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Millie Bobby Brown confiesa lo que no ha superado después de la fama
A sus 14 años, la actriz derrocha madurez pero reconoce que le da vergüenza el momento 'photocall'
Puede que Millie Bobby Brown tan solo lleve en el mundo del estrellato un par de años, pero este tiempo le ha bastado para establecerse a sus 14 años como una de las celebrities más maduras e implicadas en causas sociales de su edad, si no la que más. La actriz protagonista de Stranger Things ha dejado constancia de que está totalmente preparada para ser una estrella a pesar de su juventud, tanto a nivel profesional como por la actitud con la que maneja su fama. Por ejemplo, Millie no quiere perder el tiempo discutiendo con sus haters a través de las redes sociales ni impregnarse con su toxicidad, por lo que hace poco más de un mes decidió cerrar su perfil personal de Twitter y mantener únicamente @Milliestopshate, una cuenta destinada a erradicar el bullying en internet.
Tras el éxito que ha cosechado con su papel de Eleven en la producción de Netflix, Millie está altamente demandada tanto por profesionales de la industria del cine como por firmas de moda que quieren trabajar con ella, pero la actriz, que siempre busca ir un paso más allá, no se conforma con esto y ha anunciado que también va a estrenarse como productora de una serie de peliculas protagonizadas por ella misma que narrarán las aventuras de Enola Holmes, la hermana pequeña del icónico detective británico Sherlock Holmes.
Antes de este ambicioso proyecto, la actriz tiene pendiente de estreno la película Gozdilla, cuyo trailer acaba de presentar en la Comic-Con de San Diego. En dicho evento, la joven nacida en España volvió a dar una lección de estilo como embajadora de la firma americana Calvin Klein con un conjunto compuesto por una sencilla camiseta blanca y una falda asimétrica de lentejuelas que conformaban un estampado geométrico blanco, azul y rojo a las que ha sumado unos zapatos tipo Oxford y un impactante beauty look protagonizado por un marcado eyeliner fucsia que ha acaparado todas las miradas.
El 'culpable' de este look y de todos los que lleva la actriz es el estilista Thomas Carter Phillip -quien también viste a Jennifer Lawrence y a Naomie Harris, entre otras-, que ha ayudado a Millie a encontrar el punto de equilibrio perfecto entre la elegancia propia de los grandes eventos de Hollywood y la diversión que debería suponer la moda para una niña de 14 años. Ella lo ha interiorizado a la perfección y ha aprendido a utilizar la ropa como fuente de expresión. Sus estilismos siempre emanan frescura, pero cambian de registro en función de lo que a la actriz le apetece en cada momento: tan pronto posa ante los medios con un traje de chaqueta y zapatos de salón como acude a una de las alfombras rojas más vistas del año con dos moñitos y unas zapatillas de tela.
Sin embargo, a pesar de la extensa cantidad de alfombras rojas que ha pisado a su corta edad, Millie no se acostumbra a posar ante los medios, y pasa mucha vergüenza en esos momentos en los que los fotógrafos le piden que mueva la falda, se gire o sonría más, tal y como ha explicado a través de una historia en Instagram con motivo de su paso por el photocall de la Comic-Con, donde los periodistas llegan a imitar el ruido de un león para incitarle a sacar su lado más 'salvaje'.
Lo cierto es que, aunque haya gestos que evidencian su juventud, como la risa nerviosa que suele salirle al llegar a un gran evento, la actriz tiene muy claras otras cosas más relevantes, y no duda en expresar sus ideales a favor de diversas causas sociales a través de sus conjuntos, como hizo en los Kids' Choice Awards el pasado marzo mediante una chaqueta vaquera que llevaba bordados los nombres de las víctimas del tiroteo de Parkland o en los Globos de Oro, a los que acudió vestida de negro como manifestación contra los abusos a las mujeres en la industria del cine. Cada una de sus apariciones públicas demuestran que estamos ante el nacimiento de una nueva it girl, pero, lo más importante, también de una activista que promete revolucionar la industria desde dentro.
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