Irina Shayk se viste de novia 'rebelde' para asistir a una fiesta en Nápoles junto a otras supermodelos

Llevó un original diseño de Vivienne Westwood que combinó con los botines nupciales que convencerán a las menos clásicas

Por Cristina González

Tras casi dos décadas de profesión, Irina Shayk se las ha arreglado para reinventarse una y otra vez, logrando que sus conjuntos rara vez pasen desapercibidos cuando asiste a una alfombra roja o evento especial. Capaz de hacer que los looks más imposibles funcionen, la modelo se ha presentado en fiestas llevando lencería y transparencias, en chándal y botas... ¡e incluso con un vestido de novia! Por esta última elección se decantaba para el cumpleaños del diseñador italiano Riccardo Tisci, quien esta semana lo celebraba con una exclusiva cena en Nápoles.

Combina el vestido camisero con la fórmula de Irina Shayk para vestir bien sin esfuerzo

El exdirector creativo de Givenchy y Burberry soplaba 49 velas el pasado 1 de agosto y lo festejaba reuniendo a sus amigos más cercanos. Una cita que tuvo lugar en el histórico teatro Massimo Velini y que estaba inspirada en "el poder del amor", como mencionaba Tisci en redes, con una etiqueta basada en las bodas: ellas de riguroso blanco como las novias, ellos con traje negro como los novios. Por eso Irina no dudó en enfundarse en un diseño nupcial de Vivienne Westwood, una silueta de seda asimétrica con cuerpo encorsetado y el característico toque rebelde que envuelve las colecciones de la firma británica.

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El vestido de Irina es el modelo Comet, confeccionado en satén con un amplio escote Bardot, falda corta y cola alargada. Un vestido de la colección Bridal 2021 que podría ser ideal para un segundo look de boda y que tiene un precio de 4.500 euros. Llamaba sin duda la atención el calzado con el que Irina completaba su estilismo pues decidió prescindir de los zapatos de tacón en favor de unos botines de estilo cowboy también satinados, con aberturas en punta y detalle de cadena metalizada.

También estuvieron invitadas otras compañeras de profesión como Joan Smalls, Stella Maxwell o la empresaria Natasha Poonawalla, todas ellas vestidas también con piezas nupciales que rompían con lo convencional, apostando por transparencias, encaje o pronunciadísimos escotes.

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