Revive tus botas favoritas con estos trucos fáciles para limpiarlas

No es una novedad que este año las botas han triunfado muchísimo, desde las famosas biker que han sido supertendencia hasta las cowboy que no nos queremos quitar. Este 2024 continuarán al alza y las veremos de distintas formas, con pelo, tacón, de caña baja... Como buenas amantes de la moda, nos resulta esencial tener unas botas en nuestro armario, un calzado que podremos conjuntar con todo tipo de prendas de invierno y también en primavera. Nos encanta combinarlas especialmente con minifaldas o faldas midi, creando estilismos únicos. Si queremos que nos duren temporada tras temporada, debemos cuidarlas y limpiarlas frecuentemente, por eso en este artículo te enseñamos los trucos y pasos que debes seguir para revivir tus antiguas botas o cuidar las nuevas.

Rellena tu bota

El primer paso que debes seguir, y uno de los más importantes, es rellenar tu bota con papel de periódico o algún tipo de papel absorbente antes de limpiarla. Hay dos razones por las que debes hacer esto: la primera es para que, al manipular la bota -por ejemplo, al cepillarla-, no pierda su forma original, y, por otro lado, para que cuando quitemos manchas con agua, el papel absorba la humedad y no se den de sí. Existen hormas especiales para que las botas no pierdan su forma, pero recomendamos quitarlas cuando las limpiemos y ponerlas después, ya al guardarlas. Si se deteriora la estructura de nuestras botas, se verán arrugadas y no estilizarán tanto como si están lisas.

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Cepilla

Antes de empezar a limpiar en profundidad nuestras botas favoritas, debemos cepillarlas para quitar todo tipo suciedad superficial, como podía ser el polvo, o incluso alguna rozadura. Para este paso debemos usar un cepillo de cerdas suaves, ya que no queremos dañar la bota. Para las zonas más difíciles, puedes utilizar un cepillo de dientes. Siempre debes cepillar en la misma dirección, a no ser que haya alguna rozadura más complicada. Entonces es mejor usar un paño limpio y seco.

Según el material

Es fundamental saber qué tipo de bota estamos limpiando, ya que según el material, debemos usar unos productos u otros. No es lo mismo lavar unas botas de cuero o de ante, que unas katiuskas de goma. En las primeras se debe usar muy poca agua, humedeciendo un paño con jabón neutro. En cambio, las botas de agua puedes mojarlas en la ducha directamente. Hay que tener cuidado también con el calor en las botas de ante, ya que pueden decolorarse. Por otro lado, para cuidar las de pelo, una tendencia que veremos este año, lo más sencillo será meterlas en la lavadora si las recomendaciones del fabricante lo permiten, pero siempre con detergente líquido y sin centrifugado.

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Marcas

Para las marcas, ya sean rozaduras, pisadas o suciedad que no puedas quitar con el cepillo, prueba esto: una goma de borrar. Parece broma, pero lo cierto es que funciona genial en todo tipo de calzados. Tienes que frotar en ambas direcciones con energía para eliminar por completo la manchita. Existen borradores específicos para los diferentes materiales, pero si no tiene uno puedes usar una goma de borrar básica que tengas por casa.

Arrugas

Para las arrugas que se pueden crear en la puntera o en cualquier parte de la bota, el mejor truco es la plancha. Llénala de agua y ponla entre 16º C y 27º C, a continuación coloca encima de la bota una toalla humedecida. Es importante que esté solo algo húmeda, no mojada, ya que si no se puede empapar la bota y se deformará o crearán manchas. A continuación, pasa la plancha dibujando círculos y no la dejes mucho tiempo en el mismo sitio, ya que se puede quemar.

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Manchas

Las botas, normalmente aquellas de colores claros o de ante, pueden tener manchas de agua. Hay que ser conscientes y saber que este tipo de botas en los días de lluvia o en ambientes en los que puede haber agua, no deben usarse, pero si ya lo has hecho... no te preocupes porque ¡hay solución! Es muy fácil: solo debes mojar un poco la superficie alrededor de la mancha, y seguidamente absorber con una toalla seca todo el agua. Luego déjalas secando al aire toda la noche, pero nunca donde les pueda dar el sol. 

Manchas específicas

Además de agua, las botas se pueden manchar de mil cosas que haya por la calle, como por ejemplo, grasa, una de las peores. En este caso deberás eliminar con un algodón la humedad, rociar la mancha con polvos de talco y esperar mínimo ocho horas antes de retirarlos. Si la mancha ya está seca, prueba con agua y amoniaco en poca cantidad. Por otro lado, si hay una mancha de pintura o barro, lo más sencillo es que utilices una lima de uñas, pero solo encima de la pintura seca. 

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Las que se resisten

Es cierto que hay marcas que se quedan en las botas y no se va con ningún remedio, pero te contamos el último con el que no quedarán restos de suciedad: agua y vinagre blanco. Debido a su acidez, este producto es perfecto para eliminar manchas difíciles como por ejemplo de sal. No te asustes si ves que se oscurece la mancha porque después volverá a su color. Lo más importante es que humedezcas una toalla con la mezcla y vayas dando golpecitos con ella. En algunos casos también podrás usar bicarbonato.

Protectores

Al igual que nosotras nos ponemos protector solar para protegernos de los rayos del sol, los zapatos también necesitan protegerse de posibles daños. Si quieres mantener tus botas intactas, te aconsejamos que uses un protector específico. Para las de ante, utiliza un protector impermeabilizante que evite que el agua traspase a la parte interior del calzado y así evitar manchas o dañar la piel. Por otro lado, para las botas de cuero puedes usar crema Nivea, la clásica del bote azul, para hidratar, rejuvenecer y revivir la piel.

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