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El fenómeno 'Diet Prada' y otras cuentas de Instagram convertidas en 'vigilantes de la moda'

Denuncias de plagios o falta de diversidad en la pasarela son algunas de las reivindicaciones que dirigen a la industria

Hace unos días la cuenta de Instagram @diet_prada, conocida por sus críticas a la industria de la moda y las denuncias de plagios entre marcas y diseñadores, publicaba un post en el que anunciaba que después de cinco años se habían planteado poner a la venta en e-Bay su perfil: "(...) Últimamente hemos estado escuchando vuestro feedback de los últimos meses y tenéis razón... no deberíamos hacer ningún contenido promocionado. Aunque hemos estado haciendo menos de una docena al año, es importante mantener la integridad (...)", señalaban en una parte del mensaje. Si bien ninguno de sus creadores (Tony Liu y Lindsey Schuyler) lo ha confirmado, todo parece indicar que la imagen era una broma de April Fool's (algo así como el equivalente estadounidense del Día de los Santos Inocentes). Aun así, el debate acerca del papel de Diet Prada en la industria de la moda ha vuelto a resurgir con fuerza. La cuenta se ha enemistado con firmas como Dolce&Gabbana y no tiene pelos en la lengua a la hora de denunciar plagios tanto de grandes diseñadores como de marcas más desconocidas y pequeñas. Pero, ¿hasta qué punto las polémicas que desata ayudan a corregir los errores más habituales de la industria y cómo lograrán mantenerse independientes si su relación con ciertos creativos es cada vez más estrecha?

En opinión del diseñador jienense Moisés Nieto, el trabajo de Diet Prada favorece sobre todo a las firmas independientes: "Creo que su forma de denunciar las copias es ácida, divertida y necesaria. En muchos casos las copias son evidentes, en otros se huele la inspiración pero creo que los fundadores de Diet Prada quieren fortalecer con sus denuncias a las empresas más débiles frente a las grandes marcas que fusilan sin contemplación alguna". La fina línea entre inspiración y copia se puede atravesar con facilidad y actualmente gracias a las redes sociales se pone en evidencia más rápido que hace unas décadas, cuando este fenómeno también existía aunque quizá no de forma tan evidente ya que no se producían tantas colecciones como en la actualidad, cuando la necesidad de presentar novedades constantes pueden mermar la creatividad de muchos diseñadores. Moisés Nieto considera que en España también sería positivo luchar contra los plagios de las grandes cadenas de fast fashion, auque matiza que la verdadera reivindicación que debería existir en la moda nacional es la de la artesanía: "Lo que nos diferencia en España es la artesanía, debemos defenderla y luchar para que no se pierda. Es nuestro sello de garantía".

Mayor inclusión, otra de las reivindicaciones

Aunque Diet Prada es la más conocida y visible (tiene incluso una línea de ropa y accesorios con su logo y el pasado verano fue la plataforma encargada de dar a conocer en exclusiva la nueva campaña de Vetements), no es la única cuenta que cuestiona a una industria tan reacia a los cambios en su estructura como amiga de las innovaciones en las colecciones. El perfil @moremodelsofcolor, que suma 20.000 seguidores, es otro de los policías de la moda digitales que abundan en Instagram. Tal y como cuenta el equipo detrás del perfil, la cuenta surgió antes de que la red social estuviera tan relacionada con la industria de la moda y durante estos años no han dejado de denunciar la falta de inclusión sobre la pasarela. "Somos afortunados de haber logrado gracias a esta cuenta una relación cercana con modelos conocidas y algunas de las historias que hemos oído son terribles. Desde maquilladores y peluqueros que no saben cómo trabajar la piel y el pelo de una persona de color porque nunca les enseñaron  -teniendo que hacerse la modelo su propio maquillaje y peinado- hasta marcas que rechazan a modelos de color porque ya tienen una modelo negra o asiática y no necesitan más", explican desde el equipo de More Models of Color. Entre las grandes capitales de la moda, Londres suele encabezar las listas de ciudades más inclusivas aunque, desde @moremodelsofcolor señalan que a día de hoy es Nueva York donde mayor diversidad se puede apreciar en los desfiles, no solo en cuanto a raza sino también tipos de cuerpo e inclusión trans

'Celebrities' en el punto de mira

Como comentaba Alber Elbaz, exdirector creativo de Lanvin, en una entrevista a W Magazine, "todos los diseñadores del mundo están siguiendo a Diet Prada", una afirmación algo exagerada pero que refleja la influencia del perfil en la actualidad. No solo los creativos están en el punto de mira, celebridades como Kim Kardashian también se han visto envueltas en polémicas a raíz de las publicaciones de esta cuenta. A mediados del mes de febrero, la empresaria lució un impresionante vestido vintage de Thierry Mugler que, tal y como desveló Diet Prada, había sido copiado días antes por la marca de fast fashion Fashion Nova, que lo puso a la venta después de que lo llevara la socialité. Este hecho hizo dudar aceca de si Kim se puso el vestido para aumentar las ventas de la versión asequible aunque ella dejó ver en sus redes sociales que todo era una coincidencia. Las influencers que lanzan colecciones cápsula con diseños poco originales también se situan en el blanco de las críticas, uno de los ejemplos más recientes fue el caso de Olivia Culpo, que diseñó un vestido muy similar a otra que había llevado con anterioridad

En el mundo de la belleza una de las cuentas anónimas con más seguidores es Estée Laundry (@esteelaundry), un perfil que también señala los plagios dentro de esta industria, la falta de inclusión de muchas marcas y la apropiación cultural en la que caen igualmente firmas de moda. El éxito de este tipo de cuentas se refleja en el número creciente de sus seguidores pero todavía no se puede determinar si han logrado cambios sustanciales o si algunas de las denuncias que señalan han tenido consecuencias más allá de hechos puntuales, como cuando un post de Diet Prada fue determinante para que Dolce&Gabbana tuviera que cancelar un show en China acusado de racismo. Sin embargo, a pesar de que no se puede cuantificar su labor, está claro que estos perfiles forman parte de una nueva etapa, donde el trabajo de las grandes firmas -para muchos inaccesibles- se cuestiona y los diseñadores ya no tienen la última palabra acerca de sus propuestas. 

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