ya que contiene oxalato de calcio, una sustancia muy perjudicial para los animales.

Si tu mascota la ingiere puede provocarle vómitos, irritación del tracto digestivo o de la boca, y en los casos más graves, dificultad para respirar y tragar.

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2. Aloe Vera (Aloe barbadensis)

Seguramente conozcas las propiedades beneficiosas que tiene el aloe vera, concretamente el gel de sus hojas, gruesas y muy parecidas a las de las suculentas. A pesar de esto, has de evitar que los gatos o los perros puedan mordisquearla, ya que su savia (que no el gel) contiene saponinas y antraquinonas, sustancias muy tóxicas para las mascotas. Letargo, dolor abdominal y vómitos son las consecuencias que puede tener para tus animales. Mejor evitarla en casa.

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3. Monstera (Monstera deliciosa)

También conocida como Costilla de Adán, la monstera es una planta tropical muy bonita, perfecta para adornar cualquier rincón de tu casa. Pero no es buena idea recurrir a ella como elemento decorativo si vives con un perro o un gato, ya que sus especiales y bellas hojas pueden acarrearles problemas de salud, en el caso de que las coman.

El responsable es el oxalato de calcio que contienen y que provoca en los animales ardor, irritación de la boca y del aparato digestivo, y vómitos.

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4. Poto (Epipremmum aureum)

Parece mentira que una planta tan común y habitual en nuestras casas pueda tener unas consecuencias tan nefastas en los animales que la comen.

El poto, bello y poco exigente, es genial para purificar el aire de tu casa, ya que absorbe sustancias tóxicas como formaldehído, xileno y benceno. Sin embargo, es peligroso para las mascotas, en caso de que la ingieran. Además de irritación oral e inflamación de la faringe, les puede provocar daño renal.

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5. Sanseviera (Sanseviera trifasciata)

Además de original y decorativa, gracias a sus puntiagudas hojas, la sanseveria es una planta de interior que no requiere de mucho riego y que, además, es muy adecuada para cultivar en espacios con poca luz como un cuarto de baño, por ejemplo.

Tiene la desventaja de ser muy tóxica para perros y gatos, por lo que no es recomendable elegirla si tienes mascotas. Sus saponinas les pueden jugar una mala pasada y provocarles unas desagradables náuseas, además de diarreas y vómitos.

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