Cuando la inspiración a la hora de vestir la marca un juguete: las claves del triunfo del estilo 'Bratz'

El rotundo éxito de la estética 'Y2K' ha convertido a estas icónicas muñecas en toda una referencia en cuestión de ropa y maquillaje

Por Elena M. Medina

Fue en el año 2001 cuando las muñecas Bratz llegaron al mercado. Muy pronto, Cloe, Jade, Sasha y Yasmin consiguieron que Barbie viera peligrar su trono, llegando a ser el juguete número uno en países como Francia, España o Italia. A pesar de que las Bratz representaban un tipo de cuerpo normativo resultaban muy diferentes a todo lo visto hasta entonces. Su estilo urbano se alejaba de la apariencia de niña buena de Barbie. El vestuario de las Bratz supo reflejar la estética de la calle en los primeros años del nuevo siglo: vaqueros rotos, zapatos de plataforma, microtops, un maquillaje marcado con sombras de colores y labios perfilados... Ahora, en pleno regreso de la estética Y2K, como se ha bautizado al revival dosmilero actual, se han convertido en un inesperado icono de estilo

Simplificando el contexto de la moda a comienzos de siglo podríamos señalar, por un lado, la visión hipersexualizada de la moda, patente en las revistas y campañas siempre rodeadas de polémica. Por otro, Lindsay Lohan, Paris Hilton o Hillary Duff eran algunos de los iconos del momento y protagonizaban noticias a diario igual que hoy lo hacen las Kardashian. En el armario, los vaqueros de tiro bajo, las zapatillas con plataforma o los vestidos con aberturas -básicos del armario Bratz- se convirtieron en algunas de las prendas más buscadas. Diseños que hoy en día se cuelan en las novedades de las marcas más populares reafirmando la teoría del "todo vuelve". "Las modas son cíclicas", explica Víctor Gimeno Traver, Coordinador y Docente del Área de Moda de ESNE, "y se reinterpretan en función de los cambios y necesidades sociales. Sin embargo, no hay duda que la concienciación por la circularidad, la sostenibilidad y la recuperación y reutilización de prendas en desuso son tendencias que han venido para quedarse". El negocio de la moda vintage atraviesa su mejor momento y ha dejado de ser anecdótico que las celebrities recuperen diseños de décadas pasadas para sus apariciones en la alfombra roja o sus looks de calle.

La fiesta temática años 2000 con la que la modelo Iris Law celebró sus 21 años vestida con un look de la colección primavera-verano 2000 de Roberto Cavalli fue un claro ejemplo, pero ni mucho menos el único. La estilista Ana Murillas, artífice de muchos looks de Bad Gyal, una de las grandes abanderadas de esta estética Bratz tiene claro qué tipo de prendas definen esta forma de vestir encumbrada por la GenZ: "Vaqueros de tiro bajo, camisetas cortas de tirantes con logos de strass, cinturones bling bling, un micro bolso, un chándal tipo Juicy Couture, unas buena gafas de pantalla irisada, mucho rosa, mucho blanco...", prendas todas ellas presentes en el armario de la cantante de Flow 2000, a quien en el universo de las redes sociales comparan con frecuencia con estas icónicas muñecas.   

La revisión del estilo 'Bratz' en 'Euphoria'

En palabras de Víctor Gimeno, "los diseñadores consagrados que marcaron las tendencias más relevantes de la década de los 2000 fueron Alexander McQueen, John Galliano, Vivienne Westwood, Jean Paul Gaultier o Karl Lagerfeld". Estos nombres se repiten en el vestuario de una de las series más aclamadas de los últimos tiempos: Euphoria. En cada nuevo capítulo, se analiza al detalle cada uno de los estilismos de las protagonistas, ideado por la diseñadora de vestuario Heidi Bivens. En esta última temporada hemos podido ver a Rue (Zendaya) con tops de Jean Paul Gaultier y pantalones de Roberto Cavalli, por supuesto de colecciones vintage y no actuales. O a Maddy (Alexa Demie) y Cassie (Sydney Sweeney) reinterpretar el estilo Bratz con diseños repletos de aberturas y un maquillaje fantasía convertido ya en marca de la casa. El perfil de Instagram de la marca de muñecas ha sabido aprovechar este tirón y comparte en sus redes diferentes recreaciones de los personajes de la ficción de HBO convertidos en muñeca.

- Analizamos el vestuario de 'Euphoria' en su segunda temporada

Referentes 'Y2K' y colaboraciones poderosas

En la actualidad, la pasarela deja claro temporada tras temporada la evolución paulatina hacia el estilo años 2000, con firmas como Blumarine tomando la delantera como referente. La estilista Ana Murillas también destaca el regreso de otro sellos emblemáticos de aquellos años, como "Chrome Hearts, Ed Hardy, Juicy Couture, Von Dutch...", y apunta igualmente a las marcas independientes cuyo mercado se limita a las ventas online como el gran escaparate para las generaciones más jóvenes. "Diría que son las firmas que venden básicamente en internet con más libertad y precios más asequibles para el público joven, los principales adeptos de este tendencia, las que se han apropiado de este look and feel, como I AM GIA, MISBHV, Namilia, GCDS, Jaded London....". En estos momentos, resulta más fácil comprar prendas nuevas de inspiración años 2000 (en marcas asequibles como Bershka hay infinidad de opciones) que conseguir piezas auténticas de aquellos años, así lo explica Murillas, conocedora del mercado vintage: "El problema del vintage de los 2000 es que todavía no está en las típicas tiendas vintage que están todavía llenas de piezas de streetwear americano noventero. En Estados Unidos sí que encuentras tiendas físicas especializadas en Y2K pero este tipo de vintage se compra principalmente online. El problema es que en tiendas especializadas como Pechuga Vintage en Los Ángeles o What goes around comes around en Nueva York es el precio, tienen piezas muy buscadas, icónicas, y los precios son altísimos. Así que la mejor manera de adquirir estas piezas es buscar y buscar en plataformas de segunda mano que compras directamente a un particular y puedes negociar mejor el precio".

La italiana GCDS es uno de los sellos responsables del éxito de la tendencia. La marca disfruta de un interés creciente por parte de iconos como Dua Lipa o Rosalía, ambas amigas de las mezclas audaces y de las tendencias transgresoras de espíritu dosmilero. La marca capitaneada por Giuliano Calza lanzó a finales del año pasado una colección cápsula en colaboración con la marca de juguetes detrás de Bratz (MGA Entertainment) y logró colarse en el armario de Ester Expósito, quien apenas tenía un año cuando las muñecas salieron al mercado. Entre los diseños hay vestidos segunda piel con los dibujos de las distintas muñecas (a un precio de 740 dólares), fundas para auriculares que representan los zapatos de plataforma con los que visten o sudaderas donde se puede leer Pasion for Fashion. Dentro de la cápsula salieron a la venta varias muñecas, ataviadas con looks de la marca y solo disponibles ahora mismo en el mercado de segunda mano por precios que llegan a duplicar la cantidad inicial de 85 dólares por los que se vendían. Cult Gaia, otra marca emblemática del universo digital, incluye entre sus propuestas las botas Bratz, un diseño de cordones con suela dentada de plataforma y un ancho tacón cuadrado. En españa, el diseñador Domingo Rodríguez Lázaro, fundador de Dominnico, ha explicado en varias entrevistas cómo las muñecas Bratz influyeron en su forma de ver la moda. 

En estas dos décadas el mundo de la moda se ha transformado en profundidad con la sostenibilidad y las nuevas posibilidades ofrecidas por el metaverso como agentes de un cambio todavía situado en el horizonte. Si bien hoy en día, no hay una única corriente estética, y como muchos expertos señalan si todo es tendencia, este concepto se vacía de significado, sin duda la revisión del estilo años 2000 ha cautivado a las generaciones más jóvenes que han convertido a las Bratz, una vez más, en un icono inesperado. 

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