Hay un motivo científico por el que no te atreves a dejar tu relación, aunque seas infeliz

Un estudio explica cuáles son las principales razones por las que esto es más frecuente de lo que habías imaginado

Por Regina Navarro

Poner fin a una relación nunca es sencillo, pero a veces se vuelve necesario. Ariana Grande y Pete Davidson, por ejemplo, terminaron su romance varios meses después de haber anunciado su compromiso. Aunque no han sido demasiado claros con los motivos que han precipitado el final, lo cierto es que cada vez es mayor el número de expertos que aconseja cortar si las cosas no se tienen claras. Esas dudas pueden surgir porque en planteamiento de futuro de las dos personas indicadas no coincida, porque haya continuos encontronazos o porque, simplemente, no se sea del todo feliz. Sin embargo, muchos prefieren permanecer en una relación que no les hace del todo felices en lugar de terminarla. ¿La razón? El miedo a hacer daño a la otra persona, o al menos eso es lo que concluye una investigación publicada en el Journal of Personality and Social Psychology.

El estudio, puesto en marcha por la Universidad de Utah, descubrió que el miedo a dañar al otro era uno de los grandes motivantes para permanecer en una relación que no era satisfactoria. "Cuando la gente percibía que la pareja estaba altamente comprometida con la relación, era menos probable que iniciaran una ruptura. Esto es cierto incluso para las personas que no estaban realmente comprometidas con la relación o que estaban personalmente insatisfechas con la misma. En general, no queremos lastimar a nuestros compañeros y nos preocupamos por lo que ellos quieren", concluyen la Dra. Samantha Joel, profesora del Departamento de Psicología de la Universidad de Utah y autora principal de la investigación. Muchas de las personas que no se atrevieron a dar el paso albergaban la esperanza de que la relación mejorase. Pero la experta alerta: "una cosa que no sabemos es cómo de precisas son las percepciones de la gente. Podría ser que la persona esté sobreestimando lo comprometida que está la otra pareja y lo dolorosa que sería la ruptura". Motivos que llevan a la psicóloga a concluir que si la percepción es irreal la agonía se habrá prolongado durante más tiempo.

Investigaciones previas realizadas por diferentes grupos de expertos concluyen que el grado de compromiso que tengan ambas personas, la cantidad de tiempo que lleven juntas o lo que hayan avanzado en la relación -no es lo mismo que compartan casa a que no lo hagan- pueden resultar determinantes. Pero existe otro factor que también es ser clave para que una persona decida alargar un romance pese a que no se sienta realmente feliz con él, el miedo a la soledad. "En esos casos, la decisión de quedarse o irse se basa en el interés propio. Pero nuestro estudio muestra la primera evidencia de que las decisiones sobre una relación romántica insatisfactoria pueden implicar un componente altruista", apunta la Dra. Joel.

 

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En este tipo de situaciones los consejos pueden ser variados. Muchos expertos como Robert Weiss, autor del libro Prodependence: Moving Beyond Codependence, aconsejan poner fin a la relación cuando se tenga claro que no funciona o que no se es feliz con ella. Ningún momento es el adecuado, matizan, pero cuanto antes mejor. Otros, por su parte, dan las claves para tratar de mantener una relación satisfactoria a lo largo del tiempo. Consejos que pasan por incrementar la comunicación entre ambos, evitar las riñas a través de dispositivos móviles y tratar de llegar a acuerdos cuando las cosas se pongan más difíciles.

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