Los dos trucos de Margot Robbie para reinventar el clásico vestido de plumas

Detalles 'glitter', tonos flúor, volumen XL... La última propuesta de la actriz supone la más impactante de sus 'looks red carpet'

Por María Peña

La capacidad de Margot Robbie para no dejar indiferente a nadie traspasa su talento en la gran pantalla y se consolida a través de sus estilismos de alto impacto. La actriz australiana acudió anoche a la premier de su próxima película Birds of Prey (Aves de Presa), un spin-off del largometraje Escuadrón Suicida, en Londres con una de sus propuestas estilísticas más arriesgadas hasta la fecha. En un guiño al carácter irreverente y a la estética excéntrica de su personaje en ambas películas, la antiheroína Harley Quinn, el look de la actriz, repleto de elementos diferenciadores, contaba con una marcada personalidad propia. Si hace apenas unos días, veíamos cómo Blake Lively regresaba a la alfombra roja con un vestido de terciopelo al que añadió unos largos guantes, ahora Margot Robbie hace lo propio con su elección, un diseño de la colección Primavera/Verano 2020 de Dries Van Noten.

Alejada del espíritu minimalista y de tendencia romántica de sus habituales modelos firmados por Chanel, marca de la que es imagen desde el pasado verano, la actriz se ha decantado por el riesgo dándole un giro de 180 grados a un clásico vestido de plumas. Para empezar, el conjunto no se trataba de un vestido, sino de un dos piezas, fórmula de estilo que la intérprete de Érase una vez... en Hollywood ya incorporó en otras ocasiones, formado por un top asimétrico negro de tirantes finos y detalle decorativo de plumas, y una falda larga, también en negro, de talle alto y silueta vaporosa, con un volante en la parte superior. Uno de los elementos más llamativos del atuendo fueron, sin duda, los largos guantes de acabado satinado en rosa fucsia que Margot Robbie escogió para imprimir un toque de color a su estilismo. Un truco que recientemente se ha colado en los vestidores de Alta Costura de actrices como Blake Lively, o incluso la española Belén Rueda, para evocar la estética de una diva de Hollywood de los años 50.

Siguiendo la línea rompedora del look, la intérprete se decantó por una apuesta beauty en la que el color también tenía un papel protagonista. Dejando a un lado el maquillaje natural que acostumbra a lucir en sus elecciones de red carpet, Margot Robbie defendió una sombra de ojos de efecto glitter en un tono verde flúor, que combinó con un labial rosa a juego con la viva tonalidad de sus guantes. Y para rebajar el nivel de espectacularidad que derrochaba todo el conjunto, la actriz decidió no llevar ninguna joya y lucir su melena suelta con unas ligeras ondas deshechas. 

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